Estamos habituados al acudir a la consulta de un médico explicar lo que nos pasa contestando a aquellas preguntas que él nos haga, nos explore y emita luego un posible diagnóstico. Tras el diagnóstico el proceso suele acabar con la prescripción médica de un fármaco. En muchas ocasiones sería bueno que en lugar de prescribir fármacos para algunas dolencias, especialmente del alma que también duele, prescribiéramos “píldoras de vida” en forma de un libro, una recomendación de estilo de vida, una película, un buen “post” o cualquier forma imaginable de comunicación creativa que nos permitiera dar pistas o herramientas al paciente para que encontrara él mismo la mejor forma de aliviar su mal. Reflexionar siempre es un recomendable ejercicio mental. Bien podría ser el punto de partida para entrar luego en acción y cambiar, mejorar o evolucionar.
Les invito pues a ver un video que me parece un buen ejemplo de “píldora de vida”. Es una historia preciosa y emotiva de una verdadera “madre coraje” con un mensaje de fondo que nos plantea cuál es el verdadero significado de una vida digna. Digna de ser vivida a pesar de los contratiempos o una enfermedad como el cáncer. Una vida plena, sin artificios, sin lujos innecesarios. Una vida donde las cosas pequeñas y cotidianas cobran un verdadero sentido.
Absolutamente de acuerdo en tu sugerencia, y emotivas las imágenes.
Un abrazo
Gracias Gustavo por tu comentario. Encantada de tenerte por aquí y que sigamos leyéndonos.
Un abrazo de vuelta para ti.