Oncología y Redes Sociales

Esta semana he tenido la fortuna de poder hablar para el público general de un tema que me apasiona: “Oncología y Redes Sociales”. La conferencia tuvo lugar el pasado 19 de Abril en Ibercaja Patio de la Infanta de Zaragoza dentro del ciclo de conferencias sobre “Tecnología y curación. Nuevos avances en Tecnología Médica y Atención Oncológica” compuesto por 3 charlas semanales organizadas por la Asociación de Psicooncología de Aragón (APOA).

Tuve la suerte de contar con una excelente anfitriona, presentadora, moderadora, compañera de fatigas y sobre todo amiga, la Dra Reyes Ibáñez, Jefe de Sección del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Fue ella quien me invitó amablemente al acto en nombre de APOA e Ibercaja, haciéndome sentir como si estuviera en mi propia casa. No en vano nos conocemos desde hace muchos años y ambas tenemos ya nuestro recorrido profesional que sin duda nos une. El lugar escogido para ello no podría ser mejor, pues el auditorio dispuesto cuenta con magníficas pantallas y tecnología multimedia para una correcta visualización y audición de las conferencias. He de decir también a su favor, que el equipo técnico informático y de sonido funcionó admirablemente, ayudándome a que todo transcurriera sin demasiados sobresaltos.

Hablar de Oncología y Redes Sociales es todo un reto. Poca gente conoce el uso profesional y el potencial que tienen estas herramientas más allá del empleo ocioso y en ocasiones frívolo que se hace de ellas. Es habitual ver las caras de rechazo entre propios y extraños y captar un halo de cierto escepticismo a la hora de hablar de estos temas.  Eso lo convierte en un caldo de cultivo propicio para que se aprovechen personas que nada tienen que ver con el mundo sanitario, pero que se atreven a dar consejos con total impunidad a través de este medio que pueden hacer mucho daño. Para contrarrestar este hecho, eliminar la brecha digital existente y reforzar tanto la autoridad científica como la reputación de los profesionales sanitarios no caben excusas para no estar ahí y establecer las conexiones necesarias con nuestros pacientes.

Internet ha venido al mundo para quedarse y con él las redes sociales también. Ya no hay excusas para darle la espalda a esta nueva realidad que nos rodea. Médicos y pacientes tenemos una oportunidad de oro para reforzar la necesaria relación deliberativa entre ambos, reforzando los lazos de dicha relación y mejorando día a día en la necesaria y responsable toma de decisiones compartida. Nace una nueva generación de pacientes, los e-pacientes y con ella se adquiere de una forma paralela una nueva generación de médicos, los e-doctores. Con todo ello, se mejora la fluidez de la información entre colegas y estar al día gracias a las redes sociales se hace cada vez más útil y necesario.

La alfabetización digital y la adquisición de competencias digitales aplicadas a la salud está empezando a no verse como una cuestión baladí, dada la repercusión y la viralidad que pueden llegar a tener. Es posible que una gran mayoría las vea con recelo y hasta con cierto miedo o pudor por los peligros que a prioiri parecen desentrañar. Sin embargo, opino que utilizadas como buenas herramientas pueden ser una palanca magnífica para impulsar una buena Promoción y Educación para la Salud en el ámbito oncológico que redundaría en un mejor autocuidado, compromiso y responsabilidad por parte de la población general.

La prensa, la radio y la televisión siguen siendo medios naturales de difusión de contenidos en salud y en consecuencia de temas relacionados con el cáncer, pero muchos pacientes están ya en comunidades virtuales y en asociaciones que utilizan las redes sociales para comunicarse. Esto nos debe hacer pensar que nuestra presencia como médicos en general y oncólogos en particular, necesariamente debe incrementarse sin paliativos. 

 

La sede central de Ibercaja aloja en su interior una sorprendente y admirable joya arquitectónica aragonesa llamada Patio de la Infanta , un patio renacentista de estilo plateresco cuya historia me fue relatada y me pareció francamente impresionante pues tuve la suerte de contemplar pausadamente y fotografiarme junto a las doctoras  Reyes Ibáñez y Natividad Bascón.

Les dejo con la presentación de mi charla y un video sobre Oncología 2.0

Quiero desde aquí agradecer a la Dra Reyes Ibáñez, a la Asociación de Psicooncología de Aragón y a Ibercaja por invitarme a dar esta charla en Zaragoza. A la Dra Natividad Bascón y al Dr José Antonio Cuenca por acompañarme en el auditorio y al Dr Rodríguez Melcón por cederme prestadas algunas de sus diapositivas de la mesa de SEOR 2.0 en su pasado Congreso Nacional en Valencia.

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¿Regreso al futuro?

Allá por el año 1985 se estrenaba la película que muchos recordarán “Regreso al futuro” donde un jovencísimo Michael J.Fox encarnado en el personaje de un adolescente llamado Marty McFly y un loco científico, el Dr E.L. Brown, que atendía al apodo de “Doc”, emprenden un viaje al futuro a través de una máquina del tiempo inventada por él. Accidentalmente viajan al pasado hacia el día 12 de Noviembre de 1955 y una vez resuelta la trama de la película vuelven ambos a la actualidad. Seguidamente se proponen realizar un viaje al día 21 de Octubre de 2015

Cinco años antes (en Octubre de 2010) de esa fecha a la que apuntaba el reloj de aquel fantástico coche de “Regreso al futuro”, estuve en un congreso de ASTRO (American Society for Radiation Oncology) en San Diego, California, donde tomé estas fotografías de arriba. Además de impresionarme con los stands comerciales con las últimas novedades tecnológicas de mi especialidad, me llamó poderosamente la atención ese emblemático coche. Curiosa coincidencia que me ha hecho pensar que aquel pasado tenía marcado un potencial futuro que es ya presente.

A primeros del mes de Noviembre de 2015, tuve la oportunidad de asistir al I Workshop sobre Desafíos Profesionales de la Medicina en la Era Digital en la Facultad de Medicina de Málaga dirigido por el Dr Rafael Ruiz Cruces y que contó con grandes e interesantes ponentes que ofrecieron una amplia imagen visionaria sobre el futuro de la Medicina del siglo XXI inmersa en una revolución digital y tecnológica sin precedentes. Toda vez los asistentes íbamos escuchando las ponencias, la sensación de viajar al futuro se hacía más patente. Quedó claro que los médicos del nuevo milenio teníamos que aprender nuevas habilidades para poder ejercer con soltura en esta nueva era y que la posibilidad de la confluencia de carreras universitarias híbridas podría convertirse en realidad en pocos años.

Se habló durante el Workshop de cómo será la Medicina en 2040, de las nuevas fronteras de la Cirugía, de Robótica, de Branding, de Genética, de Bioinformática e Inteligencia Artificial, de la Nanotecnología, de la Innovación Biomédica, de la Resonancia Biomédica y su huella metabólica, del Internet de las Cosas y de la Computación Cognitiva. Para ello contaba con grandes y conocidos profesionales de diferentes ámbitos relacionados con la salud: el Dr César Ramírez Plaza,  el Dr Victor F Muñoz Martínez,  el Dr José Antonio Trujillo Ruiz,  el Dr Armando Reyes Engel,  el Dr Jesús M Doña Fernández, el Dr Jesús Martínez de la Fuenteel Dr Julio Mayol, la Dra Maria Luisa García Martín, Marlon Molina Antonio Orbe Mendiola. Al finalizar y para amenizar tuvo lugar un entrañable y magnífico taller de “Revolución Optimista” con los hermanos Bonilla que nos dejaron un excelente sabor de boca.

En este enlace pueden ver los videos de las ponencias

Si regreso sobre mis pasos al pasado de mi propia especialidad médica, la Oncología Radioterápica, observo grandes cambios tecnológicos y de precisión terapéutica. Hemos pasado del cálculo en una distancia en profundidad en un punto, trabajando sobre referencias anatómicas, a la radioterapia 2D con los simuladores convencionales siguiendo los campos de irradiación clásicos de Fletcher, a la radioterapia en 3D con los TAC-simulador y planificadores en 3D, para llegar a la actual irradiación en intensidad modulada (IMRT) guiada por imagen (IGRT) y planificación volumétrica o la radiocirugía craneal o extracraneal. Poco a poco hemos rizando el rizo y la irradiación se esculpe ya en “full HD” o alta definición, empleando cada vez más, diferentes imágenes radiológicas, como la resonancia magnética o la PET, para definir mejor y con mayor precisión el volumen a irradiar. Por no hablar de las mejoras técnicas y de ingeniería de los aceleradores lineales o también a nivel de redes informáticas acompañantes a los equipos que facilitan enormemente todo el flujo de trabajo en una Unidad de Oncología Radioterápica.

Esta misma semana ha saltado en los medios la noticia de un nuevo progreso tecnológico en Oncología Radioterápica. Se trata de un sistema, similar a un GPS, que ofrece seguimiento preciso y exacto del tumor en tiempo real. Esto nos permite a los especialistas mantener la “diana” en la trayectoria del haz de radiación en todo momento (también llamado “tracking“). Este seguimiento es particularmente importante cuando se utiliza escalada de dosis en el tratamiento, es decir dosis de irradiación muy altas. Este sistema, al detectar el mínimo movimiento del tumor en el paciente, permite irradiar con precisión submilimétrica, evitando así al máximo la irradiación del tejido sano circundante.

La visión en la “máquina del tiempo” sobre lo que el futuro de la Oncología Radioterápica nos deparará será más precisión, tratamientos más cortos, realizados en menos tiempo, con una alta eficacia terapéutica y bajo índice de toxicidad. Todavía queda campo por explorar en la interacción de la radioterapia con la inmunoterapia, la hipertermia y diferentes fármacos radiosensibilizadores. Se predecirá de forma más personalizada la radiosensibilidad de cada paciente, sus tejidos sanos y del propio tumor, en la cual la biología molecular nos responderá a algunas incógnitas todavía por resolver.

Regresando al futuro, les dejo con el video sobre este novedoso y revolucionario sistema en el tratamiento en Oncología Radioterápica.

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¿Qué es la inmunooncología? 5/5 (3)

La respuesta de nuestro sistema inmune es una herramienta potente y eficaz en la lucha contra las infecciones que también podría ser capaz de destruir células tumorales. El estudio de la biología del cáncer nos conduce en paralelo al desarrollo de agentes moleculares dirigidos, que se han convertido en uno de los avances más importantes en el tratamiento del cáncer. Recientemente, las nuevas mejoras en la investigación del sistema inmunitario han llevado al descubrimiento y desarrollo de la inmunooncología.

La inmunooncología se basa en crear una respuesta inmunitaria dirigida y eficaz contra un tipo específico de tumor que podría ayudar a lograr importantes beneficios clínicos para los pacientes. La inmunooncología supone una nueva era en el tratamiento del cáncer, ya que aprovecha el propio sistema inmunitario del organismo para atacar a las células cancerosas. Es probable que muchos de los futuros avances terapéuticos contra el cáncer surjan de esta área de investigación.

El estudio de la biología del cáncer, gracias a la secuenciación del genoma humano en 2003 y a los progresos científicos en investigación fisiológica, ha llevado a la identificación de genes, proteínas y procesos que están implicados en el crecimiento la supervivencia y las metástasis de las células cancerosas. Esto ha conllevado el desarrollo de fármacos moleculares dirigidos a dianas específicas como lo son algunos receptores y proteínas localizados en la superficie y en el interior de las células tumorales. La era de los tratamientos dirigidos, en la década de 1990, ha traído consigo el descubrimiento de muchos fármacos que han mejorado significativamente la supervivencia del cáncer y la toxicidad. Gracias a estos avances, se han podido identificar a pacientes que presentaban ciertas anomalías celulares e indicarles el tratamiento que probablemente era más eficaz para ellos. Eso ha permitido hacer una Medicina Personalizada e identificar de este modo a los pacientes que no eran idóneos y ahorrarles un tratamiento innecesario y sus efectos secundarios. Todo ello ayuda a delimitar este nueva era.

Más recientemente, se han llevado a cabo importantes avances en el desarrollo de nuevas inmunoterapias que tienen la capacidad de reforzar la respuesta del sistema inmunitario de los pacientes. Todos los pacientes, independientemente de las anomalías genéticas o de los procesos que presenten, podrían obtener un efecto terapéutico beneficioso, ya que la diana del tratamiento es la respuesta inmunitaria del propio paciente.

Pero ¿cómo destruye el sistema inmunitario las células anormales? El sistema inmunitario está formado por una gran variedad de células, cada una con funciones específicas. Estas células actúan juntas, de manera coordinada, para reconocer y eliminar del organismo las células anormales. Cuando el sistema inmunitario detecta células anormales, se activa automáticamente una respuesta inmunitaria que se dirige a las moléculas de la superficie (antígenos) de los microorganismos patógenos o células anormales. La presencia del antígeno en las células anormales estimula al sistema inmunitario corporal a producir respuestas celulares mediadas y/o anticuerpos.

Un componente importante de esta respuesta mediada por la célula es la activación y producción de linfocitos T, que son poderosos glóbulos blancos que pueden eliminar o neutralizar las células infectadas o anormales. En el sistema inmunitario hay una serie de linfocitos diferentes que tienen funciones específicas. Los linfocitos T, a su vez se dividen en linfocitos T citolíticos, T colaboradores, T de memoria y T reguladores (o supresores). Los linfocitos B son los glóbulos blancos que se encargan de fabricar anticuerpos.

¿Y entonces, qué es la inmunooncología? El estudio de la respuesta inmunitaria de los pacientes con cáncer y de cómo se puede manipular esta respuesta para reducir el crecimiento tumoral y mejorar los resultados del tratamiento es fundamental en inmunooncología. Se espera que las nuevas terapias en este campo mejoren el tratamiento del cáncer. El efecto clínico de la inmunoterapia (efecto tardío) es distinto del de otras terapias convencionales (efecto temprano), de modo que las respuestas inmunológicas pueden tardar algún tiempo en traducirse en actividad clínica. Por lo tanto, es posible que no se observe un efecto clínico beneficioso hasta algunos meses después del inicio del tratamiento.

Continuamente se están desarrollando nuevos anticuerpos que se dirijan a componentes clave del sistema inmunitario. La investigación científica ha identificado genes, proteínas y vías que están estrechamente implicadas en el crecimiento de células cancerígenas, la supervivencia y la metástasis.

¿Y cuáles son los efectos secundarios más frecuentes de los fármacos inmunooncológicos? Los anticuerpos monoclonales son los más investigados y más utilizados en inmunoterapia para tratar el cáncer. Se administran mediante inyección intravenosa. Para muchos pacientes, los efectos secundarios de los anticuerpos monoclonales son más moderados que los que se observan con la quimioterapia, presentándose frecuentemente como una reacción de tipo alérgico. La vigilancia del cumplimiento y de la seguridad son aspectos importantes del tratamiento. Los efectos secundarios relacionados con el sistema inmunitario son diferentes de los que se observan con la quimioterapia y los medicamentos dirigidos, por lo que también se tratan de forma diferente. Por ejemplo, la diarrea relacionada con la inmunoterapia se trata administrando corticosteroides, mientras que la diarrea que acompaña a la quimioterapia se trata con antidiarreicos. Algunos de los efectos secundarios más frecuentes que se presentan con la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales son: la erupción cutánea, el escozor de la piel o urticaria, síntomas pseudo-gripales como fiebre, escalofríos, dolor muscular, fatiga y cefalea, diarrea, náuseas y vómitos, hipotensión o tensión arterial baja.

Científicos de todo el mundo han estudiado durante décadas el papel que el sistema inmunológico puede jugar en la lucha contra el cáncer. Sin embargo, solo recientemente se ha descubierto que las terapias inmuno-oncológicas proporcionan beneficios antineoplásicos duraderos a pacientes que previamente tenían muy pocas opciones de tratamiento a su disposición. Estas terapias representan un “avance” en la terapia contra el cáncer y tienen el potencial para revolucionar la manera en que se tratan muchas formas de cáncer. Este folleto pretende ayudar a los pacientes a entender qué son estas nuevas terapias, en qué difieren de los tratamientos existentes y qué papel jugarán en los próximos años.

Por este motivo el Grupo Español de Pacientes con Cáncer, GEPAC, ha editado una interesante guía sobre la inmunooncología donde se explican diferentes aspectos del tratamiento:

¿Qué es la inmuno-oncología?
¿En qué se diferencian las terapias inmuno-oncológicas?
Supervivencia prolongada de calidad para los pacientes
¿Frente a qué tipo de cánceres funciona?

 

¿Qué fármacos están disponibles para los pacientes?
¿Qué significa esto para su tratamiento?

 

Les dejo con un video explicativo muy didáctico (pues el tema tiene su complejidad y puede resultar un poco árido) sobre la inmunooncología. 

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