Mucha gente estos días me pregunta por su enfermedad, por su rápida evolución o incluso si mereció la pena irse al extranjero a recibir los tratamientos. Sirva de entrada que desconozco el historial clínico de Tito por motivos obvios de confidencialidad y no quiero entrar en conjeturas absurdas y sin sentido en este preciso momento, pues sinceramente no es mi papel.
El cáncer de glándulas salivares es un tumor infrecuente, pues tiene una incidencia de 135 casos/1.000.000 habitantes/año y un 70% de los casos son tumores de la glándula parótida. Es un tipo de tumor que representa entre un 1-3% de los tumores de cabeza y cuello. Sólo un 25% de los tumores que asientan en la parótida son malignos. Existen hasta 24 subtipos diferentes de tumores malignos salivares.
Típicamente se presenta como una masa o bulto a nivel preauricular (por delante del pabellón auricular). Otros síntomas que pueden acompañar a estos tumores son el dolor local, el aumento de la salivación, la aparición de ganglios aumentados de tamaño en el cuello (adenopatías), parálisis facial y fijación o ulceración de la piel.
El tratamiento estándar del cáncer de parótida es la cirugía seguido de radioterapia local en un alto porcentaje de los casos. La quimioterapia puede administrarse de forma conjunta a la radioterapia como radiosensibilizante y potenciador del efecto de la misma. La quimioterapia se utiliza de forma paliativa en los casos de aparición de metástasis.
A pesar de la realización de un tratamiento correcto esta enfermedad presenta un alto porcentaje de recaídas locales, locorregionales y metastásicas dependiendo del estadio o fase de la enfermedad. Se desconocen las causas que pueden producirlo, por lo que carecemos de mecanismos para prevenir esta enfermedad. En algunos cánceres de glándula salival, los llamados carcinomas ductales, se han observado similitudes de comportamiento con un subtipo de cáncer de mama que expresa el protooncogen HER2, por lo que se están estudiando nuevas dianas terapéuticas utilizadas ya en cáncer de mama y otros tumores como es el caso del Transtuzumab.
Sobre el hecho de que Tito Vilanova decidiera marcharse al extranjero para realizarse el tratamiento, posiblemente se deba más al hecho de evitar un circo mediático hacia su enfermedad, que a falta de confianza en los profesionales de nuestro país. España cuenta con profesionales de alto nivel y cualificación, así como con participación en ensayos clínicos internacionales. Entiendo que si se puede preservar la intimidad en estos duros momentos y se tienen las posibilidades de tratarse en un centro de prestigio internacional se haga y eso no nos debe acomplejar a los médicos que trabajamos aquí. Al menos yo lo veo así.
Tito Vilanova mostró en todo momento una valentía y entereza ante su enfermedad dignas de admiración. Ante la noticia de su fallecimiento no caben colores, banderas ni escudos, pues todos nos sentimos huérfanos de una figura que siempre permanecerá en nuestra memoria como un ejemplo para el deporte. Entre sus detalles de humanidad me han contado la bonita historia de que él había preparado un regalo para su mujer Montse cuya onomástica fue el pasado dia 27 de abril. Le había pedido a un amigo cercano que le entregara el presente pues seguramente él estaría todavía ingresado en el hospital. Ese precioso y delicado detalle póstumo le honra sin duda también como persona. Desde aquí quiero ofrecer mi más sincero homenaje a Tito y mandar un abrazo fuerte a sus amigos y familiares.