Cineterapia oncológica. New Amsterdam. David Schulner.(2018) 5/5 (4)

New Amsterdam es una serie que engancha desde el minuto uno. A la mítica pregunta de ¿cómo puedo ayudar? le sigue un sinfín de respuestas y la convierte en un lema e hilo conductor capítulo tras capítulo. El cuidado al paciente, el sentido común y las ganas de mejorar un sistema sanitario público se convierten en elementos claves e indispensables.  La serie está inspirada en el libro “Twelve patients. Life and death at Bellevue Hospital” (Doce pacientes. Vida y muerte en el Hospital Bellevue) del médico y director de ese hospital público, Eric Manheimer.

El primer capítulo es toda una lección de un estilo de liderazgo poco común y disrruptivo, encarnado en el director médico llamado Max Goodwin y cuyo actor es Ryan Eggold. Ataviado con el típico uniforme-pijama, siempre se pone de frente ante los problemas que van surgiendo. Max toma decisiones buscando siempre la sostenibilidad del sistema público. Se patea el hospital de arriba a abajo. Trata de conocer de primera mano los auténticos problemas de los médicos o de los pacientes. Este director se deja llevar por su criterio. Lo hace con entusiasmo contagiante. Se convierte en un líder al servicio de la organización y no a la inversa.

Así de esta forma, Max entra en esta aventura por construir un hospital público con atención de calidad. Lo hace en un país donde la atención médica es mayoritariamente privada. Le acompaña un nutrido grupo de médicos, enfermeras y figuras auxiliares de gestión hospitalaria.

En Oncología tenemos a una doctora “influencer televisiva” llamada Helen Sharpe encarnada en la actriz británica Freema Agyeman. Tiene un don especial para conectar con los pacientes oncológicos, empatizar con ellos y ajustar los tratamientos a sus necesidades. Se implica en su trabajo y tiene una visión muy humana de su especialidad, llegando en ocasiones a cuestionar determinadas inercias de la práctica clínica en las que nos vemos abocados los que nos dedicamos al paciente con cáncer.  En muchos capítulos debe enfrentarse a grandes desafíos asistenciales y personales.

En Urgencias contamos con la presencia de la doctora Lauren Bloom, interpretada por la actriz, también británica, Janet Montgomery, a la que le acompaña su brazo derecho, el enfermero y militar veterano Casey Acosta (Alejandro Hernández). Ambos forman un buen tándem para afrontar las difíciles situaciones que se encuentran en el Servicio de Urgencias, en las que deben actuar bajo un alto nivel de estrés y celeridad de respuesta.

En Neurología contamos con un médico hindú, el Dr Vijay Kapoor (Anupam Kher) que se muestra fiel a su propia cultura y filosofía, aplicando una medicina basada en una concienzuda entrevista con el paciente y su familia y al que en no pocas ocasiones le acompaña como un complemento indispensable, un fantástico e icónico psiquiatra: el Dr Ignatius Froome, “Iggy” para los amigos e interpretado por el actor canadiense Tyler Labine.

En Cirugía Cardiotorácica contamos con el Dr Floyd Reynolds encarnado por el actor Jocko Sims y que nos transportará a la vida dentro de los quirófanos y a distintas situaciones médicas que se encuentran en el límite.

La serie médica se inaugura con la llegada de un nuevo director médico que despide a parte del personal del New Amsterdam y realiza un esfuerzo en conocer a su personal. Cada capítulo presenta distintos problemas sanitarios de rabiosa actualidad:

    • Los ajustados presupuestos económicos de que disponen los hospitales.
    • Los problemas de índole social que afectan a una correcta adherencia terapéutica.
    • La delicada situación de los médicos enfermos
    • La gestión de distintos tipos de duelo
    • La medicina penitenciaria
    • La información médica y los bulos en los medios de comunicación social actuales
    • Los demonios particulares y humanos de cada personaje
    • La diversidad
    • Los problemas raciales
    • Las catástrofes naturales
    • Los dilemas bioéticos
    • Los ensayos clínicos
    • Los Cuidados Paliativos
    • La dificil conciliación familiar de los profesionales sanitarios
    • Las relaciones personales entre los personajes
    • Las campañas de prevención y educación para la salud
    • La situación de la pandemia de COVID19 en Nueva York.

Todos ellos son temas que ocurren en nuestro día a día y que nos acercan a la realidad social y cotidiana de los hospitales. Creo que de ahí surge el éxito de la serie, amén de que existan ciertas licencias cinematográficas, en que hay mucho de verdad. Lo que se cuenta y cómo se cuenta, ahonda más en conocer el alma humana de todos los personajes que en hacer una fotografía de los procesos asistenciales.

New Amsterdam nació en 2018, aunque ha llegado a nuestro pais recientemente a través de distintas plataformas audivisuales. Actualmente se está emitiendo la tercera temporada que entra de lleno en la actual pandemia y los problemas derivados de ella. De la serie me quedo con su mensaje alejado del morbo y de escenas violentas. Es exquisitamente cuidadosa con el tratamiento de los temas que aborda. Es una serie esperanzadora, optimista y llena de esa humanidad que tanto echamos de menos. La estupenda banda sonora evoca sentimientos que maridan bien con las escenas que se visualizan. Las charlas en la azotea del hospital entre Max y Helen son una delicia. Toda una invitación sencilla a la reflexión, un oasis necesario.

Los críticos la tacharán de una serie demasiado buenista y utópica. Sin embargo, en mi opinión hacen falta películas así, sin caer en la ñoñería ni en una fantasía irrealizable. Somos muchos los que pensamos que la Medicina debe ejercerse teniendo en cuenta el necesario lado humano de los pacientes, de sus familiares y de los profesionales, para convertir a los hospitales en hábitats menos hostiles.  Sin duda, una idea revolucionaria ¿verdad?

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2 respuestas a «Cineterapia oncológica. New Amsterdam. David Schulner.(2018)»

  1. Tengo cáncer de recto. Después de un año entre instalar catéter. Radios. Quimios. Colostomia. Quimio. Quitar colostomia. Me regresa el cáncer. Y con fuerza según marcadores tumorales. Me haré un pet pronto. El preámbulo es porque m tope son esa serie de tv y sí. Eso queremos. Empatía. No me ha ido mal poque aunque endeudada lo hice de manera particular. Ya no m alcanza para la recaída. Fui acompañante de visitas al hospital acá en México. Mi experiencia en trato a pacientes no es nada buena. Por eso uno se trata de proyectar en esa utopía que se convierte New Amsterdam.

    1. Estimada Ana: Confío en que las cosas salgan bien y encuentres las personas adecuadas en el camino. Gracias por tu comentario, pues es cierto que se necesita un poco de esa utopía que apuntas. Un abrazo.

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