El día anterior había llovido con fuerza y de forma intermitente en la ciudad de Málaga. Llegué algo cansada por el viaje, pero con ganas de participar en los primeros encuentros MED: Medicina, Conocimiento y Sociedad. Amanecía un día soleado que presagiaba buenas vibraciones. En el Teatro María Cristina nos reunimos un buen puñado de médicos para ofrecer unas charlas de dieciocho minutos que fueran inspiradoras sobre temas de actualidad.
El formato era poco convencional habida cuenta que los médicos solemos hablar más en conferencias de formación de temas médicos que con el público general. En consecuencia este entorno invita a que nuestro lenguaje huya de la típica jerga médica y se convierta en un elemento accesible. Este esfuerzo traductor de nuestro trabajo hacia la sociedad siempre conlleva un acercamiento deseable.
El periodista Roberto López fue el maestro de ceremonias del evento, actuando de hilo conductor entre los ponentes y de necesario presentador vitalista. Éramos trece médicos los convocados (o doce más uno para los que sientan algo supersticiosos). Cada uno aportamos un granito de arena al inquietante panorama sanitario en el que nos ha tocado vivir.
Abrió el melón de intervenciones la Dra Amalia Arce, conocida por “la mamá pediatra” que nos habló de un tema que a todos los que tenemos hijos nos inquieta “Crianza entre pantallas”, poniendo de manifiesto hasta qué niveles se ha instaurado la tecnología en nuestras vidas y cómo su (mal) uso puede afectar al incorporarla a nuestro estilo de crianza y vida familiar.
A mi me tocó intervenir posteriormente con una charla que titulé “El alma perdida”. Tuve la clara intención de reflexionar acerca de nuestra inicial vocación como médicos. Una vocación forjada en una realidad a contrapelo. Problemas como la constante tecnificación y el imperante cientificismo de la Medicina se pusieron sobre la mesa. Traté de dar una visión crítica, pero constructiva, sobre la importancia de recuperar el alma en nuestro quehacer diario.
El Dr Alfonso Vidal nos habló de “El dolor en el mundo” y de la necesidad de la asunción de un papel activo y responsable del paciente para combatirlo. El dolor debe contemplarse también como un signo vital más, como una señal de que algo pasa y aliviarlo es un trabajo de todos, un verdadero “coworking“.
El Dr José Antonio Trujillo, ideólogo, organizador y en gran parte artífice de los encuentros MED +, hizo hincapié a través de su “Recetando palabras” de la conspiración del silencio, de la medicina humanista y de la sanación o consuelo que nuestras palabras pueden ofrecer al paciente cuando se prescriben en el momento y dosis adecuadas.
El Dr Ángel López hizo gala de una gran elocuencia, ironía, realismo y simpatía en su intervención: ¿Cambia la vida de un médico rural integrado en la comunidad? recordándome a base de carcajadas y algún que otro episodio dramático con verosimilitud a las escenas recogidas en el filme “Un doctor en la campiña” .
El Dr Vicente Matas nos hizo ver con datos contundentes las “Consecuencias de la inversión de Atención Primaria” objetivando el estado crítico que sufren los Médicos de Atención Primaria a día de hoy y la necesidad de un cambio de estrategia ante los desafíos demográficos de la población que debe ser atendida.
El Dr Federico Relimpio fue valiente en una intervención sin diapositivas y con un discurso marcadamente simbólico sobre el “Sistema de salud: Crisis terminal o volver a casa” haciendo una alegoría paralela entre un hipotético paciente crítico y el actual sistema sanitario que necesariamente requiere un adecuado diagnóstico y tratamiento para continuar sobreviviendo.
La Dra Rosa Taberner nos dió una charla tremendamente amena y clarificadora sobre “Vitamina D y sol: luces y sombras”, pues nos encontramos a diario con el dilema entre tomar el sol para metabolizar correctamente la vitamina D o proteger nuestra piel de los rayos solares para mantenerla sana y evitar el temido cáncer de piel.
El Dr Joan Carles March tituló su intervención “No me gusta mi jefe o cómo son los jefes con h-alma que me gustan” resaltando la importancia del papel del buen jefe como líder, destacando así una serie de necesarias habilidades para llevar a buen puerto su empresa.
La Dra Mónica Lalanda con el provocador título “Vivir no es sano” y música de Celia Cruz, aprovechó, con un acertado sentido del humor, para despertar al público y hacer una ácida y persuasiva crítica sobre la excesiva medicalización que se está realizando de la vida en este siglo XXI.
La Dra Raquel Blasco nos movió de nuestras butacas con su charla titulada ¿Es posible entrenar nuestras defensas frente al cáncer? ilustrándonos del poder y los entresijos bioquímicos del sistema inmune con el ejercicio físico a través de mágicas infografías .
El Dr Juan José Segura-Sampedro nos habló de su experiencia en #Cirugía 2.0: Balconing, hígados al vacío y nuevas tecnologías poniendo en valor soluciones imaginativas e innovadoras para problemas quirúrgicos urgentes con los que a él le toca lidiar a consecuencia de prácticas de ocio mal entendido y extremo.
Por último el Dr César Ramírez, otro de los artífices del evento nos habló de la Cirugía en la frontera, tanto en el primer mundo donde realiza una intensa actividad en el ámbito de la cirugía oncológica, como en el tercer mundo gracias a su proyecto “Bisturí solidario” realizando otro tipo de cirugía plagada de cooperación y emociones contenidas. “Bisturí Solidario” constituye el verdadero fin humanitario de las charlas MED +.
Os dejo con la foto de familia y un video realizado por Ángel López
Me ha encantado. Yo pienso que tener a disposición un gran cuadro medico, ayuda a tener una tranquilidad impagable en lo que respecta la salud de los nuestros