Dieta y Cáncer: Introducción.

Otro de los grandes propósitos cuando llega el nuevo año y tras las fiestas navideñas, siempre celebradas alrededor de comida altamente energética, es ponerse a DIETA.
¿Tan importante es estar en NORMOPESO para el cáncer? La respuesta es SI, pues cada vez existen más evidencias de la relación entre OBESIDAD y CÁNCER, especialmente en los tumores hormonodependientes y que tienen una gran prevalencia: cáncer de mama y útero en la mujer y cáncer de próstata en el varón. También se ha detectado la relación entre un mayor consumo de determinados alimentos y determinados tipos de cáncer, como por ejemplo se ha relacionado un mayor consumo de carnes rojas con el cáncer de colon, o los ahumados y salazones con el cáncer de esófago y estómago.
Parece pues razonable que si seguimos los consabidos hábitos dietéticos saludables y nos mantenemos en normopeso podemos conseguir prevenir un número importante de tumores.
No sólo la alimentación es importante en la PREVENCIÓN del cáncer, lo es durante los TRATAMIENTOS oncológicos y en los pacientes SUPERVIVIENTES al cáncer.
De muchos es sabido que hay determinados tipos de tumores, como en cáncer de pulmón, el cáncer de cabeza y cuello, el cáncer de esófago, estómago y páncreas que pueden inducir a una importante pérdida de peso, llegando incluso a estar en riesgo de desnutrición o a la temida CAQUEXIA. Ello se debe en parte a un mayor consumo energético por parte del propio tumor, unido a una dificultad para alimentarse o para absorber los nutrientes y a los efectos secundarios de los tratamientos: cirugía, quimioterapia y radioterapia. En estos casos se hace necesario intentar no perder más allá de un 10% del peso e intentar mantenerse en un peso razonable, pues la sensación de bienestar es mayor, se toleran mejor los tratamientos, disminuyen el número de complicaciones derivadas de los mismos, aumentando así los índices de curabilidad. Su médico le deberá indicar aquellos consejos dietéticos y/o suplementos necesarios para conseguir el objetivo de no desnutrirse.
No menos importante es la realización de EJERCICIO FÍSICO moderado diario de unos 20 a 30 minutos/día. Cada vez hay más estudios que corroboran que la dieta unida a la actividad física mejora la calidad de vida de los pacientes y ayuda a una más pronta recuperación. Un ejemplo aquí.
Resulta una buena inversión en SALUD y BIENESTAR plantearse mejorar nuestro estilo de vida y adecuarlo a lo que nuestros GENES nos tienen programados, pues el comer en EXCESO, el SEDENTARISMO y el ESTRÉS, no hacen sino incrementar el riesgo de contraer esta y otras muchas enfermedades. 
Aquí un video clarificador de lo que he comentado.
¡FELIZ DIA DE REYES!

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