Cómo hemos cambiado

Esta es la foto que figura en la orla de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona en el año que me licencié en Medicina y Cirugía en el año 1990. Ha llovido mucho desde entonces y tanto la Medicina como yo hemos cambiado. Así que he decidido escribir un “post” entre nostálgico y actual. 
Como ya enuncié en un “post” anterior, hace algo más de un año nos trasladamos del Hospital Divino Vallés al Hospital Universitario de Burgos. De esta forma estamos ya integrados en un mismo hospital con el resto de médicos especialistas. Durante este año han sucedido un gran número de cambios que no sólo se centran en la ubicación. Mis compañeros y yo hemos ido adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades adaptados al equipamiento actual casi, diría yo, por ósmosis. Autoaprender, autoformarse y seguir asistiendo a un número creciente de pacientes es a veces agotador. Se agradece poder compartir conocimiento con otros compañeros, parar un poco y pensar si lo que estás haciendo todo lo bien que podrías hacerlo o se te quedan cosas en el tintero. Compartir conocimiento, exponer dudas existenciales y pragmáticas con compañeros de otros hospitales es siempre un ejercicio saludable. Te da cierta perspectiva y te ayuda a mejorar.
Durante esta semana aciaga de “posts” en mi bitácora personal, he aprovechado para visitar en su trabajo diario a mis compañeros del ICO (Institut Català d’Oncologia) de Girona para compartir experiencias profesionales y asistir al IX Curso de volúmenes en Oncología Radioterápica en Barcelona. Hacía muchos años que no me quedaba unos cuantos días en mi querida Ciudad Condal y por supuesto me he vuelto nostálgica, pues en ella empecé a dar mis primeros pasos en este mundo de la Oncología Radioterápica. He aprovechado el tiempo libre para reencontrarme con viejos amigos y compañeros de fatigas.
El próximo mes de Enero cumplo mis bodas de plata profesionales. Me produce un cierto vértigo sólo de pensarlo y mirar atrás. Al recapitular caigo en la cuenta de cómo hemos cambiado. Y no me refiero a la sensación de que ya todos peinamos más o menos canas y vestimos arrugas bellas, como diría Adolfo Domínguez, que son propias de la madurez, sino de todos los cambios que hemos vivido en este camino. Probablemente no soy ya la chica de ayer ni seré la misma que la de mañana. Cambiamos, maduramos, evolucionamos y no somos muy conscientes de ello. Me produce una cierta gracia cuando mis compañeros me dicen que estoy igual que antes, porque aunque conserves una cierta esencia propia, es evidente que sufrimos cambios. Los cambios en el día a día son tan pequeños que nos adaptamos a ellos casi sin querer, pero con la perpectiva del tiempo los percibes mucho más.
He tenido la suerte o el privilegio de asistir a una evolución exponencial dentro de mi especialidad. Recuerdo que mis comienzos allá por el año 1991 fueron muy rudimentarios. No contaba casi ni con TAC, RM y por supuesto PET. Las dosimetrías se realizaban a mano y los campos de irradiación se diseñaban por referencias anatómicas, para luego pintarlos con indeleble fucsina. Era todo casi artesanal. Ahora disponemos de infinidad de herramientas tecnológicas aplicadas al mundo de la Oncología Radioterápica que han añadido mucha precisión, una reducción considerable de efectos secundarios al paciente, pero a costa de una mayor complejidad y múltiples desafíos en nuestro trabajo: la presión asistencial, la constante y necesaria actualización profesional, las trabas burocráticas, combatir la deshumanización, el encorsetado, desigual y excesivamente jerarquizado sistema sanitario, etc. Todavía siento que me queda mucho por aprender, cambiar y mejorar. 
Y esta soy yo actualmente en mi consulta 
Les dejo con la nueva versión de Sole Giménez de la canción “Cómo hemos cambiado”

Por favor, valora el artículo

Tócatelas 5/5 (1)

Ayer 19 de Octubre fue el Día Internacional Contra el Cáncer de Mama. Con motivo de esta fecha son muchas las iniciativas que se han puesto en marcha para que todos tomemos conciencia de la dimensión de este importante problema de salud entraña, pues ocupa por desgracia el ranking en frecuencia en la población femenina.
El título de este “post” aduce a la importancia de reconocer a nuestro propio cuerpo y tocarse. Con este sencillo gesto se puede llegar a encontrar alguna variación en esta parte tan íntima de nuestra anatomía. Conocer y reconocer nuestro cuerpo sigue siendo útil, no en vano son muchas las mujeres que han llegado a un diagnóstico gracias a ello. 
En este siglo XXI invadido por la tecnología y la confianza en las pruebas complementarias, no debe menospreciarse ni subestimar la importancia de unas buenas manos que tocan. A día de hoy una buena exploración física sigue siendo una herramienta de gran valor y “prínceps” para cualquier médico que se precie. 
Por ello les invito a ver este video sobre cómo tocarse las mamas o autoexplorarse para saber que ante cualquier signo de alarma es conveniente consultar a su médico de cabecera o ginecólogo.

Por favor, valora el artículo

Cineterapia oncológica: Antonio Vega. Tu voz entre otras mil. España. 2014. Paloma Concejero. 5/5 (3)

“Antonio Vega. Tu voz entre otras mil” es una película-documental dirigida por la periodista Paloma Concejero y que fue estrenada en Mayo de 2014. En ella se recogen retazos inéditos de la vida del genio, poeta, cantante y compositor que forma ya parte de la historia de la mejor música pop española contemporánea. El escritor Bosco Ussía, autor de la biografía de Antonio Vega en su libro “Mis cuatro estaciones” tuvo el privilegio de recoger durante cuatro años a través de una grabadora, partes inéditas de la biografía de Antonio Vega contadas en primera persona y en las que habla de su existencia, de su personalidad y de sus creaciones. Gran parte de esas grabaciones forman parte del hilo conductor de la película.

Continuar leyendo “Cineterapia oncológica: Antonio Vega. Tu voz entre otras mil. España. 2014. Paloma Concejero. 5/5 (3)

Por favor, valora el artículo

Frente a mi

Una de las cosas buenas que tienen las nuevas tecnologías y que no deja de sorprenderme es la posibilidad de conectar con personas afines o bien con aquellas que, por los avatares de la vida, les habías perdido la pista. Posiblemente si no contara con esta potente herramienta jamás volvería a saber de ellos.
Gustavo Catalán es un Oncólogo Médico con el que compartí pacientes comunes cuando él ejercía en el Hospital Son Llàtzer durante los ocho años que trabajé en el ya desaparecido Hospital Son Dureta de Palma de Mallorca como Oncóloga Radioterapeuta. Ya entonces conocía su afición como escritor y columnista semanal dominical de opinión desde hace ya unos cuantos años en el Diario de Mallorca. Nuestros caminos se han cruzado gracias a nuestros respectivos blogs (el suyo se titula Contar es vivir(te)), al nexo de unión con la Oncología y también, por qué no, al amor que ambos profesamos por la literatura. Tuve la oportunidad hace cosa un año mientras pasaba unos días de vacaciones en la isla, de poder compartir tertulia con él y conocernos un poco más. 
Hace unos días Gustavo me mandó su último libro titulado “Frente a mi” que narra de forma autobiográfica la vivencia por la que atravesó como oncólogo médico y paciente con cáncer. Esa dualidad le permite al autor describir sus sentimientos y paradojas de forma singular. Ser a la vez un médico lego en lo que al cáncer se refiere y paciente oncológico no es tarea fácil de llevar. A través de su lectura no he podido evitar soltar sonoras carcajadas gracias a descripciones jocosas sobre su propia fisiología o sobre situaciones cruzadas con pacientes que parecen inverosímiles, amenizando y quitando hierro a la historia. He percibido la angustia dadas las incertidumbres que paseaban por su cabeza en aquellos momentos. He comprendido que esas esperas en las pruebas diagnósticas se le hacían indudablemente interminables y le obligaban a formularse preguntas. He constatado su impavidez y estoicismo externos como mecanismos de defensa y armadura cuya misión no era otra cosa que la de mostrar fortaleza aún sintiéndose vulnerable por dentro. He visto esa necesidad imperiosa de recuperar la autonomía y la normalización de la vida diaria en la que no reparamos muchas veces los clínicos. Descubre también ese sentimiento de culpabilización fútil al que los enfermos se ven bombardeados en su inconsciente sobre el origen de su enfermedad oncológica. Y también he sentido una emoción indescriptible al describir esa ternura sigilosa de su núcleo más íntimo y familiar, así como la de sus conversaciones con su malogrado amigo Avelino. 
“Frente a mi” es un libro intimista, que te acerca al lado humano de la enfermedad a un lado y otro de la mesa de la consulta. Además está escrito con literatura de la buena, de esa que te deja poso, magistralmente escrita diría yo, que te da buen sabor de boca. Gustavo Catalán no trata de ponerse como enfermo ejemplar, trata únicamente de exponer literariamente su punto de vista con Medicina Basada en la Experiencia. Una experiencia plural, la de sus propios pacientes y singular, la vivida en primera persona. Recomiendo su lectura a médicos y pacientes, pues no creo que deje indiferente a nadie.
Gracias desde aquí Gustavo por relatar de la forma en que lo has hecho tu historia. Seguro que a mi y a otros muchos este libro nos servirá para entender mejor y acercarnos a los enfermos como se merecen. Un abrazo.
Les dejo con una secuencia de la película “El Doctor” donde el Dr MacKee se enfrenta a la misma dualidad a la que tuvo que enfrentarse el Dr Catalán al ser médico y paciente en su propio hospital. En esta cómica escena el Dr MacKee enseña a sus alumnos de Medicina lo que los pacientes sienten. 

Por favor, valora el artículo

¿Qué es el “gating” respiratorio y para qué sirve? 5/5 (2)

En este “post” detallaré algunas cuestiones relacionadas con el manejo del tratamiento con radioterapia de los tumores móviles, es decir, aquellos que se desplazan con los movimientos respiratorios, integrando el movimiento en el plan de tratamiento (4D). Este hecho complica la administración de dosis altas de radioterapia ya que, en estos casos, el margen de radiación debe ser más amplio de lo que el tumor en sí exige, suponiendo un mayor riesgo para el tejido sano circundante. Sin embargo, las nuevas tecnologías ofrecen una alternativa en estos casos como lo es el “gating” respiratorio en radioterapia, es decir, la sincronización del tratamiento con el movimiento respiratorio.

En radioterapia sabemos lo importante que es dirigir de una forma muy precisa el haz de radiación sobre el tumor. El objetivo de ese haz de radiación no es otro que el destruir las células cancerosas sin afectar al tejido normal, que lo rodea. Esto se complica cuando se trata un tumor pulmonar o situado en el abdomen superior, pues el tumor registra una oscilación de movimiento cada vez que el paciente respira.

El “gating” respiratorio es un proceso para el seguimiento de una forma continua del movimiento de los tumores durante una respiración normal. Así con este método, la radiación sólo se entrega cuando el tumor está situado exactamente en el lugar correcto y el haz de radiación se apaga automáticamente cuando el tumor se mueve fuera del campo de su destino. Esta técnica se utiliza como parte de algunos planes de tratamiento de radioterapia, especialmente en algunos tumores de pulmón.

Los beneficios del control del movimiento respiratorio son:

  • El “gating” respiratorio permite al equipo de tratamiento vigilar la respiración del paciente y los movimientos de su tumor.
  • Permite realizar lo que llamamos una escalada de dosis de radiación, es decir poder administrar una dosis más alta y precisa sobre el tumor, lo que aumentaria la eficacia y al tiempo se minimizaría la radiación innecesaria a los tejidos circundantes normales.
  • El “gating” respiratorio es una técnica cómoda para el paciente y no invasiva.

Este sistema no invasivo está basado en la obtención de un video que permite la proyección de la imagen limpia para el tratamiento de tumores de pulmón, de mama y situados en abdomen superior. El sistema es preciso, fácil de usar y rápido. Resulta cómodo para el paciente ya que se adapta tanto a la retención de la respiración como a  los protocolos de respiración libre.

El “gating” además permite a los clínicos correlacionar la posición del tumor en relación con el ciclo respiratorio del paciente. Se utiliza para ello una cámara de seguimiento de infrarrojos y un marcador reflectante. El sistema mide el patrón y el rango de movimiento respiratorio del paciente y los muestra con una forma de onda. Los umbrales de activación periódica se establecen cuando el tumor está en la parte deseada del ciclo respiratorio. Estos umbrales determinan cuándo el sistema de “gating” debe encenderse y cuándo apagarse.

El “gating” facilita el tratamiento de los tumores pulmonares, del hígado y del páncreas y puede ayudar a minimizar la dosis al corazón en los tratamientos de mama. El sistema proporciona imágenes limpias para la planificación de manera que se puede visualizar más claramente el objetivo con menos de artefactos de imagen asociados al movimiento respiratorio.

Las características principales del “gating” son:

  • La colocación de un marcador de peso ligero para garantizar la comodidad del paciente. 
  • Los monitores y filtros predictivos especialmente diseñados predicen el patrón respiratorio del paciente y pueden avisarnos de un acceso de tos del paciente o cambios con respecto al patrón de respiración predicho.
  • Los planificadores y las unidades de tratamiento incorporan la tecnología necesaria para garantizar la irradiación sólo en un momento concreto del ciclo respiratorio. 
Tenemos así una herramienta más que nos permite mejorar aún más si cabe nuestros tratamientos. Les dejo con un pequeño video de demostración de esta técnica.

Por favor, valora el artículo