Bienvenid@ a "Un Rayo de Esperanza". Soy Virginia Ruiz, una radiooncóloga que se define como médico en el sentido amplio de la palabra, con un interés especial por todo lo que rodea al enfermo oncológico. Creo firmemente en la Medicina Basada en la Evidencia, pero también en la Medicina Basada en la Diferencia y en la Experiencia. Estoy en la senda hacia una Medicina Humanista, porque si lo pensamos bien no existen enfermedades, sino enfermos…
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en las mujeres y habitualmente precisa de un tratamiento multidisciplinar que engloba a la cirugía, la quimioterapia, la hormonoterapia y la radioterapia. Voy a centrarme como especialista en la materia en la radioterapia externa, explicando paso a paso el proceso que habitualmente seguimos.
La primera visita:
En ella el radioncólogo le explicará en primer lugar si existe en función del tipo de cirugía aplicada y factores de riesgo, la indicación o no de hacer radioterapia. Normalmente nos guiamos por protocolos médicos bien establecidos, pero siempre pueden existir algunas circunstancias que contraindiquen la radioterapia.Habitualmente en el cáncer de mama la radioterapia se aplica como tratamiento adyuvante o complementario a la cirugía. Si además la paciente precisa de quimioterapia, el tratamiento con radiaciones se aplazará hasta que ésta haya finalizado.Si la cirugía que se ha aplicado a la paciente ha sido conservadora, es decir, que la paciente conserva su mama, será necesario complementarlo con radioterapia. Si se ha practicado una cirugía radical o mastectomía, el médico tendrá que valorar una serie de factores de riesgo para recaída local que se encuentran en el análisis de la pieza quirúrgica y que vienen definidos en el informe de anatomía patológica. En función de estos datos el radioncólogo también valorará si es necesario irradiar sólo la glándula mamaria, pared torácica (área de mastectomía) o también las áreas ganglionares de la axila y área supraclavicular.
La simulación:
Si en el paso anterior se ha indicado la radioterapia, el especialista le emplazará a hacerse una simulación. La simulación consiste en hacerse una TAC-simulación que reproduzca lo más fielmente posble las condiciones en las que se va a tratar luego en la mesa de tratamiento. Para ello nos serviremos de algún sistema de inmovilización, bien un plano inclinado o algún tipo de soporte que nos mantenga los brazos en alto y facilite la aplicación de la radioterapia.
Se procederá colocarle de forma alineada y lo más estable posible y se procederá a hacer la exploración. Por fuera, la TAC dispone de unos láseres externos que se utilizan para marcar unas coordenadas sobre la piel que una vez finalizada la exploración le pintarán sobre ella o tatuarán en forma de pequeños puntos casi imperceptibles. Es importante que la paciente esté tranquila y relajada durante este proceso que en total puede durar entre 15-20 minutos. Para agilizar el proceso es conveniente que lleve ropa cómoda y fácil de quitar. Es posible que al finalizar la exploración le tomen unas fotografías que también nos servirán de referencia.
La Planificación:
Con las imágenes obtenidas en la simulación, su médico hará una prescripción de dosis en un volumen concreto. Este es un proceso personalizado de diseño de su tratamiento. Aquí el radioncólogo procederá a contornear en un planificador (ordenador específico para diseñar los haces de tratamiento y hacer los pertinentes cálculos de dosis de radiación) tanto los llamados órganos críticos (órganos sanos que nos interesa reciban no más de una determinada dosis para no dañarlos: pulmón, la otra mama, médula espinal, tiroides, esófago, corazón, etc) como los tejidos u órganos diana de cada caso (donde si nos interesa que se reciba una dosis tumoricida según cada caso: mama o pared torácica, ganglios axilares y supraclaviculares). A partir de aquí los encargados de hacer la mejor planificación posible serán los técnicos dosimetristas y los radiofísicos. Ellos deberán velar por que nuestra prescripción de dosis se ajuste de la mejor manera posible. Luego el radioncólogo debe supervisar junto con el radiofísico de que todo esté en orden y dará su visto bueno, o no, al tratamiento. Una vez acordado el plan, se validará y ya estará listo para comenzar el tratamiento.
El Tratamiento:
El primer día de tratamiento será un poco más largo que el resto de sesiones, pues estará presente el médico junto con los técnicos para ratificar que lo planificado se ajusta a la realidad. Se realizarán pruebas de imagen para verificarlo. Si hay alguna pequeña variación se ajustará ese día y se irá comprobando su estabilidad a lo largo de todo el tratamiento. Es también importante para facilitar el trabajo a todos que venga con ropa cómoda y fácil de quitar. En la mesa de tratamiento debe estar quieta y relajada como en la simulación. Notará como los técnicos de radioterapia le movilizan y hacen pequeños desplazamientos con la mesa. Ayudados por láseres y por los puntos de tatuaje conseguirán reproducir la postura es la que se encontraba cuando le simularon. Es importante que la paciente se deje hacer y no se mueva, pues así facilita el trabajo a los técnicos y encontrarán en menos tiempo la postura adecuada. Si todo lo verificado está bien seguirá con sus sesiones programadas y prosequirá su tratamiento normalmente. Generalmente se aplican sesiones diarias de lunes a viernes con una duración aproximada de 15 minutos. El número de sesiones a aplicar dependerá del fraccionamiento que elija el médico.
Visitas durante el tratamiento:
Durante el tratamiento su radioncólogo le visitará semanalmente para ver su tolerancia. En esta visita deberá indicar cuanquier síntoma especialmente si es relacionado con su piel, cansancio, molestias locales o dolor al tragar. Si aparece algún problema de toxicidad derivada de la radioterapia, el médico valorará si es necesario o no recibir algún consejo o tratamiento médico. La piel debe mantenerse limpia e hidratada, pero no debe aplicarse ninguna crema antes de las dos horas previas a la radioterapia.No dude en preguntar ante cualquier síntoma relevante.
Fin de tratamiento:
Su médico valorarásu tolerancia al tratamiento y le dirá la conducta a seguir en relación a consejos médicos y prescripciones médicas. Le proporcionará un informe con todos los datos del tratamiento aplicado y le emplazará a un seguimiento médico con los análisis o pruebas complementarias que considere oportunas. Este seguimiento puede ir alternado con el de otros especialistas.
Seguimiento:
Durante las visitas sucesivas su radioncólogo valorará tanto el estado de la enfermedad como la toxicidad a medio y largo plazo de la radioterapia. También le indicará si debe o no seguir y hasta cuándo el tratamiento hormonal en el caso que lo hubiese necesitado. Las complicaciones aunque son infrecuentes pueden surgir. Las más importantes son la radiodermitis crónica, la fibrosis, el edema cutáneo (“piel de naranja”), linfedema, hipotiroidismo, neumonitis, esofagitis o cardiopatías secundarias (muy raras). Si surge alguna de estas complicaciones tardías buscará un tratamiento adecuado. Si surgiera una recaída de su enfermedad, el radioncólogo es posible que le haga un seguimiento más estrecho y le indique la conducta a seguir. Aunque este hecho no se produce de forma frecuente en el cáncer de mama localizado no deja de ser importante que sea visitado con la perioricidad que su médico le indique.
Muchas veces nos olvidamos que los seres humanos somos mamíferos y como tales estamos perfectamente diseñados para alimentar a nuestras crías con leche materna durante los primeros meses (o incluso años) de su vida. Esto ha sido así durante miles de años en la existencia de la Humanidad. En el siglo XX y XXI esta tendencia natural heredada ha ido decreciendo, desgraciadamente, de forma paulatina. Esta situación, al igual que viene sucediendo con otros cambios sustanciales de nuestro estilo de vida, como por ejemplo ocurre con la obesidad o el sedentarismo, son ahora factores que demuestran su relación con el incremento de la incidencia de cáncer de mama.
Son ya bien conocidas las bondades que tanto para el bebé como para la madre tiene el hecho de amamantar por lo que su práctica sigue siendo muy recomendable, no sólo desde un punto vista clínico, sino también desde un punto de vista humano. Pero al margen de estas consideraciones, este “post” quiere hacer hincapié en un aspecto que, aunque ha sido ampliamente estudiado y científicamente probado, no se le ha conferido la importancia que tiene: el efecto protector de la lactancia materna frente al cáncer de mama.
En palabras del conocido Pediatra Dr Carlos González, por cada 12 meses más de duración media de la lactancia materna, se podrían evitar, en los países desarrollados, 50.000 casos de cáncer de mama al año, un 11% del total, según los resultados de 47 estudios realizados en 30 países por el Grupo de Colaboración sobre Factores Hormonales en el Cáncer de Mama.
La lactancia es una “prevención primaria” de miles de mujeres que se evitarían así la biopsia, los efectos secundarios de los diferentes tratamientos oncológicos, los riesgos de una intervención y jamás tendrían un cáncer de mama. De momento parece ser una buena estrategia, junto a una dieta saludable y el ejercicio físico, todos ellos conocidos y aplicables para la prevención del cáncer de mama (tener muchos hijos también ayudaría, o adelantar la edad media de gestación pero hay que reconocer que esto ya no es tan fácil de aplicar).
Sólo por eso, por prevenir el cáncer de mama, deberían adoptarse políticas de protección a las madres lactantes, impulsar los hospitales amigos de los niños, formar a los profesionales, alargar el permiso de maternidad, etc. Pero es que además la lactancia materna previene el cáncer de ovario, la osteoporosis y la anemia en la madre. Y todo esto es apenas nada comparado con los efectos sobre la salud del bebé.
Si ahondamos en las razones científicas, parece que tanto el embarazo como la lactancia tienen un efecto positivo en la diferenciación del epitelio mamario y en la reducción de los niveles relativos de estrógenos, cuyos efectos se han relacionado ampliamente con el cáncer de mama.
Diversos estudios muestran una correlación significativa entre el tiempo de lactancia y la edad del diagnóstico del cáncer de mama, especialmente en pacientes con antecedentes familiares y personales de cáncer, pudiéndose observar una reducción de la incidencia en un 50%. Esto es especialmente importante en pacientes portadoras del gen BRCA1 (No se ha demostrado para el BRCA2).
En una interesante revisión bibliográfica se ha observado que la leche materna posee un complejo de alfa-lactoalbúmina con ácido oleico (llamado HAMLET, bonito nombre ¿verdad?) que induce la apoptosis o muerte celular programada de las células tumorales. Traducido significa que este componente de la leche materna produce una segura y efectiva protección frente al desarrollo de tumores de mama.
Creo que hay en la literatura científica suficientes argumentos para considerar a la lactancia materna como un regalo que nos ofrece nuestra naturaleza humana. Ese “oro blanco” es una alternativa económica, sostenible, respetuosa y altamente gratificante para cualquier mujer que ha pasado por la experiencia de la maternidad. Siempre que oigo al Dr Carlos González en su apoyo a la lactancia pienso en lo mucho que ha ayudado a las mujeres a disfrutar de ella y hacer salvables las múltiples dificultades que la mujer moderna encuentra a su paso. Aprovecho desde aquí mi agradecimiento a su contribución y apuesta por el sentido común.
Oigámoslo en este video sobre el tema que nos ocupa:
Por si algún despistado no lo sabe, nos encontramos en “Pinktober” que traducido sería “Rosactubre” para concienciar sobre la importancia que tiene el Cáncer de Mama en nuestro medio. Estos días oirán hablar mucho de su alta prevalencia (proporción de mujeres que sufren esta enfermedad con respecto al total de la población general), del diagnóstico precoz, de los tratamientos y de su supervivencia. Son días en los que se realizan infinidad de actos de concienciación no sólo en el territorio español, sino a nivel mundial. Algunos son actos simbólicos: llevar una prenda o lacito rosa, conciertos, etc. y otros son de divulgación como los seminarios que está llevando a cabo GEPAC (pincha aquí) y la AECC (pincha aquí). Sea cual sea el formato que utilicemos para luchar contra esta enfermedad es bienvenido. Son ya muchas las mujeres afectadas y merecen que la sociedad tome conciencia del problema y actúe positivamente.
Estas imágenes son mi pequeña y simbólica aportación en un día señalado como el de hoy
Foto enviada al Álbum Rosadel blog de Ariadna González: “Psicooncología para pacientes”, en las que me visto con una prenda rosa y levanto el pulgar en señal de que podemos entre todos vencer al cáncer de mama.
Mi bata con un lacito rosa, obsequio de una paciente que lucimos mis compañeros y yo con orgullo y cariño.
Este árbol lleno de lazos rosas que una compañera ha compartido a través de las redes sociales y que me ha parecido genial.
Les dejo ahora con 2 vídeos fantásticos :
Making off de la canción “Color Esperanza” para la AECC, titulado: Por Ellas, Por Ti. Interpretado por las cantantes del concierto “Por Ellas”
“Mamá se va a la guerra” es uno de los títulos que he escogido entre unos cuantos cuentos que hay publicados para explicarle a los pequeños de la casa que su mamá tiene cáncer, en concreto en este caso padece un cáncer de mama. El cuentoexplica la historia de una reina cuyo territorio es invadido y que tiene un ejército de aliados que luchará sin condiciones a su lado. Una historia alegórica cargada de positivismo para explicar a los niños la enfermedad del cáncer. Ideal para padres, médicos y educadores. Transmite valores como el coraje, la solidaridad y la esperanza. La “cuentoterapia” es una buena herramienta para que comprendan y les ayude a sobrellevar la enfemedad que padece alguien tan importante en su corta vida. Explicarlo no es fácil y la ayuda de profesionales, en este caso psicooncólogos o psicólogos infantiles puede ser crucial para prevenir problemas de salud mental en los pequeños y jóvenes.Daniel Toro, enfermero y psicólogo infantil, nos propone a través de su blog PSIdudas una serie de propuestas sobre la atención e intervención psicológica en hijos de padres con cáncer.
Los objetivos de esta intervención se explica a nivel de los niños, de los padres y de la familia:
OBJETIVOS CON LOS NIÑOS
Mejorar la comprensión de la enfermedad de su progenitor
Legitimar las necesidades y sentimientos individuales
Mejorar las estrategias de afrontamiento activo
Integrar sentimientos ambiguos hacia la enfermedad del progenitor
Iniciar anticipadamente un proceso de duelo si la situación lo requiere
OBJETIVOS CON LOS PADRES
Mejorar la autopercepción competencial como padres
Incrementar la disponibilidad emocional saludable de los padres para el hijo
OBJETIVOS FAMILIARES
Facilitar la comunicación abierta sobre la enfermedad
Mejorar un manejo flexible sobre las divergentes necesidades de cada miembro familiar de forma individual
Prevenir a los hijos de asumir el rol parental disfuncional (inapropiado para su edad)
Les dejo con 3 enlaces de 3 cuentos en PDF sobre esta temática: