El peligro de las brillantes cintas de colores

Las cintas de color rosa son para el cáncer de mama, las cintas de color azul oscuro para el cáncer de colon, las cintas blancas para el cáncer de pulmón, las cintas grises para el cáncer del sistema nervioso central, las cintas color verde esmeralda para el cáncer de hígado y cintas cebra con rayas para los tumores carcinoides. Enero es el mes de concienciacíón del cáncer de cérvix, representada por la cinta verde y blanca. Febrero es para los cánceres de vesícula biliar y las vías biliares representado con una cinta verde oscura. Y así sucesivamente. 

Como el cáncer mata a más personas que nunca antes, es natural que busquemos afiliación con los afectados por un tipo de cáncer similar. Las pacientes con cáncer de mama, las supervivientes, sus familiares y amigos unen esfuerzos para crear conciencia y recaudar fondos para la investigación y la prevención del cáncer de mama. Lo mismo ocurre con los afectados por otros tipos de cáncer, y no hay nada malo en ello. En un momento en que el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) está perdiendo poder adquisitivo a un ritmo aterrador y cuando los investigadores del cáncer luchan para poder financiar a sus laboratorios, cada esfuerzo para recaudar fondos y educar a la ciudadanía organizadamente, establece una gran diferencia. 

Sin embargo, debemos ser muy cautelosos en cómo coloreamos nuestras brillantes cintas de colores. 

Si hay una lección importante que hemos aprendido en los últimos 40 años de investigación, es que el cáncer es más una enfermedad de los genes que una enfermedad de tejidos específicos. Conocemos el hecho de que las mutaciones en oncogenes y en los genes supresores de tumores conducen al cáncer. Lo más importante es que hemos aprendido que muchos de estos genes están comúnmente mutados en cánceres de diferente origen tisular. Las mutaciones en el oncogen RAS se encuentran en muchos tipos de cáncer. Lo mismo ocurre con las mutaciones en el gen supresor de tumores p53. Un paciente de cáncer de páncreas y un paciente con cáncer de pulmón cuyos tumores albergan mutaciones en RAS y p53 tienen mucho más en común de lo que se podría pensar. Las terapias dirigidas destinadas a restablecer las actividades normales de RAS y p53 pueden ayudar a ambos tumores. 

Por otro lado, dos mujeres con cáncer de mama pueden estar sufriendo enfermedades radicalmente diferentes, debido a las distintas alteraciones genéticas encontradas en sus tumores. Una paciente con cáncer de mama triple negativo lleva un tumor que no expresa receptores de estrógenos, ni receptores de progesterona ni el receptor del factor de crecimiento conocido como HER2. Su pronóstico y curso de tratamiento es completamente diferente al de su amiga con cáncer de mama “triple positivo“. La paciente “triple negativo” no se beneficiará de los medicamentos que se oponen a la acción del estrógeno o que bloquean la oncoproteína HER2. Su pronóstico es peor que el de su amiga “triple positivo”, que se beneficiaría de estos fármacos.

Por lo tanto, la especialización de nuestros esfuerzos de investigación y de enseñanza basada únicamente en el tejido de un cáncer de origen determinado podría tener aspectos negativos. Debemos evitar la segregación de los investigadores y educadores a lo largo de fronteras equivocadas. A medida que se avanza en la era de la medicina molecular personalizada, debemos reconocer las similitudes moleculares en los diversos tipos de cáncer y actuar en consecuencia. Algunos organismos de financiación del cáncer ponen demasiado énfasis en su proceso de revisión de subvenciones si el científico solicitante se ha especializado o tiene experiencia en este o aquel tejido, ignorando que dicho científico puede ser un experto en un oncogén determinado o en un gen supresor tumoral relevante para muchos tipos de cáncer. Un descubrimiento mecanicista hecho por este científico mientras emplea células de cáncer de páncreas en sus experimentos, puede ser de gran impacto en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón cuyos tumores albergar alteraciones genéticas similares. Desalentar sus esfuerzos de investigación debido a que no se ha centrado en un solo tejido de origen sería un gran perjuicio. Tenemos que pensar más sobre los genes, y menos en unos tejidos específicos.

Espero con interés el día en que nuestra recaudación de fondos, la financiación y los esfuerzos educativos reconozcan plenamente la base genética de nuestros tipos de cáncer. Tal vez algún día en un futuro próximo tendremos cintas moradas para RAS, cintas de color azul oscuro para p53 y cintas de color rosa para HER2.

Traducción libre del artículo del “Huffington Post” de Joaquín M. Espinosa. Profesor asociado de Biología molecular, celular y de desarrollo de la Universidad de Boulder, Colorado.  “Funding Cancer Research: The Danger of Brightly Colored Ribbons”
Les dejo con un video muy visual sobre las distintas alteraciones genéticas que se pueden dar en una célula.

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Cuidado odontológico y radioterapia 4.67/5 (3)

El cuidado odontológico es muy importante en todos los pacientes oncológicos, pues muchos fármacos (por ej, los bifosfonatos empleados para la osteoporosis) y también la quimioterapia pueden dañar la boca y producir secundariamente problemas dentales. Sería interesante que aquellos pacientes que vayan a someterse a quimioterapia, a radioterapia en el área de cabeza y cuello o a cirugía de la boca se hicieran antes una revisión y limpieza dental para evitar problemas durante o después de los tratamientos. También es importante que los pacientes oncológicos que reciben radioterapia fuera del área de cabeza y cuello sepan que una vez finalizado el tratamiento oncológico, pueden hacerse la mayoría de los tratamientos odontológicos incluyendo las extracciones dentarias.

Así se calcula que van a presentar complicaciones dentales:

  • Un 10 % de los pacientes que reciben quimioterapia adyuvante 
  • Un 40 % en pacientes que reciben quimioterapia neoadyuvante
  • Un 80 % en pacientes que recibieron trasplante de médula ósea 
  • El 100 % en los pacientes que reciben radioterapia de cabeza y cuello en la cavidad oral o faringe

La mayoría de los pacientes que están sometidos a radioterapia por cáncer de cabeza y cuello experimentan complicaciones orales, y aunque la mayoría de éstas son manejables, a veces pueden llegar a ser tan graves que el tratamiento debe ser detenido por completo. Además, el tratamiento quirúrgico de los tumores de este área puede conducir a problemas bucales y nutricionales.

Los problemas orales más comunes que ocurren durante la radio y la quimioterapia son:

  • Mucositis o inflamación de las membranas mucosas de la boca.
  • Infecciones orales: candidiasis o muguet
  • Dolor oral.
  • Sangrado.
  • Disfagia o dificultad para tragar y odinofagia o dolor al tragar
  • Deshidratación.
  • Desnutrición, habitualmente provocada por las dificultades en la deglución.
  • Xerostomía o sequedad de boca al dañar las glandulas salivares
  • Trismus por daño sobre la articulación témporo mandibular que produce una disminución en la apertura de la boca.  
  • Hipovascularización (reducción de vasos sanguíneos y el suministro de sangre) de los huesos del maxilar o de la mandíbula 
  • Caries o flemones
  • Osteoradionecrosis mandibular o muerte del hueso por falta de vascularización.

Mediante la identificación de pacientes con riesgo de complicaciones orales, especialmente en pacientes que van a recibir radioterapia en el área de cabeza y cuello, los especialistas recomendarán iniciar medidas preventivas antes de que comience los tratamientos. Ello fomenta que se reduzcan o minimicen las tasas de problemas provocados por las diferentes modalidades de tratamiento.  

Los factores de riesgo más importantes que conducen a problemas son:

  • Presentar enfermedad oral o dental preexistente: caries, enfermedad periodontal, dientes rotos, mal estado de empastes y coronas, prótesis parciales, etc
  • Higiene bucal deficiente antes y durante el tratamiento
  • Hábitos tóxicos: Tabaco y alcohol
  • Radioterapia en las localizaciones de cáncer en la cavidad oral, nasofaringe, orofaringe e hipofaringe
  • La dosis, fraccionamiento y volumen de radiación en la boca
  • Quimioterapia: Tanto los citostáticos empleados en el cáncer de cabeza y cuello, como las terapias dirigidas (p ej Cituximab) pueden dañar la boca de forma significativa. También pueden producir neutropenia (bajada de defensas) que conduce a posibles infecciones 
  • Edad avanzada
  • Mal estado general del paciente.


Las complicaciones crónicas son aquellas que ocurren después de terminado el tratamiento, que se desarrollan meses o años después de terminado el tratamiento.Las complicaciones crónicas más comunes después de la radioterapia en la cabeza o el cuello son:

  • Xerostomía o sequedad en la boca 
  • La caries dental
  • Infecciones en la boca
  • Disgeusia o deterioro del sentido del gusto
  • Trismus o dificultad para abrir la boca 

Debido a estas complicaciones se deben extremar las precauciones con los procedimientos dentales invasivos. Los dentistas deben considerar el riesgo de una complicación grave como la radionecrosis antes de proceder a un tratamiento invasivo. Por ello la prevención y el cuidado oral antes y durante el tratamiento con radioterapia en el área oral al igual que con la quimioterapia es tan importante. Si los dientes están en mal estado debe acudirse a un dentista a extraerse todas aquellas piezas que estén en mal estado y hacer una limpieza de la dentadura.

Es fundamental mantener una buena higiene oral, siguiendo las siguientes recomendaciones:

  •  Cepille los dientes y las encías con un cepillo de cerdas suaves dos veces o tres veces al día durante dos o tres minutos
  •  Para suavizar las cerdas del cepillo de dientes, tomar un descanso de cepillado cada 15 a 30 segundos y enjuague el cepillo en agua caliente
  • Incluir la lengua en el cepillado
  • Utilizar una pasta dental rica en flúor suave y que no irrite la boca
  • Enjuagarse la boca después del cepillado con un colutorio exento de alcohol como la clorhexidina sola o una mezcla de agua con bicarbonato y sal  (una cucharadita de bicarbonato y media de sal disuelta en un vaso grande de agua)
  • Secar el cepillo de dientes entre cepillados
  • El hilo dental puede utilizarse con suaves toques una vez al día
  • Los labios deben hidratarse utilizando vaselina, cacao o un protector labial
  • Si lleva prótesis dental completa o parcial recuerde que debe mantener la higiene igual que si fuera propia. Es recomendable que durante el tratamiento con radioterapia se quite la dentadura y la lleve puesta el menor tiempo posible para evitar dañar las encías.

Les dejo con este video explicado por un odontólogo sobre la importancia del cuidado de la boca ANTES de un tratamiento oncológico.

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Cineterapia oncológica: La Guitarra. (“The Guitar”). EEUU. Amy Redford. 2008 4.75/5 (4)

La Guitarra (“The Guitar”) cuenta en el espacio surrealista de una misma mañana a una mujer joven llamada Melody (interpretada por Saffron Burrows) que pierde su trabajo, su novio, rompiendo su relación sentimental y a su vez le informan de que tiene un cáncer terminal de laringe y que tiene un pronóstico infausto. Ante esa situación, decide perseguir sus sueños durante los meses que le quedan de vida. Retoma lo que dejó perdido en la monotonía para revivir lo que dejo atrás. Y sólo le acompaña una guitarra con la que sueña desde que era niña hasta el final.
La película fue dirigida por Amy Redford  y cuenta también con otros actores de reparto: Isaach De Bankole , Paz de la Huerta , y Richard Short.
Como he apuntado, Melody Wilder o  “Mel” es diagnosticada de un cáncer de laringe terminal. Esto es algo inverosímil pues es un tumor que con baja frecuencia se encuentra en mujeres y menos a la edad de la protagonista. Se le junta además que es despedida de un trabajo ingrato, cosa que es de agradecer y es más creíble y abandonada al mismo tiempo por su novio (cosa que también entra dentro de lo que consideraríamos normal). Sin nada que perder y dado que le auguran dos meses de vida, coge los ahorros de su vida entera para alquilar un loft palaciego vacío en el Village de Nueva York. Pensando que nunca tendrá que pagar los platos rotos, ella vive de sus tarjetas de crédito, llena el loft con los productos lujosos, se dedica sensualmente tanto el hombre de paquetería de entrega como a una chica repartidora de pizzas y enseña también a tocar la guitarra eléctrica que ella ansiaba desde infancia. Estas experiencias de vida le transforman de manera irrevocable, descubre una pasión por la vida y su voluntad de vivir intensamente. 
Se trata de una comedia desenfadada que encima es una ópera prima de la hija de un viejo conocido, Robert Redford. ‘The Guitar’ es el primer trabajo de Amy Redford. El inicio del argumento cinematográfico peca de tremendismo propio de una directora novel, basado en primeros planos de la chica y en situaciones un tanto chocantes. Luego aparecen “flashbacks” que vienen a demostrar que la verdadera pasión de esta mujer es una guitarra que siempre le acompañaba desde pequeña. Mel aprovecha su situación para irse a un apartamento de lujo y realizar un canto al consumismo más depravado, pasearse desnuda por su nuevo hogar, y rendir tributo a la libertad. Se dice que ‘The Guitar’ es una secuela irreverente de ‘Mi vida sin mí’.
‘The Guitar’ es una película de difícil clasificación con mensaje dudoso y artificial. Pretende rendir homenaje a la música, cuando ésta apenas tiene protagonismo alguno en esta historia y debería ser el eje de la película teniendo en cuenta el título. A pesar de todo ganó elogios en el Festival de Cine de Sundance 2008 por el hecho de mostrar el auto-empoderamiento de la mujer.

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Pintura contra el cáncer

En la ciudad de São Paulo durante el pasado mes de Octubre de 2013 en alusión al “mes rosa” contra el cáncer de mama, varios artistas realizaron una intervención en los graffiti de la ciudad para tomar conciencia sobre esta enfermedad.

La campaña titulada en lengua portuguesa “Tinta contra o Câncer” obtuvo la participación de diferentes artistas del graffiti que donaron sus obras para una intervención urbana que alude a una mastectomía (extirpación quirúrgica de la mama). Funcionó del siguiente modo: Se pegó un papel camuflado sobre el graffiti creando el efecto de que un pecho del dibujo se eliminaba cual mastectomía.

Cada uno de graffitis incrustados en esta acción , se realizó en tramos de gran circulación y baluartes de la cultura de São Paulo como son la Plaza de la República, las Lámparas de la calle , la Avenida Ataliba Leonel , entre otros y reciben el mensaje adjunto de que “Cualquier mujer puede ser víctima de un cáncer de mama” acompañado del hashtag #LigaDoRosa . Aunque se trata de una acción callejera , la campaña cobró impulso en las redes sociales y el video que voy a poner a continuación en este “post” se hizo viral.

Además de abordar la importancia de la prevención y alerta para el diagnóstico precoz de la enfermedad, el propósito de esta campaña, que retrata la mastectomía, es mostrar que la extirpación de la mama está lejos de representar la pérdida de la feminidad y significa el amor a la vida. En el arte pictórico el desnudo femenino ha mostrado al pecho femenino casi siempre como un símbolo y atributo de belleza, sensualidad y feminidad. Así, el hecho de plasmar en este arte callejero su ausencia, conlleva el siguiente mensaje: “Una cicatriz en el mismo lugar donde antes era un pecho no es una derrota, sino la confianza para superar la enfermedad. “El tratamiento en cada mujer es como un guerrero porque el enfoque de éste es que está luchando por su vida”, dice la cirujana del AC Camargo, Maria Socorro Maciel.


El hecho de que el graffiti sea un arte muy presente en esta ciudad puede contribuir a educar a un gran número de personas. “En el diálogo con todas las clases públicas, la campaña también se puede llegar a los adolescentes y los hombres, el papel de los niños, padres y parejas, puede ayudar a influir en la toma de conciencia y la prevención de la enfermedad. “Fuimos hasta el límite del resultado del problema, que es la imagen de la mastectomía, con cuidado de no ser demasiado impactante”, explica John , en referencia a la opción de graffiti.


La “Liga de Rose” fue creada en 2012 en el centro oncológico AC Camargo , la Liga de Rose tiene información de calidad para las mujeres de todas las edades y al mismo tiempo honra a las heroínas anónimas que tienen una rutina agitada debido a la evolución del mercado de trabajo de su casa, momentos dedicaron su vida a cuidar de su propia salud, sus hijos y su pareja, fomentando la adopción de hábitos de vida saludables, como la nutrición equilibrada y la actividad física. Para ello, estableció cuatro heroínas que usan sus superpoderes para mujeres comunes en la lucha contra el cáncer de mama y que en conjunto forman la Liga de Rose. La superprofesional, la supermamá , la superdeportista y superconectada son las estrellas. “Estas heroínas son herramientas para la difusión de información en el hogar, en el trabajo y en los medios de comunicación social”, dice Adriana Braga Seixas. El cáncer de mama es el más frecuente en la población femenina. En Brasil, según el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) se estiman 52.680 nuevos casos en 2013. La buena noticia es que detectado a tiempo, las posibilidades de curar el cáncer de mama es superior al 90%.

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¿Por qué la #Radioterapia no es un #TrendingTopic?

Reconozco que el enunciado del título de este “post” puede resultar algo provocativo. Para los no iniciados en la red social de Twitter, las almohadillas (#) precedidas de una o varias palabras unidas indican lo que se viene en llamar “hashtags” o etiquetas y sirve para ordenar los mensajes por temática.

Un “trending topic” en twitter es la tendencia o tema de un momento determinado. Así los diez temas más relevantes se muestran en la página de inicio de esta red social. Es algo así como los temas de moda o de gran repercusión social de ese momento.

En el mundo médico y por ende en el mundo oncológico también existen tendencias o “trending topics”. La radioterapia parece no estar entre ellas. Actualmente en nuestro país, tengo la sensación objetiva y subjetiva de que la Oncología Radioterápica es la hermana pobre, tristemente desconocida y hasta algo olvidada de la Oncología. Mucha gente sabe lo que es una quimioterapia o incluso una intervención quirúrgica, pero muy pocas personas conocen realmente lo que es en sí la radioterapia. Me he cruzado con personas (incluso con un buen nivel cultural) que se imaginan cosas inverosímiles sobre nuestra especialidad, desde personas que creen que casi jugamos con espadas láser tipo “La Guerra de las Galaxias” o que nos dedicamos, por utilizar el lenguaje popular de la calle, a “quemar” los tumores no se sabe muy bien cómo. Se nos confunde con radiólogos o con médicos nucleares con mucha frecuencia. Pocas veces se nos reconoce como oncólogos que somos. Existe la idea generalizada de que el verdadero oncólogo es el quimioterapeuta. Falso. Nuestra formación académica es prácticamente idéntica, lo único que nos diferencia es el arma terapéutica que empleamos para combatir el cáncer, ni más ni menos. Cuando alguien profano me pregunta por mi especialidad digo que soy oncóloga radioterapeuta o radioncóloga, se me mira con cara de perplejidad y con la sensación de haber hablado en chino.

Resulta así que el grueso de la población general no nos conoce, ni tampoco muchos de nuestros colegas médicos. En estas circunstancias es difícil que consigamos en algún momento ser un “trending topic” o una especialidad visible, confiable y que goce de buena prensa. Probablemente somos los propios radioncólogos los que tengamos que dejar de mirarnos el ombligo e instalarnos en la queja contínua como si fuera un mantra. Deberíamos tener un cierto sentido de autocrítica, paso iniciático a mi modo de ver necesario, para que la Oncología Radioterápica esté en el lugar que se merece en el tratamiento del cáncer como ocurre en otros países europeos vecinos. Me parece importante “desbunkerizarnos”, salir de los sótanos donde estamos instalados y hacer un esfuerzo en explicar mejor con todos los medios a nuestro alcance, por qué nuestro trabajo es importante para el enfermo oncológico. Creo que es justo y necesario. Estamos obligados a que ese mensaje llegue de forma adecuada especialmente por y para el paciente.

Mi compañero el Dr Ángel Montero (@Monthy_A) escribió en su blog “El Lanzallamas” este mensaje cargado de verdad sobre la radioterapia y que transcribo:

“La radioterapia, que muchas veces se presenta como un tratamiento poco más que accesorio en el cáncer es, sin embargo, una de las principales y más eficaces, junto con la cirugía, armas frente al cáncer. Más de dos tercios de todos los pacientes diagnosticados de cáncer precisarán de radioterapia en algún momento de la evolución de su enfermedad. En más de un 40% de los pacientes curados de un cáncer, la radioterapia ha tenido un papel destacado, y un 16% de las curaciones del cáncer es directamente atribuible a la radioterapia de manera exclusiva. Frente a estas cifras, la radioterapia representa, al menos en Inglaterra dado que en España no hay datos similares, tan solo un 5% del gasto público destinado al tratamiento del cáncer. ¿Hay quién de más por tan poco? Y, sin embargo, la radioterapia continúa siendo la gran desconocida en la batalla frente al cáncer, siempre envuelta en un halo de toxicidad pese a su eficacia. Y aquí es donde los oncólogos radioterápicos tenemos gran parte de la responsabilidad y debemos hacer autocrítica. No hemos sabido transmitir ni comunicar la eficacia de la radioterapia contra el cáncer. Antes bien, muchas veces, demasiadas quizás, nos centramos exclusivamente en la toxicidad del tratamiento y en las posibles complicaciones futuras sin pararnos a pensar que, en la mayoría de ocasiones, el peor efecto secundario de un tratamiento es no curar al paciente. Deberíamos dejar de focalizar nuestra actividad en unos efectos secundarios que existen como con cualquier otro tratamiento pero que son, en la mayoría de ocasiones, predecibles, anticipables y manejables por oncólogos expertos, y volcarnos en hacer más hincapié en los buenos resultados en supervivencia que se obtienen con radioterapia, muchas veces evitando cirugías mutilantes y conservando el órgano y su función en el caso de tumores de cabeza y cuello, recto o vejiga, o evitando posibles secuelas que impactan negativamente en la calidad de vida de los pacientes, como en el caso del cáncer de próstata. La radioterapia es y será, junto con la cirugía, uno de los cimientos sobre los que habrá que seguir construyendo, ahora y en el futuro, el tratamiento del cáncer”.

Me van a permitir así que explique en forma de decálogo las principales bondades de la radioterapia en el tratamiento del cáncer:

  1. La radioterapia es un tratamiento que se administra de forma ambulatoria en la mayoría de los casos. Permite llevar una vida prácticamente normal en un gran número de pacientes.
  2. La radioterapia permite preservar órganos y mantener su funcionalidad, hecho especialmente relevante en los casos donde la cirugía no se prevé radical, resultase mutilante, con alto riesgo de complicaciones o incluso heroica (por ejemplo: tumores de orofaringe, tumores de mama, tumores de nasofaringe o cavum, etc)
  3. La radioterapia es un buen tratamiento adyuvante tras una cirugía con factores de riesgo, es decir, evita las tasas de recaída local de muchos tumores si fueran únicamente operados.
  4. La radioterapia es un buen tratamiento paliativo, mejorando la calidad de vida de muchos pacientes en los que no es posible la curación pero sí la paliación, reduciendo el consumo de medicamentos. 
  5. La radioterapia es un tratamiento cada vez más seguro. Todo el proceso de tratamiento pasa por rigurosos y estrictos controles de calidad, desde el buen funcionamiento de los aceleradores lineales, pasando por la planificación de los tratamientos y hasta la administración de tratamiento. Detrás de nosotros hay todo un equipo humano de profesionales: radiofísicos, enfermeras, técnicos de radioterapia, etc. que velan porque así sea.
  6. La radioterapia ha experimentado espectaculares avances tecnológicos en los últimos 10 años, hecho que ha permitido mejorar la calidad y la tolerancia de los tratamientos.
  7. La radioterapia concomitante a la quimioterapia ha conseguido mejorar el índice terapéutico de muchos tumores gracias a su efecto radiosensibilizante.
  8. La radioterapia es un tratamiento personalizado y por ello exige una preparación previa antes de su administración y se tienen en cuenta muchos factores a la hora de elegir la forma de administrarlo.
  9. La radioterapia se basa en conocimientos radiobiológicos bien conocidos que permiten a través de modelos predecir el indice de control tumoral y la probabilidad de efectos secundarios.
  10. La radioterapia es un buen tratamiento curativo y los especialistas en esta materia nos esforzamos para que los tratamientos sean cada vez más cortos en duración con la misma eficacia y tolerabilidad.

Ojalá algún día seamos todos conscientes de la importancia que esta especialidad tiene, de igual modo que otras, en el complicado puzzle del enfermo oncológico.

Les dejo con este video titulado “Crazy” (Locura) de Gnarls Barkley como contrapunto a la necesaria sensatez que todos necesitamos

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