50 sombras de Gy:¿Qué es la esofagitis rádica? 5/5 (4)




La esofagitis rádica se define como un proceso inflamatorio producido sobre el esófago como consecuencia de una exposición a un tratamiento con radiaciones ionizantes. El esófago es un tubo muscular que conecta la garganta con el estómago. Este órgano puede verse incluído en aquellos tratamientos que incluyan el cuello o el tórax, como es el caso del cáncer de cabeza y cuello, el cáncer de pulmón, los linfomas y en la irradiación ganglionar supraclavicular del cáncer de mama.

Formas de presentación:

  • Esofagitis aguda: Puede aparecer a las 2-3 semanas de exposición a la radiación y persistir hasta 2 ó 3 semanas de su finalización. 

  • Esofagitis crónica o estenosis esofágica: Puede aparecer desde los 3 a los 24 meses post-tratamiento dando lugar a una cicatriz que estrecha el conducto esofágico, dificultando así la deglución.

¿Por qué se produce?
Las células de la mucosa interna del esófago tienen una alta velocidad de recambio celular, como ocurre con otras mucosas y la piel, siendo este tipo de células muy vulnerables a la radiación. Como consecuencia del daño celular sobre las células de la capa basal se enlentece esa regeneración, se producen los cambios inflamatorios y la queratinización del epitelio. En las formas crónicas de esofagitis el daño se produce sobre la musculatura lisa del esófago, apareciendo un tejido más duro y menos elástico, fenómeno conocido como fibrosis.

Grados de esofagitis rádica:

  • Grado I: Disfagia (dificultad para tragar) leve u odinofagia (dolor al tragar) leve, que permite tomar una dieta normal o blanda.
  • Grado II: Disfagia u odinofagia moderada que requiere una dieta en puré o líquida y puede requerir analgésicos opiáceos.
  • Grado III: Disfagia u odinofagia severa que puede dificultar por completo la deglución y provocar deshidratación o pérdida importante de peso. Requiere alimentación por sonda y rehidratación endovenosa.
  • Grado IV: Obstrucción completa que impide deglutir la propia saliva con ulceración, perforación esofágica o fístula. 
Factores de riesgo:
  • Volumen y dosis de irradiación: Los radioncólogos tenemos muy en cuenta ambos datos a la hora de planificar la radioterapia. Durante el proceso de planificación se intenta que haya la menor longitud posible de esófago que reciba una dosis crítica de radiación. Utilizamos además fórmulas (NTCP) para predecir la probabilidad de tener esta complicación.
  • Quimioterapia previa o concomitante: La quimioterapia “per se” también puede producir esofagitis. Así en aquellos pacientes que reciban tratamientos combinados a la vez se debe ser aún más cuidadoso y restrictivo con la longitud de esófago irradiado.
  • Fraccionamiento: Los hiperfraccionamientos o los fraccionamientos acelerados son regímenes de tratamiento con radiaciones que producen una mayor intensidad de esta toxicidad radioinducida.
Clínica:
  • Disfagia o dificultad para tragar alimentos o líquidos
  • Odinofagia o dolor al tragar 
  • Pirosis o sensación de quemazón al pasar el alimento
  • Sangrado o hemorragia por boca 
  • Regurgitación de saliva y secreciones por imposibilidad para tragar
  • Deshidratación
  • Pérdida de peso
  • Desnutrición
Tratamiento: 
  • Glutamina: Durante las situaciones hipermetabólicas como la radio o quimioterapia, se produce una severa depleción de glutamina debido a un elevado consumo mediado en parte por el cortisol, pero también por la adrenalina, glucagón y algunas citocinas, que no puede compensarse por una mayor producción, aumentando sus necesidades de forma importante. Es en estas condiciones, puede convertirse en un nutriente esencial y su deficiencia puede comprometer la función inmunitaria, el equilibrio ácido-base y la  integridad celular del enterocito. Por otro lado, unos niveles insuficientes de glutamina influirán también en el daño producido en el tejido sano por la quimio y la radioterapia. Estos dos factores apoyarían el uso terapéutico de la glutamina en la prevención de esta toxicidad debida a la quimio y a la radioterapia. La glutamina debería administrarse durante el tratamiento y hasta 15 días después para reparar el daño y prevenir la esofagitis.
  • Antiinflamatorios no esteroideos: Alivian el dolor en las esofagitis grado I.
  • Sucralfato: Actúa como lubricante, facilitando el paso del bolo alimentício.
  • Anestésicos tópicos: La lidocaína o la mepivacaína pueden utilizarse junto a manzanilla y/o nistatina para aliviar el dolor durante la ingesta.
  • Analgésicos opiáceos: Es útil el fentanilo transdérmico para aliviar el dolor, especialmente en esofagitis grado II y III.
  • Antifúngicos: En muchas ocasiones la esofagitis o la oromucositis va asociada a una sobreinfección por el hongo Cándida Albicans, siendo útil el tratamiento con Nistatina tópica y/o Fluconazol vía oral.
  • Inhibidores de la bomba de protones: El omeprazol y los fármacos similares actúan dismunuyendo el reflujo gastroesofágico que puede emperorar la esofagitis.
  • Medidas de soporte nutricional: En los casos más graves, la ingesta se hace cada vez más dificultosa, dejando el paciente de comer y beber por temor al dolor que le produce. La textura de la comida debe ser homogénea en forma de purés o líquida en forma de suplementos nutricionales (batidos). Si aún así no es posible la ingesta habrá que valorar la introducción de una fina sonda nasogástrica o una PEG (sonda que va directamente al estómago o gastrostomía) para poder nutrir adecuadamente el paciente.
  • Sueroterapia: La hidratación del paciente es otro punto importante ya que los pacientes pueden dejar también de beber el agua que necesitan, debiéndose administrar sueroterapia endovenosa en estos casos.
  • Dilatación esofágica: Se realiza en aquellos casos de esofagitis crónica o estenosis esofágica para aumentar el paso de la luz esofágica. Se realiza con dilatadores que se colocan de forma endoscópica.

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¿Qué es una linfangitis carcinomatosa? 4.4/5 (10)

Definición

La linfangitis carcinomatosa es una invasión de los vasos linfáticos pulmonares por células neoplásicas o cancerosas, bloqueando así el flujo normal de la linfa e invadiendo el tejido conectivo contigüo de forma difusa. Se puede considerar como una forma peculiar de metástasis pulmonares. Es relativamente infrecuente, pues tan sólo se ve en un 6-8% de los pacientes oncológicos. Esto puede ocurrir debido a muchos tipos de cáncer, pero los más frecuentes son el cáncer de mama (33%), pulmón (17%), colon, estómago (29%), páncreas (4%) , tiroides y próstata (3%).

Síntomas

Los síntomas más frecuentes que se presentan en los pacientes que presentan esta entidad son:

– Tos seca persistente
– Disnea (falta de aire o sensación subjetiva de ahogo) que se convierte en crónica y lentamente progresiva.
– Alteración del estado general.
– Astenia (cansancio), pérdida de apetito y/o pérdida de peso.
– Dolor torácico
– Síntomas relacionados con el tumor primario

Diagnóstico

– Debe sospecharse ante el cuadro clínico descrito anteriormente y su evolución tórpida.
– Exploración física: auscultación respiratoria claramente anómala o patológica (roncus, crepitantes, sibilantes, etc).
– Radiografía de tórax: Patrón intersticial o retículo-nodulillar (Traducido es la imagen señalada en la radiografía de arriba de aspecto algodonoso)
TAC torácico de alta resolución:  (TACAR): Engrosamiento nodular septal interlobular y del intersticio perilobulillar o peribroncovascular bastante típico (Traducido es la imagen que se observa apuntada aquí abajo)

Mini-BAL o minilavado broncoalveolar: Consiste en inyectar una pequeña cantidad de suero fisiológico al árbol bronquial por broncoscopia y recoger muestras celulares para su estudio bajo el microscopio.
Biopsia pulmonar: Recoger una muestra de tejido pulmonar mediante punción con aguja gruesa transbronquial o a cielo abierto para confirmar el diagnóstico anátomo-patológico.

Diagnóstico diferencial:La linfangitis carcinomatosa debe distinguirse de otros cuadros pulmonares similares:
Insuficiencia cardíaca
Neumonía intersticial de origen infeccioso (hongos, virus, mycoplasma, etc)
Neumonitis por fármacos (causada por fármacos)
Neumonitis por radiación
Hemorragia alveolar difusa
Fibrosis pulmonar idiopática
Tuberculosis miliar
Sarcoidosis

Tratamiento:El diagnóstico se obtiene por descarte de otras enfermedades pulmonares similares. Así pues, hasta la confirmación diagnóstica que puede tardar un tiempo en obternerse, deberá tratarse inicialmente de forma empírica, es decir en base a lo más frecuente y a la experiencia del médico. El tratamiento puede incluir:- Antibióticos de amplio espectro
– Antivíricos
– Antifúngicos
– Antituberculostáticos
– Broncodilatadores inhalados
– Corticoides
– Oxigenoterapia
– Medidas de soporte respiratorio: P ej: CPAP o ventilación mecánica con sedación

Si no hay un diagnóstico previo de cáncer y representa un cuadro de debut, deberemos buscar el tumor primario y tratarlo con el tratamiento oncológico adecuado para mejorar los síntomas respiratorios.Si finalmente tras el tratamiento empírico y oncológico la evolución clínica es desfavorable y se confirma el diagnóstico de linfangitis carcinomatosa es importante plantear a la familia la necesidad de limitar el esfuerzo terapéutico.

Les dejo con la extraordinaria fusión de la música de Tom Waits en su álbum “Closing Time” y los lienzos del pintor expresionista Edward Hooper.

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50 sombras de Gy: ¿Qué es la xerostomía radioinducida?


La xerostomía es una manifestación clínica de disfunción salival y consiste en una disminución de la secreción o flujo salival producida por la radiación en el área de la boca. Se produce así una sensación de “boca seca” o bien cambios en la calidad de esta salivación que se hace más espesa y pegajosa. La importancia de la saliva se apoya en los elementos que la conforman y como éstos llevan a cabo sus actividades dentro de la cavidad oral. Estas funciones se encuentran comprometidas cuando existe disminución del flujo salival y producen gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, ya que van a poder presentar dificultad para hablar, comer y dormir.

¿Por qué se produce?

Las radiaciones ionizantes pueden causar diferentes grados de alteraciones en las glándulas salivales, pues éstas son altamente sensibles a la radiación. El daño se manifiesta con la destrucción de las células acinares con la subsecuente atrofia y fibrosis de la glándula. La quimioterapia puede también producir cambios en la salivación, ya que la saliva total cambia en su composición o puede encontrarse ligeramente disminuida. Estas alteraciones son habitualmente transitorias y menos severas que las producidas por la radioterapia, pero al combinarse al mismo tiempo estos dos tratamientos, cosa cada vez más habitual, los efectos son más acentuados que cuando se realizan por separado.

Factores de riesgo:

  • En relación con la radioterapia:
    • Dosis total: Dosis por encima de los 26 Gy sobre toda una glándula pueden ya producir xerostomía.
    • Técnica de irradiación: Con la introducción de la IMRT (Irradiación en Intensidad Modulada, siglas en inglés) se consigue esculpir la distribución de la dosis cerca de los bordes de las glándulas parótidas, reduciendo significativamente la dosis a este nivel, sin detrimento de las dosis altas en el tumor o áreas diana.
    • Volumen de irradiación: Cuanta menor sea la proporción de volumen de glándula que recibe dosis de irradiación alta, menor es la probabilidad de xerostomía. El factor dosis/volumen es el que nos va a predecir la probabilidad de esta complicación.
  • En relación con el tumor: Tienen más probabilidades de padecer xerostomía las siguientes localizaciones tumorales en el área de cabeza y cuello:
    • Carcinomas de cavum o naso-faringe
    • Carcinomas de oro-faringe: Tumores de amígdala, trígono retromolar, paladar, base de lengua, pared posterior de faringe
    • Carcinomas de cavidad oral: Tumores de suelo de boca, encía, lengua móvil, mucosa yugal, labio
    • Carcinomas de glándulas salivares: Tumores de glándula parótida, submaxilar, sublingual y glándulas salivares menores
    • Carcinomas de senos maxilares o paranasales
  • En relación con el paciente:
    • Consumo de alcohol y tabaco: Es frecuente encontrar asociación de ambos hábitos en este tipo de tumores. Si no los abandonan durante el tratamiento actúan como lógicos irritantes que van a empeorar la xerostomía.
    • Mala higiene oral: Una boca poco cuidada previamente y durante el tratamiento nos va a empeorar el síntoma
    • Mal estado nutricional: Un estado nutricional deficiente aumenta el número de complicaciones (también de la xerostomía y otros síntomas asociados) y dificulta la tolerancia y cumplimiento de los tratamientos.
    • Fármacos: Existen muchos fármacos que producen sequedad de boca: algunos analgésicos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, antihipertensivos, antieméticos, antiparkinsonianos, antiespasmódicos, anorexígenos, diuréticos, descongestionantes, expectorantes, relajantes musculares y psicotrópicos
    • Otras enfermedades pre-existentes: los desórdenes autoinmunes, hipertensión, diabetes mellitus, trastornos neurológicos y depresión pueden incrementar la aparición de xerostomía.

Clínica: 
La xerostomía puede producir además de la sensación de sequedad de boca, los siguientes problemas asociados:

  • Sensación de quemazón de la lengua.
  • Aparición de fisuras en las comisuras labiales.
  • Sensación de sed.
  • Alteraciones del gusto por atrofia de las papilas gustativas: Hipogeusia (Disminución del sentido del gusto) o disgeusia (cambios en el sentido del gusto: p ej: sabores metálicos).
  • Disfagia o problemas para tragar adecuadamente por la sensación de que los alimentos se pegan en la boca, garganta o faringe.
  • Dificultad para hablar.
  • Incremento de la viscosidad salival: la saliva es más espesa, es pegajosa y lubrica mal la mucosa oral.
  • Aparición o empeoramiento de enfermedad periodontal (piorrea), caries o caída de piezas dentales. Todo ello es debido a los cambios en el pH de la saliva que la hace más propensa a que la flora oral sea más patógena.
  • Aparición de muguet o candidiasis oral (hongos) por los cambios cualitativos producidos en la saliva anteriormente mencionados 

Grados de xerostomía:

  • Grado I: Leve sensación de boca seca o saliva espesa que no produce alteraciones dietéticas. Se mantiene un flujo de saliva espontáneo mayor a 0.2 ml/min
  • Grado II: Moderada sensación de boca seca que ya produce cambios dietéticos. Se mantiene un flujo de saliva espontáneo entre 0.1 a 0.2 ml/min.
  • Grado III:  Severa sensación de boca seca que impide la ingesta oral. El flujo salival espontáneo es inferior a 0.1 ml/min

Formas de presentación:

  • Xerostomía aguda: Es la xerostomía que aparece a las pocas semanas de iniciar la radioterapia y que se caracteriza por la sequedad de boca, cambios en la calidad y consistencia de la saliva y que generalmente va asociado a la mucositis oral y otros síntomas como la hipogeusia (disminución de la sensación del gusto) o la disgeusia (cambios en el sabor).
  • Xerostomía crónica o tardía: Es la xerostomía que permanece meses después de finalizar la radioterapia y se caracteriza por la sequedad de boca y los problemas asociados que ésta conlleva.

    Tratamiento:

    • Higiene oral:
      • Revisión y limpieza dentaria previa al tratamiento con radioterapia. Si es necesario extraer aquellas piezas dentarias que estén en mal estado.
      • Cepillado de dientes tras cada comida con un cepillo dental de cerdas suaves y uso del hilo dental.
      • Utilizar una pasta dental rica en flúor.
      • Se puede complementar la limpieza oral con enjuagues de clorheridina, solución yodada rebajada, bicarbonato y sal o agua de manzanilla. No usar soluciones alcohólicas como colutorios.
      • Si aparece candidiasis oral será necesario aplicarse colutorios de nistatina (Mycostatín) y en ocasiones su empleo deberá asociarse a antifúngicos sistémicos como el fluconazol.
      • Si aparecen infecciones bacterianas orales los fármacos de elección serán las tetraciclinas vía oral. 
      • Se recomienda para la sequedad de los labios el empleo de lanolina o vaselina.
    • Recomendaciones dietéticas:
      • Enjuagarse la boca antes de las comidas.
      • Beber agua en las comidas. Evitar los irritantes como el alcohol, el café y los refrescos o bebidas azucaradas.
      • Evitar los alimentos secos: frutos secos, corteza de pan, carne o pollo a la plancha, etc.
      • La verdura es mejor tomarla en forma de cremas o purés.
      • La carne, pollo o pescado es mejor que vayan acompañados de salsas para que resulten jugosos y fáciles de comer. Si hay dificultad para tragar deben añadirse a los purés.
      • Durante el tratamiento con radioterapia puede ser recomendable tomar una dieta blanda o incluso triturada a temperatura ambiente. Tras el tratamiento basta con que sea una dieta de fácil masticación.
      • Las gelatinas y el agua gelificada pueden ser un buen complemento alimentício, especialmente si durante el tratamiento hay odinofagia o dolor al tragar. 
      • Los helados también pueden ayudar a refrescar la boca y aliviar el dolor secundario a la mucositis acompañante durante el tratamiento.
      • Si hay una situación de disgeusia o cambios en el sabor de los alimentos con tendencia a un gusto metálico, se recomienda la utilización de cubiertos de silicona o de plástico.
      • Si lo que hay es una hipogeusia o falta de gusto se pueden utilizar especias o hierbas aromáticas para potenciar el sabor de los alimentos y hacerlos más atractivos y apetitosos.
    • Técnicas de radioterapia:
      • Se recomienda la utilización de técnicas de IMRT (radiación en intensidad modulada) para ahorrar al máximo la dosis en las glándulas salivares sin que ello vaya a significar una disminución de las dosis en el tumor.
    • Radioprotectores:
      • La amifostina es un potente radioprotector que se ha mostrado eficaz en la prevención de la xerostomía grado III post-irradiación. Sin embargo, la forma de administración endovenosa previa a cada sesión de tratamiento con radioterapia y su relación coste-eficacia desfavorable, así como la aparición de efectos secundarios graves como la hipocalcemia, náuseas, vómitos y reacciones cutáneas graves, han desaconsejado firmemente su uso. 
    •  Sialogogos: Es importante conocer si el paciente con xerostomía post-irradiación tiene suficiente reserva salival funcionante para que pueda ser estimulado. La estimulación salival puede hacerse con medidas sencillas mecánicas, químicas o gustativas como realizar comidas frecuentes, beber agua con limón, chupar caramelos sin azúcar, un cubito de hielo o hueso de aceituna o bien si se puede, mascar chicles con xylitol o sorbitol. También existen en el mercado medidas farmacológicas:
      • Pilocarpina (Salagén)  Es un potente estimulador de la secreción de las glándulas exocrinas, por lo que tiene efectos indeseables como sudoración y problemas digestivos
      • Anetoltitriona (Sialor) Se puede usar en combinación con la pilocarpina
      • Cevimilina
      • Betanecol
      • Piridostagmina. Estos 3 últimos fármacos han dejado de usarse en la práctica clínica habitual por sus efectos adversos.
    • Lubricantes:
      • Saliva artificial (Salivart)
      • Aplicaciones diarias en cubetas individuales de geles de fluoruro de sodio al 1% o gel de fluorofosfato acidulado al 1%.
      • Geles humectantes, especialmente para la noche (Bioxtra gel)
    • Otros:
      • Vitamina E. Es una vitamina liposoluble presente en muchos alimentos. Se cree que tiene efectos antioxidantes y como radioprotector. Hay algún estudio que demuestra su eficacia en la reducción de xerostomía severa.
      • Pentoxifilina Recientes estudios han demostrado una reducción en la fibrosis radioinducida.
      • Transferencia quirúrgica de una glándula submaxilar al espacio submentoniano previo a la irradiación. Está siendo objeto de ensayo clínico por la RTOG (Radiation Therapy Oncology Group).

    NOTA: Información facilitada sin ánimo de lucro.

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    50 sombras de Gy: ¿Qué es el daño pulmonar radioinducido? 4.67/5 (3)

    El daño pulmonar radioinducido se define como un proceso inflamatorio pulmonar que se produce tras la exposición completa del pulmón o de una parte muy concreta del mismo a la radiación ionizante. Así podemos ver esta toxicidad siempre que irradiemos un órgano cercano al tórax o que esté incluido en él como ocurre con la irradiación de los tumores de mama, los tumores de cabeza y cuello, los linfomas que impliquen al mediastino,  los timomas, los tumores de esófago y los tumores pulmonares.

    Formas de presentación:

    • Neumonitis rádica: Es el daño pulmonar radioinducido agudo y suele aparecer a los 2-3 meses tras la radioterapia y puede persistir hasta 7 meses tras ella.
    • Fibrosis pulmonar: Es el daño pulmonar radioinducido crónico aparece a partir del año de la irradiación. Podríamos decir que es una “cicatriz” pulmonar que deja la irradiación a este nivel.

    ¿Por qué se produce?
    El tejido pulmonar es particularmente radiosensible. Podríamos decir que el pulmón está compuesto por un sistema de pequeños conductos ramificados acompañados de vasos sanguíneos que finalmente desembocan en los alveólos, unos pequeños sacos esponjosos donde se produce el intercambio de gases.

    En el dibujo se representa lo que sería la unidad funcional del pulmón, el acino pulmonar que incluye el bronquiolo terminal y los bronquiolos respiratorios que finalizan en el saco alveolar y cada uno de éstos contiene muchos alveólos. 

    Pues bien, tras la irradiación de estos acinos se produce un período latente que puede durar de 3 semanas o varios meses en los que no se objetiva ningún daño clínico, radiológico ni tampoco histológico (es decir, no vemos daños en el tejido pulmonar si hiciésemos una biopsia). Tras superar ese período pueden verse unos cambios inflamatorios en el tejido pulmonar: pérdida de neumocitos, pérdida de surfactante pulmonar y de una membrana de proteoglicanos produciendo un aumento de la permeabilidad capilar y también destruyéndose parte de esos pequeños capilares. Estos cambios agudos o neumonitis rádica pueden regresar hacia la normalidad o bien pueden evolucionar hacia un daño crónico o fibrosis pulmonar. Ésta se caracteriza por la aparición de depósitos de colágeno en la pared alveolar o bien en el propio espacio alveolar Es importante saber que para que este daño pulmonar se traduzca clínicamente, es decir, produzca síntomas, debe haber un número crítico de acinos destruidos por la radiación.
     
    Grados neumonitis rádica:
    • Grado I: El paciente está asintomático y el diagnóstico es radiológico.
    • Grado II: El paciente está levemente sintomático (tos seca), pero los síntomas no interfieren en las actividades básicas de la vida diaria
    • Grado III: El paciente muestra síntomas que interfieren en las actividades básicas de su vida diaria, precisando oxigenoterapia varias horas al día.
    • Grado IV: Se produce una insuficiencia respiratoria severa precisando oxigenoterapia 24 horas o incluso soporte ventilatorio.

    Factores de riesgo: (Extraídos de este artículo médico)

    • Volumen y dosis de radiación: Éste es un dato que los radioncólogos tenemos muy en cuenta a la hora de planificar la radioterapia. Durante el proceso de planificación se intenta que haya el menor volumen de tejido pulmonar sano que reciba una dosis crítica de radiación. Utilizamos además fórmulas (NTCP) que predicen la probabilidad de tener esta complicación.
    • Edad: Los pacientes con edades superiores a los 70 años parecen ser más susceptibles a padecer esta complicación.
    • Localización pulmonar: La irradiación del volumen pulmonar medio e inferior aumenta más el riesgo de neumonitis que la irradiación de la parte superior o vértices pulmonares.
    • Tabaquismo: Resulta curioso, pero parece que los fumadores presentan una discreta menor frecuencia de neumonitis rádica que los no fumadores. En cualquier caso, los síntomas que presentan los fumadores son muy parecidos a la neumonitis lo cual puede llevar a resultados algo contradictorios.
    • Morbilidad pulmonar: Tanto las enfermedades pulmonares crónicas como las cardíacas pueden dar lugar a un aumento de la toxicidad pulmonar por radiación debido a que “llueve sobre mojado” y hay un volumen crítico de pulmón que al verse afectado puede precipitar los síntomas de la neumonitis. Los pacientes con una capacidad vital pulmonar limitada de base tienen un mayor riesgo.
    • Quimioterapia previa: Resulta sorprendente, pero en los estudios sobre el tema, la quimioterapia secuencial, es decir, previa a la radioterapia aparece como un factor que aumenta la toxicidad pulmonar frente a la quimioterapia concomitante (dada en el mismo tiempo que la radioterapia). Como indica el estudio referenciado, es difícil sacar conclusiones sobre estos resultados, pues puede que haya un sesgo en el tipo de pacientes tratados de una forma o de otra y por tanto no se pueden comparar. Otra explicación sería que la quimioterapia previa podría aumentar la radiosensibilidad pulmonar ya que se dan dosis más altas que en las formas concomitantes.

    Clínica: 

    • La mayor parte de los pacientes que presentan una neumonitis rádica están asintomáticos y son diagnosticados a través de pruebas radiológicas de control. En ellas se observa de forma característica una opacidad pulmonar o “infiltrado rectilíneo” que parece dibujar el campo de irradiación (tal y como muestra la radiografía de arriba)
    • Tos seca persistente
    • Fiebre
    • Disnea subaguda o aguda
    • Insuficiencia respiratoria

    Tratamiento:  

    • Los corticosteroides orales han sido el pilar del tratamiento de la neumonitis por radiación, a menudo con resultados muy buenos con una tasa de respuestas de hasta el 80% en la mejora de los síntomas. Sin embargo, los corticosteroides no influyen en la supervivencia, incluso en pacientes que desarrollan neumonitis por radiación grave. La profilaxis con corticosteroides no se ha demostrado su eficacia, pero algunos estudios sugieren algún beneficio. 
    • Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) (utilizados para la hipertensión arterial) se ha demostrado que inhiben la neumonitis en un modelo animal. No hay todavía estudios que demuestren su eficacia en humanos. 
    • Los corticoides inhalados pueden minimizar los efectos secundarios de los corticoides orales y se utilizan de forma rutinaria en el tratamiento del asma. Los esteroides inhalados se están utilizando de forma creciente para el tratamiento de otras enfermedades pulmonares tradicionalmente tratados con esteroides sistémicos.
    • Si existe insuficiencia respiratoria acompañante se deberá asociar oxigenoterapia y otros tratamientos inhalados de soporte.  

     

     

     

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    50 sombras de Gy: ¿Qué es la cistitis rádica? 4.93/5 (15)

    La cistitis rádica es un proceso inflamatorio de la vejiga que se produce en aquellos pacientes que han recibido radioterapia en la región pélvica.

    ¿ Por qué se produce la cistitis rádica?

    Tanto la vejiga como los uréteres están cubiertos por dentro de una capa mucosa llamada urotelio. Sus células son repuestas a partir de unas células llamadas basales que se dividen con gran lentitud. El urotelio está constituído de grandes células polipoides (con forma de pólipo) conectadas por uniones muy firmes y cubiertas por una película hecha de unos mucopolisacáridos, también llamados glicosaminoglicanos que sirven para dar impermeabilidad a la vejiga.

    Tras la radioterapia y en la fase aguda, se daña esa capa interna y superficial, dando como resultado una pérdida de impermeabilidad de la vejiga y un agrandamiento de las células del urotelio. En fases tardías ( 6 meses o años tras la radioterapia) el urotelio se hace más fino y aparecen numerosos capilares dilatados llamados telangiectasias.

    Grados de cistitis:

    • Grado I: Atrofia urotelial leve, escasas telangiectasias y hematuria o sangrado de orina microscópico (no se ve).
    • Grado II: Aumento de la frecuencia urinaria, telangiectasias generalizadas y hematuria intermitente.
    • Grado III: Aumento cuantitativo de la frecuencia urinaria, con escozor importante, reducción de la capacidad vesical y sangrado frecuente.
    • Grado IV: Capacidad vesical muy reducida (menos de 100 cc) y hematuria severa.

    Factores de riesgo:

    • Relacionados con la radioterapia:

      • Dosis total de irradiación recibida

      • Volumen de vejiga irradiada

      • Tipo de radioterapia (Radioterapia externa o braquiterapia)

    • Relacionados con la cirugía:

    • Relacionados con el paciente:

      • Radiosensibilidad específica

      • Infecciones de orina previas frecuentes

    Síntomas:

    • Disuria (escozor al orinar)

    • Polaquiuria (aumento de la frecuencia miccional)

    • Hematuria o sangrado en la orina que puede ser imperceptible (microscópico), tiñendo la orina (macroscópica) o con coágulos (anemizante)

    • Tenesmo vesical (no se queda a gusto tras orinar, teniendo necesidad de volver a orinar)

    • Espasmos vesicales o dolor vesical

    Tratamientos:

    No existe un tratamiento determinante para las cistitis rádicas severas. Aquí expongo varias opciones posibles y que en ocasiones pueden mezclarse o solaparse entre sí:

    Intravesicales:

    1. Lavados vesicales con suero fisiológico. Es un tratamiento para lavar la vejiga por dentro y extraer coágulos
    2. Ácido hialurónico intravesical. Repone temporalmente la capa de mucopolisacáridos interna de la vejiga, mejorando su impermeabilidad y estimulando la reposición de colágeno y posteriormente del urotelio.
    3. Aluminio intravesical. Actúa sobre los capilares, produciendo una vasoconstricción, endurecimiento del interior de los capilares, disminuyendo pues la inflamación de la vejiga.
    4. Formolización intravesical. Es muy efectivo pero potencialmente muy tóxico por lo que ha caído prácticamente en desuso.

    Sintémicos

    1. Estrógenos conjugados. No se conoce muy bien su mecanismo de acción, pero se cree que modula la respuesta inmunitaria celular. Su bajo coste, escasos efectos secundarios, facilidad de administración y que no compromete otros tratamientos hace que se plantee su uso.
    2. Pentosán polisulfato. Posee un efecto antiinflamatorio y repara la capa de mucopolisacáridos del urotelio. Tiene también escasos efectos secundarios
    3. Ácido aminocaproico oral. Es útil para cortar las hemorragias.
    4. Factor VIIa recombinante. Actúa promoviendo la formación de fibrina en los capilares dañados y actúa sobre las plaquetas. Es útil en pacientes con enfermedades de la coagulación o en casos de hemorragias graves

    Físicos

    1. Cámara hiperbárica
    2. Embolización de arterias ilíacas internas
    3. Distensión con balón de Helmsein
    4. Cistectomía, es decir quitar quirúrgicamente la vejiga

    Cabe decir que la cistitis rádica en su forma crónica se produce aproximadamente en un 5-10% en mayor o menor grado. Habitualmente con los tratamientos actuales podemos aminorar los síntomas y en un buen porcentaje de pacientes puede resolverse el cuadro.

    Imagen de una cistitis rádica vista a través del cistoscopio, donde pueden apreciarse los capilares dilatados o telangiectasias.

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