Uno puede pensar para qué puede servir un congreso en los tiempos que vivimos cuando gran parte de la información está colgada en la red. También podría pensarse que se podrían convocar vía “on line” a través de conferencias grabadas o en “streaming” con cada ponente en su lugar de origen y así ahorrar costos. De hecho ya hay algunos cursos o conferencias que se hacen en este formato. Es probable que en un futuro próximo se diseñen así, pero bajo mi humilde opinión hay diversos aspectos técnicos que mejorar. Considero que la comunicación presencial sigue estando vigente, y sigue siendo importante, ya que el contacto humano con compañeros sigue siendo insustituible.
Además de llenar esa maleta de ciencia médica, he podido también llenarla de buenos momentos en compañía de colegas. Algunos de los ellos han sido compañeros de trabajo y fatigas, otros son nuevos residentes, otros los he conocido a través de otros congresos y ahora también se ha unido un grupo nuevo que nos hemos conocido a través de redes sociales, pudiendo por fin ponerles cara y voz. Ha sido muy emocionante para mi el encuentro con estos últimos, pues nos unen muchas conversaciones, ideas y reflexiones previas que han convertido el encuentro en algo casi mágico. También agradezco desde aquí a los compañeros que me han mostrado su apoyo, cariño y reconocimiento a este blog, pues para mi representa parte de mi alma como médico especialista, algo así como una ventana al mundo donde expresar y compartir lo que vivo y siento. Sentirme leída y que se me exprese que lo que aquí se expone gusta y es útil es siempre altamente gratificante, pues una nunca sabe hasta qué punto puede ser o no de interés lo que escribes.
En la maleta también me llevo otras conversaciones, especialmente con compañeros de Cataluña y de la Comunidad de Madrid, que me han expresado su incertidumbre ante el futuro. Todos sabemos que estamos viviendo tiempos muy convulsos, cambiantes y tremendamente difíciles. Hay mucha precariedad laboral y mucha pesadumbre, no sólo por los recortes salariales (que en algunos casos han sido brutales), sino por los recortes de las condiciones de trabajo y los recortes de índole, diría yo, emocional. Somos una especialidad cuya herramienta de trabajo es fundamentalmente tecnológica. Seguir trabajando con tecnología al borde de la obsolescencia y sin proyectos de mejora hacen preveer un futuro cuanto menos complicado. Pero de nada sirve armarnos de pañuelos y ponernos a llorar. Hay que luchar, más aún si cabe, y salir de nuestro “búnker” para que nuestra voz sea escuchada, para ser más visibles. Se impone poner cordura y hacer entender a las instituciones que nuestra arma terapéutica es rentable, sostenible, permite disminuir costes y tiene un alto potencial de curabilidad con cada vez menos toxicidad, gracias a los avances tecnológicos acometidos, aportando calidad de vida a nuestros pacientes. Invertir en Oncología Radioterápica es una buena apuesta de futuro para el cáncer.
Y ¿qué podemos hacer para movernos y motivarnos? Me quedo con estos tres elementos leídos de Daniel Pink en su libro: “Drive: The Surprising Truth About What Motivates Us” (Traducido sería algo así: Conducir: La sorprendente verdad acerca de lo que nos motiva)
Para Daniel Pink existen tres elementos motivadores:
- Autonomía : Sentir el control sobre lo que hacemos
- Maestría: Hacer lo mejor en nuestra especialidad y buscar mejorar
- Propósito: Tener la certeza de que lo que hacemos tiene valor, que sirve para algo más grande que nosotros mismos
Por último también me llevo en la maleta recuerdos de una estupenda ciudad como Vigo, con su gente, sus calles empinadas, su olor a mar y su rica gastronomía como podrán comprobar en este video y que aprovecho para recomendar encarecidamente a visitarla.
Autonomía, mastría y propósito…¡para mi maleta!!
Aurora, has elegido un estupendo equipaje. Un abrazo ;))