¿Sabemos los radiooncólogos ser líderes en el campo de la Oncología? Si no es así ¿qué debemos hacer para serlo? Esta es una gran pregunta que mis colegas a nivel internacional nos planteamos hace tan sólo unos días por tweetchat a través de la discusión sobre un artículo publicado en nuestra revista europea “Radiotherapy & Oncology” sobre la definición de un curriculum sobre el rol de líder en oncología radioterápica a través de un estudio Delphi de consenso realizado por un grupo de radiooncólogos encabezado por la Dra Sandra Turner
La palabra líder procede del vocablo inglés leader que significa una persona que actúa como guía o jefe de un grupo. Sin embargo, la palabra “jefe” lleva consigo casi siempre unas connotación negativa, tribal, jerárquica o impuesta. Se dice que el liderazgo se gana, no se impone, lo cual nos lleva a la idea de que en realidad un líder de un grupo es reconocible, respetado y admirado por todos sus miembros. De esta forma el líder tiene la facultad de influir en otros sujetos. Su conducta o sus palabras logran incentivar a los miembros de un grupo para que trabajen en conjunto por un objetivo común.
¿Cuál es la mejor manera de definir el liderazgo en Oncología Radioterápica, como parte de la medicina en general, o específicamente a nuestro campo? El liderazgo no sólo se debe ejercer en nuestro propio contexto de especialidad, debe extenderse y contagiarse hacia otros escenarios afines y sinérgicos. De hecho cada médico es de por sí en algún momento un líder y debe ser entrenado desde la facultad y la residencia para el liderazgo, la gestión, el trabajo en equipo, en la resolución de posibles conflictos y en comunicarse de forma efectiva. Ahora además con las herramientas de Social Media lo tenemos en teoría algo más fácil.
El estudio de consenso de Delphi identificó 20 elementos clave para un plan de estudios y curriculum de liderazgo.
El radiooncólogo puede:
A. Contribuir a la mejora de la atención del cáncer en equipos y sistemas de salud más amplios
1. Demostrar conocimiento de los roles y responsabilidades de los radiooncólogos, físicos médicos, técnicos de radioterapia, enfermeras de oncología y otros miembros del equipo en el contexto de mejorar la atención al paciente
2. Identificar dónde se podrían iniciar las mejoras de calidad en el entorno de trabajo
3. Demostrar el conocimiento de los pasos a dar y herramientas que se pueden aplicar a los procesos de mejora de la calidad, incluyendo el uso de datos para impulsar cambios
4. Describir los principales indicadores de calidad para la monitorización del funcionamiento de un Servicio de Oncología Radioterápica
5. Describir los sistemas de notificación y seguimiento de incidentes en Oncología Radioterápica
6. Participar en el desarrollo e implementación de iniciativas de seguridad de los pacientes
7. Participar en la investigación de un evento adverso relacionado con la radiación, un error cercano o un error del sistema
8. Demostrar conocimiento de las tasas de utilización de la radioterapia en el país o región donde se trabaja
9. Describir los principales retos actuales en la asistencia sanitaria, incluyendo cómo éstos impactan en la oncología
B. Participar en la administración de los recursos para el cuidado del cáncer
10. Describir las directrices e iniciativas locales e internacionales para promover la administración de recursos, por ejemplo, elegir sabiamente o “no hacer”
11. Debatir sobre los factores relacionados con la administración de los recursos, incluidos los costos financieros y otros costos del cuidado del paciente con cáncer
12. Debatir sobre las fuentes de financiación para la prestación de servicios de Oncología Radioterápica en el país o región donde se ejerza
C. Demostrar elementos de liderazgo en la ejercicio de la Oncología Radioterápica
13. Discutir la diferencia conceptual del radiooncólogo como gestor y como líder
14. Describir las teorías y estilos de liderazgo, y cómo estos pueden aplicarse en la práctica clínica
15. Participar en el desarrollo de la auto-conciencia de fortalezas, debilidades, valores, conductores, comportamientos, impacto en los demás
16. Ejecutar reuniones eficientes y eficaces
17. Asumir la responsabilidad de una comunicación efectiva en torno a la visión y el propósito del cambio con los miembros del equipo de oncología radioterápica, los pacientes y otras partes implicadas
18. Participar y apoyar a los miembros del equipo para llevarlos a través de un proceso de cambio
19. Demostrar la capacidad de negociar y resolver problemas con otros miembros del equipo
20. Demostrar conciencia de los roles y estructura organizacional de las sociedades profesionales relevantes, y cómo los radiooncólogos contribuyen a ellas
Los participantes en este proceso fueron principalmente radiooncólogos de Australia, y aunque objetivamos diferencias entre países, este documento puede servir de base para iniciar el camino claro hacia el liderazgo en el mundo oncológico. Reconocemos que los ciclos económicos de nuestros propios países o las propias políticas sanitarias son de vital importancia a la hora de acelerar o ralentizar nuestro desarrollo como especialidad, dada nuestra alta y rápidamente evolutiva dependencia tecnológica.
Todas estas habilidades de liderazgo deben estar presentes en nuestro ejercicio profesional diario y es por ello que deberíamos trabajar en la línea de desarrollar herramientas para ejecutarlo eficazmente a lo largo de toda nuestra carrera. Dentro de estas habilidades se contemplan no sólo las de rigor científico o técnico, sino también las emocionales o propiamente humanas como la empatía (liderar con corazón) y la comunicación. El liderazgo constituye así también parte de nuestro entrenamiento como seres humanos.
En la oncología radioterápica los valores centrales deberían ser:
– Mejora activa de nuestros tratamientos a través de la mejora de la ciencia relacionada con las causas y el tratamiento global del cáncer
– Compromiso con ensayos clínicos de calidad y el desarrollo de tecnologías en beneficio de los pacientes
– La importancia de la empatía y la compasión hacia los pacientes y los colegas en la práctica de la oncología
– La importancia de las habilidades de comunicación y la comprensión del cáncer en su propio contexto
– Colaboración para desarrollar y mejorar los servicios oncológicos en beneficio de los pacientes
Me dijo en una ocasión un compañero en una conversación informal que a los radiooncólogos nos falta “liturgia”. Nosotros sabemos nuestro valor y potencial como especialidad médica, pero seguimos siendo unos perfectos desconocidos para la población general, los estudiantes de Medicina e incluso los propios médicos de nuestro hospital. No es infrecuente que nos llamen repetidamente radiólogos (que no somos) porque en el imaginario colectivo cuesta ubicarnos como radiooncólogos. Estar en el “underground” por otro lado no nos favorece. Tenemos la oportunidad de liderar cada uno de nosotros, buscar fórmulas de visibilizarnos, emerger y ser conocidos por nuestra eficacia terapéutica del cáncer. Ello exige presencia en muchos ámbitos, constancia y trabajo. Pero nadie es más apropiado para darnos a conocer que nosotros mismos. Si no lo hacemos es posible que otros acaben por eclipsarnos. Sería positivo abandonar la queja y seguir difundiendo todo lo bueno que somos capaces de hacer por el cáncer. ¿Empezamos ya?
Nunca más cometeré el error de llamaros radiólogos, este término queda eliminado.
Radioncóloga, saludos.
Gracias. Nuestra nomenclatura como médicos especialistas es francamente complicada: oncólogos radioterápicos. Por eso creo que adoptar la palabra radiooncólogo es más simple semántica y conceptualmente de comprender y decir. Un abrazo!!