La silla 4.82/5 (11)

Al preguntarle al ilustre Dr Gregorio Marañón por el invento más revolucionario de la Medicina en los últimos años contestó: la silla. Ilustraba así la importancia de evocar al Humanismo en la Medicina, ya que la silla nos permite escuchar, acompañar y explorar al paciente.  La silla constituye el elemento vertebrador en ese escenario donde médico y paciente establecen un primer diálogo cercano.

Percibo en estos tiempos donde el pulso máquina-hombre parece volcarse hacia el lado tecnológico, que la silla ha pasado a un segundo plano. La tecnología es una herramienta más, que bien empleada puede de servir de peldaño para mejorar nuestra práctica médica diaria, pero nunca debería sustituir el alma humana. Si pasamos del empleo de la tecnología como instrumento a su empleo como filosofía de vida nos autoconvertimos en unos malos robots y eso conlleva a efectos colaterales no deseados.

Podemos correr el riesgo de habitar en una Medicina muda o cuasi muda, esa que no mira a los ojos del paciente. Sólo se percata de sus pruebas teniendo así sólo en cuenta su enfermedad y no a la persona que hay detrás de ella. Su antídoto se llama Medicina Narrativa. La Medicina Narrativa es aquella que pone el foco en la comunicación con el paciente. El paciente inicia su narración como un libro abierto en el que el médico interviene, pero también puede y necesita mucho aprender de él. Bucear en la perspectiva narrativa de la comprensión del paciente y de su situación, nos ayuda a descubrir cómo es el paciente. Nace el siempre necesario cultivo de la compasión, entendiendo como tal la capacidad del ser humano para conectarnos con el sufrimiento ajeno junto a una motivación sincera e instintiva de aliviarlo. Es absolutamente importante que los médicos dediquemos más tiempo a explorar y explotar el valor de las narraciones en la práctica clínica.

El cuidado de los enfermos se desarrolla a través de historias. La práctica efectiva de la atención médica requiere la capacidad y habilidad de reconocer, absorber, interpretar y actuar sobre las historias y situaciones difíciles de los demás. La medicina que es practicada con competencia narrativa es un modelo para una práctica médica afectiva y efectiva. Esta es la competencia que aborda la necesidad de que los pacientes y los cuidadores expresen su experiencia, sean escuchados y valorados reconociendo el poder de la narrativa para cambiar la forma en que se brinda y se recibe la atención médica.

La experiencia del cuidado de la salud y la enfermedad está marcada por divisiones incómodas y costosas: entre los necesitados que tienen más fácil acceso a la atención sanitaria y los que no, entre los profesionales de la salud y los pacientes e incluso entre los mismos profesionales de la salud. La Medicina Narrativa es un campo interdisciplinar que desafía todas esas divisiones y busca unir. Deberemos así tener el oído afinado, comprender de una forma más cercana, profunda y auténtica la narrativa del paciente y aplicarla junto con nuestro conocimiento científico a una mejor atención de la persona.

La introducción de los relatos pone sobre la mesa el modelo biomédico tradicional, al valorar tanto el conocimiento subjetivo como el objetivo, el razonamiento inductivo como el deductivo, la experiencia humana y la emoción como la información científica. El objetivo perseguido de la narración es evidenciar una de las mejores herramientas para aproximarse a un paciente a través de la compasión. La actitud compasiva se construye progresivamente, mediante el cultivo personal de otras virtudes o actitudes fundamentales para aproximarse al paciente que deberían ser incluidas en la formación básica del profesional de la salud.

En 2014 en Roma, un comité de expertos internacionales en el campo participó en una Conferencia de Consenso sobre recomendaciones para la implementación de Narrativa Médica en la práctica clínica. El comité declaró definir a la Medicina Narrativa como una metodología de intervención basada en una competencia específica de comunicación profesional. La narrativa también se ha definido como una herramienta fundamental para adquirir, comprender e integrar los diferentes puntos de vista de todos los participantes que tienen un papel en la experiencia de la enfermedad. Constituye una ruta de atención compartida y personalizada. La Medicina Narrativa debería ser considerada como parte de una nueva cultura que va más allá, haciendo de palanca del cambio, configurando la importancia de la humanización, de la atención personalizada y de una medicina a medida y construida desde la experiencia individual,  la historia y las necesidades propias de cada paciente.

¿Te atreves a sentarte delante del paciente y comprobar la magia de su narración? La Medicina es el arte de hacer sentir bien.

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6 respuestas a «La silla»

  1. La Medicina narrativa, no solo me parece un nuevo enfoque necesario, sino más bien vital para el paciente. Es algo que llevo echando de menos toda la vida.

    Y si pudiera poner una guinda al pastel que has descrito, me atrevería a añadir una buena dosis de ” Habilidades sociales”, donde la empatía, la escucha activa plena y la mirada a los ojos del paciente fueran sus ingredientes básicos.

    Gracias por este blog, al que acabo de aterrizar y me gusta todo lo que leo y veo.

    YO también trabajo con pacientes oncológicos y faltan muchas cosas por hacer en el ámbito clínico. Ese es mi motor.

    1. Estimada Ana: Gracias por tu amable comentario del que poco tengo que añadir. Bienvenida como lectora del blog, esperando verte por aquí. Un abrazo.

  2. Hola, Virginia.
    Soy el Dr. Cesáreo Rodríguez de Rosario, Santa Fe, Argentina.
    Su artículo me ha emocionado porque pienso exactamente igual, pero me apena sentir que cada vez somos menos los que sentimos a la medicina de esa manera.
    Hace ocho años se me ocurrió escribir un decálogo sobre cómo debe desarrollarse nuestra práctica, y el año pasado escribí los últimos dos items.
    Si me permite, aquí se lo obsequio.

    DECÁLOGO DEL BUEN MÉDICO
    (Primum non nocere)

    1.- Debes tener acabada conciencia de tu ignorancia, y jamás
    sentir vergüenza en declararla.
    2.- Debes hacerte a la idea de que la Medicina es una escuela en
    la que uno jamás se gradúa, por lo que estás obligado a
    estudiar hasta el fin de tus días.
    3.- Debes tener siempre presente que, como decía Wilfred
    Trotter, el paciente viene a buscar consuelo y ayuda, más que
    curación.
    4.- Debes saber que el paciente mejorará más rápido cuando
    entienda cabalmente cuál es el proceso de su enfermedad y
    cuál el espíritu de la terapéutica y los consejos que le brindas.
    5.- Debes conseguir, a toda costa, que el paciente salga de la
    consulta mejor de lo que entró, sin importar el diagnóstico
    que se lleve.
    6.- Debes ser consciente de que los únicos sentimientos que
    tienes permitido demostrar son la emoción, la alegría, el
    cariño, la tristeza y el optimismo… Ningún otro.
    7.- Debes estar convencido de que lo principal es entender al
    paciente. Y que para eso lo primero a usar es la compasión;
    y lo segundo, la paciencia.
    8.- Debes, siempre, ser escéptico en todo lo que a medicina se
    refiere, ya que es la más inexacta de todas las ciencias, y
    tener permanentemente presente que tus maestros han sido
    simples humanos profesores, nunca dioses. Por lo que si
    piensas distinto de lo que se considera oficial, tienes
    terminantemente prohibido callarte.
    9.- Debes marcar los errores que consideres en la opinión de
    otro colega, pero siempre con el mejor de los argumentos y
    el mayor de los respetos.
    10.- Debes acordar que en innumerables casos hay otros
    colegas que saben mucho más que tú, por lo que si el
    diagnóstico o la terapéutica te ofrecen la más mínima duda
    tienes la obligación de derivar al paciente a quien consideres
    más sabio.
    Dr. Cesáreo Rodríguez – Rosario – 2019

    Le dejo un cordial saludo, y quedo a sus órdenes.
    PD: en Google podrá encontrar mi trabajo sobre, quizá, la más malinterpretada “especialidad” de la medicina.
    Anote en el buscador:
    obesidadnoesunaenfermedad.blogspot.com

    1. Estimado Cesáreo: Gracias por su obsequio en forma de decálogo. Le quedo muy agradecida por haberse paseado por mi blog que es su casa también. Reciba un cordial saludo desde España.

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