Pintura contra el cáncer

En la ciudad de São Paulo durante el pasado mes de Octubre de 2013 en alusión al “mes rosa” contra el cáncer de mama, varios artistas realizaron una intervención en los graffiti de la ciudad para tomar conciencia sobre esta enfermedad.

La campaña titulada en lengua portuguesa “Tinta contra o Câncer” obtuvo la participación de diferentes artistas del graffiti que donaron sus obras para una intervención urbana que alude a una mastectomía (extirpación quirúrgica de la mama). Funcionó del siguiente modo: Se pegó un papel camuflado sobre el graffiti creando el efecto de que un pecho del dibujo se eliminaba cual mastectomía.

Cada uno de graffitis incrustados en esta acción , se realizó en tramos de gran circulación y baluartes de la cultura de São Paulo como son la Plaza de la República, las Lámparas de la calle , la Avenida Ataliba Leonel , entre otros y reciben el mensaje adjunto de que “Cualquier mujer puede ser víctima de un cáncer de mama” acompañado del hashtag #LigaDoRosa . Aunque se trata de una acción callejera , la campaña cobró impulso en las redes sociales y el video que voy a poner a continuación en este “post” se hizo viral.

Además de abordar la importancia de la prevención y alerta para el diagnóstico precoz de la enfermedad, el propósito de esta campaña, que retrata la mastectomía, es mostrar que la extirpación de la mama está lejos de representar la pérdida de la feminidad y significa el amor a la vida. En el arte pictórico el desnudo femenino ha mostrado al pecho femenino casi siempre como un símbolo y atributo de belleza, sensualidad y feminidad. Así, el hecho de plasmar en este arte callejero su ausencia, conlleva el siguiente mensaje: “Una cicatriz en el mismo lugar donde antes era un pecho no es una derrota, sino la confianza para superar la enfermedad. “El tratamiento en cada mujer es como un guerrero porque el enfoque de éste es que está luchando por su vida”, dice la cirujana del AC Camargo, Maria Socorro Maciel.


El hecho de que el graffiti sea un arte muy presente en esta ciudad puede contribuir a educar a un gran número de personas. “En el diálogo con todas las clases públicas, la campaña también se puede llegar a los adolescentes y los hombres, el papel de los niños, padres y parejas, puede ayudar a influir en la toma de conciencia y la prevención de la enfermedad. “Fuimos hasta el límite del resultado del problema, que es la imagen de la mastectomía, con cuidado de no ser demasiado impactante”, explica John , en referencia a la opción de graffiti.


La “Liga de Rose” fue creada en 2012 en el centro oncológico AC Camargo , la Liga de Rose tiene información de calidad para las mujeres de todas las edades y al mismo tiempo honra a las heroínas anónimas que tienen una rutina agitada debido a la evolución del mercado de trabajo de su casa, momentos dedicaron su vida a cuidar de su propia salud, sus hijos y su pareja, fomentando la adopción de hábitos de vida saludables, como la nutrición equilibrada y la actividad física. Para ello, estableció cuatro heroínas que usan sus superpoderes para mujeres comunes en la lucha contra el cáncer de mama y que en conjunto forman la Liga de Rose. La superprofesional, la supermamá , la superdeportista y superconectada son las estrellas. “Estas heroínas son herramientas para la difusión de información en el hogar, en el trabajo y en los medios de comunicación social”, dice Adriana Braga Seixas. El cáncer de mama es el más frecuente en la población femenina. En Brasil, según el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) se estiman 52.680 nuevos casos en 2013. La buena noticia es que detectado a tiempo, las posibilidades de curar el cáncer de mama es superior al 90%.

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¿Por qué la #Radioterapia no es un #TrendingTopic?

Reconozco que el enunciado del título de este “post” puede resultar algo provocativo. Para los no iniciados en la red social de Twitter, las almohadillas (#) precedidas de una o varias palabras unidas indican lo que se viene en llamar “hashtags” o etiquetas y sirve para ordenar los mensajes por temática.

Un “trending topic” en twitter es la tendencia o tema de un momento determinado. Así los diez temas más relevantes se muestran en la página de inicio de esta red social. Es algo así como los temas de moda o de gran repercusión social de ese momento.

En el mundo médico y por ende en el mundo oncológico también existen tendencias o “trending topics”. La radioterapia parece no estar entre ellas. Actualmente en nuestro país, tengo la sensación objetiva y subjetiva de que la Oncología Radioterápica es la hermana pobre, tristemente desconocida y hasta algo olvidada de la Oncología. Mucha gente sabe lo que es una quimioterapia o incluso una intervención quirúrgica, pero muy pocas personas conocen realmente lo que es en sí la radioterapia. Me he cruzado con personas (incluso con un buen nivel cultural) que se imaginan cosas inverosímiles sobre nuestra especialidad, desde personas que creen que casi jugamos con espadas láser tipo “La Guerra de las Galaxias” o que nos dedicamos, por utilizar el lenguaje popular de la calle, a “quemar” los tumores no se sabe muy bien cómo. Se nos confunde con radiólogos o con médicos nucleares con mucha frecuencia. Pocas veces se nos reconoce como oncólogos que somos. Existe la idea generalizada de que el verdadero oncólogo es el quimioterapeuta. Falso. Nuestra formación académica es prácticamente idéntica, lo único que nos diferencia es el arma terapéutica que empleamos para combatir el cáncer, ni más ni menos. Cuando alguien profano me pregunta por mi especialidad digo que soy oncóloga radioterapeuta o radioncóloga, se me mira con cara de perplejidad y con la sensación de haber hablado en chino.

Resulta así que el grueso de la población general no nos conoce, ni tampoco muchos de nuestros colegas médicos. En estas circunstancias es difícil que consigamos en algún momento ser un “trending topic” o una especialidad visible, confiable y que goce de buena prensa. Probablemente somos los propios radioncólogos los que tengamos que dejar de mirarnos el ombligo e instalarnos en la queja contínua como si fuera un mantra. Deberíamos tener un cierto sentido de autocrítica, paso iniciático a mi modo de ver necesario, para que la Oncología Radioterápica esté en el lugar que se merece en el tratamiento del cáncer como ocurre en otros países europeos vecinos. Me parece importante “desbunkerizarnos”, salir de los sótanos donde estamos instalados y hacer un esfuerzo en explicar mejor con todos los medios a nuestro alcance, por qué nuestro trabajo es importante para el enfermo oncológico. Creo que es justo y necesario. Estamos obligados a que ese mensaje llegue de forma adecuada especialmente por y para el paciente.

Mi compañero el Dr Ángel Montero (@Monthy_A) escribió en su blog “El Lanzallamas” este mensaje cargado de verdad sobre la radioterapia y que transcribo:

“La radioterapia, que muchas veces se presenta como un tratamiento poco más que accesorio en el cáncer es, sin embargo, una de las principales y más eficaces, junto con la cirugía, armas frente al cáncer. Más de dos tercios de todos los pacientes diagnosticados de cáncer precisarán de radioterapia en algún momento de la evolución de su enfermedad. En más de un 40% de los pacientes curados de un cáncer, la radioterapia ha tenido un papel destacado, y un 16% de las curaciones del cáncer es directamente atribuible a la radioterapia de manera exclusiva. Frente a estas cifras, la radioterapia representa, al menos en Inglaterra dado que en España no hay datos similares, tan solo un 5% del gasto público destinado al tratamiento del cáncer. ¿Hay quién de más por tan poco? Y, sin embargo, la radioterapia continúa siendo la gran desconocida en la batalla frente al cáncer, siempre envuelta en un halo de toxicidad pese a su eficacia. Y aquí es donde los oncólogos radioterápicos tenemos gran parte de la responsabilidad y debemos hacer autocrítica. No hemos sabido transmitir ni comunicar la eficacia de la radioterapia contra el cáncer. Antes bien, muchas veces, demasiadas quizás, nos centramos exclusivamente en la toxicidad del tratamiento y en las posibles complicaciones futuras sin pararnos a pensar que, en la mayoría de ocasiones, el peor efecto secundario de un tratamiento es no curar al paciente. Deberíamos dejar de focalizar nuestra actividad en unos efectos secundarios que existen como con cualquier otro tratamiento pero que son, en la mayoría de ocasiones, predecibles, anticipables y manejables por oncólogos expertos, y volcarnos en hacer más hincapié en los buenos resultados en supervivencia que se obtienen con radioterapia, muchas veces evitando cirugías mutilantes y conservando el órgano y su función en el caso de tumores de cabeza y cuello, recto o vejiga, o evitando posibles secuelas que impactan negativamente en la calidad de vida de los pacientes, como en el caso del cáncer de próstata. La radioterapia es y será, junto con la cirugía, uno de los cimientos sobre los que habrá que seguir construyendo, ahora y en el futuro, el tratamiento del cáncer”.

Me van a permitir así que explique en forma de decálogo las principales bondades de la radioterapia en el tratamiento del cáncer:

  1. La radioterapia es un tratamiento que se administra de forma ambulatoria en la mayoría de los casos. Permite llevar una vida prácticamente normal en un gran número de pacientes.
  2. La radioterapia permite preservar órganos y mantener su funcionalidad, hecho especialmente relevante en los casos donde la cirugía no se prevé radical, resultase mutilante, con alto riesgo de complicaciones o incluso heroica (por ejemplo: tumores de orofaringe, tumores de mama, tumores de nasofaringe o cavum, etc)
  3. La radioterapia es un buen tratamiento adyuvante tras una cirugía con factores de riesgo, es decir, evita las tasas de recaída local de muchos tumores si fueran únicamente operados.
  4. La radioterapia es un buen tratamiento paliativo, mejorando la calidad de vida de muchos pacientes en los que no es posible la curación pero sí la paliación, reduciendo el consumo de medicamentos. 
  5. La radioterapia es un tratamiento cada vez más seguro. Todo el proceso de tratamiento pasa por rigurosos y estrictos controles de calidad, desde el buen funcionamiento de los aceleradores lineales, pasando por la planificación de los tratamientos y hasta la administración de tratamiento. Detrás de nosotros hay todo un equipo humano de profesionales: radiofísicos, enfermeras, técnicos de radioterapia, etc. que velan porque así sea.
  6. La radioterapia ha experimentado espectaculares avances tecnológicos en los últimos 10 años, hecho que ha permitido mejorar la calidad y la tolerancia de los tratamientos.
  7. La radioterapia concomitante a la quimioterapia ha conseguido mejorar el índice terapéutico de muchos tumores gracias a su efecto radiosensibilizante.
  8. La radioterapia es un tratamiento personalizado y por ello exige una preparación previa antes de su administración y se tienen en cuenta muchos factores a la hora de elegir la forma de administrarlo.
  9. La radioterapia se basa en conocimientos radiobiológicos bien conocidos que permiten a través de modelos predecir el indice de control tumoral y la probabilidad de efectos secundarios.
  10. La radioterapia es un buen tratamiento curativo y los especialistas en esta materia nos esforzamos para que los tratamientos sean cada vez más cortos en duración con la misma eficacia y tolerabilidad.

Ojalá algún día seamos todos conscientes de la importancia que esta especialidad tiene, de igual modo que otras, en el complicado puzzle del enfermo oncológico.

Les dejo con este video titulado “Crazy” (Locura) de Gnarls Barkley como contrapunto a la necesaria sensatez que todos necesitamos

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Cineterapia oncológica: Las Invasiones Bárbaras. “Les Invasions Barbares”Canadá. Denys Arcand. 2003 5/5 (2)

Las Invasiones Bárbaras (“Les Invasions Barbares”, en francés) es una película franco-canadiense de 2003 dirigida por Denys Arcand.
La película tiene como protagonista a un profesor de Universidad llamado Rémy que interpreta Rémy Girard y que padece un hepatocarcinoma en fase terminal. Se encuentra ingresado en un atestado hospital de Montreal, donde llama la atención las habitaciones compartidas con 3 ó 4 pacientes y camillas en los pasillos que hacen que resulte cuanto menos chocante en un país del primer mundo como es Canadá. Rémy está divorciado, pero mantiene una relación cordial con su ex-mujer Louise (Dorotheé Berryman) quien decide llamar a su hijo Sébastien (Stephane Rousseau) que trabaja como alto ejecutivo en Londres para una importante petrolera noruega y tiene una acomodada posición económica. La relación padre e hijo nunca fue muy buena, pero su madre logra convencerle para que venga a verle, ya que su hermana se encuentra de expedición en aguas australianas. Una vez en Montreal, Sébastien pide una segunda opinión a un amigo médico americano que le recomienda hacerse una PET en EEUU. A la vista de esa prueba su amigo opina que las cosas están muy feas y que ha de procurar darle a su padre todo tipo de comodidades para que lo que le quede de vida sea lo más agradable posible. Dado que su padre no quiere irse a los EEUU Sébastien se las ingenia, no sin ciertos sobornos al sistema de salud de Québec, como a los sindicatos, para que su padre esté en una acomodada y gran habitación individual. Consigue asimismo reunir a las personas que fueron significativas en la vida de su padre: sus mejores amigos, sus ex-amantes y familiares para que vayan a verle. Incluso paga a antiguos alumnos. 
Una de las escenas más inverosímiles es la del tratamiento del dolor con heroína que le propone desde la distancia su amigo médico. Ello le conduce por un sórdido y oscuro camino hasta Nathalie (Marie-Josée Croze) hija de una de las amantes de Rémy que es drogadicta. Ella le proporcionará las dosis necesarias para que Rémy no tenga dolor durante su enfermedad. Hay incluso una escena en la que Rémy padece un síndrome de abstinencia que creo podrían haberse ahorrado simplemente administrando morfina. Esta medicación es de uso común y tremendamente eficaz para el dolor oncológico. Pero el cine es el cine y como siempre busca complicados recovecos que nada tienen que ver con la realidad cotidiana y pueden confundir al espectador. 
Finalmente Sébastien decide llevarse a su padre con todos sus amigos a una casita de uno de ellos junto a un lago donde estará sus últimos días filosofando, hablando de las diferentes corrientes políticas pasadas, su pasado sexual, la explotación intelectual e incluso de su escondida espiritualidad con búsqueda de trascendencia y sentido de vida incluidos. Aquí se da el momento más álgido y bonito de este relato cinematográfico con la reconciliación necesaria y emotiva del padre con su hijo. También hay un emotivo video grabado por su hija en el barco donde lleva su aventura marítima que le envía a su padre vía satélite gracias a las nuevas tecnologías, diciéndole que el primer hombre más importante en la vida de una mujer es siempre su padre. 
Se trata en conclusión de un drama humano con tintes cómicos en la que el título sugiere poco la trama argumental real de la película, aunque haya algún pequeño guiño o trasfondo político en él. Sin duda la parte final es la mejor pues la experiencia vital del tránsito de la vida a la muerte se lleva de una forma desdramatizadora y paradójicamente positiva, con la medida justa de jocosidad y emotividad.

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Un banco de pelucas, una idea y un encuentro interdisciplinar

Ayer tuve la gran suerte de participar en una jornada o mesa redonda en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro sobre Cáncer de Mama y Calidad de Vida. Hasta aquí el título puede sonar más o menos normal en un foro sanitario, pero la audiencia a la que iba dirigida era diferente: alumnos y profesores del Centro Integral de Formación Profesional “Río Ebro” que básicamente se forman en peluquería y estética. También entre la audiencia había algún sanitario y por supuesto pacientes.
La idea de hacer esta jornada sobrevino a raíz de la puesta en marcha en el Hospital Comarcal Santiago Apóstol de Miranda de Ebro de una iniciativa que pretendía dar un apoyo en la mejora de la calidad de vida de algunos enfermos oncológicos. Gracias al impulso de un grupo de médicos y enfermeras de Cirugía General y Oncología Médica y en colaboración con el servicio de Atención al Paciente y el área de Peluquería del Centro Integrado de Formación Profesional Río Ebro, el complejo hospitalario tuvo a bien crear el llamado “banco de pelucas”.

Es un servicio que ya funciona en otros centros sanitarios del país y que pone a disposición de los pacientes enfermos de cáncer de varias pelucas para que las puedan utilizar si es su deseo y así hacer frente a la pérdida del cabello. La generosidad de mucha gente lo ha hecho posible y ha cristalizado en Miranda de Ebro.
 
La idea nace del hecho de que las pelucas son elementos relativamente costosos (oscila entre 200 y 1000 €) y por ello se invita a las personas que han utilizado una peluca y ya no la necesitan la cedan a este servicio. De esta manera el hospital pone a disposición de los pacientes las pelucas donadas a este particular banco fabricado por los ciudadanos, de forma totalmente gratuita y altruista, haciendo de intermediario entre la persona que la ha cedido y la interesada en utilizarla. Además las pelucas son revisadas y preparadas convenientemente por parte de los alumnos y profesores del CIFP Río Ebro, que tiene formación en Peluquería. Es un tema serio e importante para los pacientes, porque afecta a su imagen corporal y a cómo ellos se autoperciben. Esta iniciativa facilita que los pacientes puedan paliar su alopecia.

Así comenzó una colaboración generosa en el Hospital Santiago Apóstol entre médicos, enfermeras, pacientes y profesorado del centro integral de formación profesional Río Ebro que dió lugar a la idea de realizar una jornada que nos reuniera a todos los profesionales que nos dedicamos a la atención oncológica: oncólogos médicos, cirujanos, oncólogos radioterapeutas, peluqueros, esteticistas y psicólogos para contar cómo afectan cada uno de los efectos secundarios de nuestros respectivos tratamientos y dar una visión integral e interdisciplinar.

Reconozco haber aprendido mucho de los profesionales no sanitarios, pues muchos de nosotros desconocemos en cierta medida todo el trasfondo que hay detrás de la oncoestética. Salir del hospital y en mi caso del “búnker” es un soplo de aire fresco. Supone hacer partícipe de los conocimientos a nuestro alcance a los pacientes, empoderándoles. Hace que se sientan como el protagonista merecido y verdadero en torno al cual todos los actores implicados aportamos nuestro grano de arena para que su dura situación llegue a buen puerto. 

Gracias por tener el privilegio de participar con vosotros. 


Les dejo con el enlace de mi presentación en formato Prezi

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Camino a la Esperanza: Proyecto Tutú


El “Proyecto Tutú” es una original y magnífica iniciativa para contar la historia de cómo Bob y Linda Carey han optado por tratar el cáncer de mama a través de la inspiración, el coraje y el amor.

“Las cosas se ponen muy bien cuando la gente empieza a compartir” reza el lema de esta plataforma. El objetivo se centra en compartir momentos especiales, que son posibles gracias a las innovadoras tecnologías de telecomunicación. Compartir nunca ha sido más relevante para las personas que en la actualidad. Y se está volviendo más y más importante aún. Estamos haciendo del hecho de compartir momentos especiales en el foco de nuestra comunicación para subrayar la importancia de las tecnologías de la información y la comunicación de hoy en día. La vida se escribe en un sinnúmero de historias reales y en movimiento. Estamos recogiendo algunas de ellas para el futuro y darles una plataforma de comunicación”

La misión del proyecto Tutú es ​​apoyar los esfuerzos para las mujeres con cáncer de mama. Se esfuerza por llevar la risa y la comprensión de una comunidad que ha sufrido demasiado

El cáncer es una cosa que nadie se atreve a reírse. Sin embargo, con todas las dificultades que rodean la enfermedad, la risa puede ser la mejor medicina. El mayor ejemplo de este enfoque es el “Proyecto Tutú”, que trata de una diversión y de un esfuerzo sencillamente entrañable de un hombre que quería hacerle las cosas más fáciles y más divertidas para su esposa después de que ella fuera diagnosticada de un cáncer de mama.

Este hombre valiente se enfundó sin complejos un tutú rosa. Era todo lo que necesitaba cuando las cosas se estaban poniendo feas. Esto es lo que el fotógrafo Bob Carey decidió hacer cuando se enteró del diagnóstico de su esposa Linda. Se puso el accesorio rosado del ballet y tomó fotos de sí mismo en varios lugares del mundo diferentes e inesperadas. Todo esto sólo para hacer reír a su mujer.

En realidad, las imágenes son maravillosas e inspiran inmediatamente la alegría, la risa y el brillo no sólo para la mujer que ama sino también para muchas otras mujeres y para sus seres queridos en la comunidad de pacientes de cáncer de mama. No es de extrañar que las fotografías fueran como pan recién salido del horno y la gente comenzó a difundir las imágenes divertidas por todos los sitios.

Esperemos que este gran esfuerzo se convertirá en un proyecto más amplio para alegrar la vida de aún más personas que sufren de este invitado no deseado. “Cuanto más me reía, mejor me sentía” dice Linda.

Les invito a conocer esta iniciativa en http://www.thetutuproject.com/ . Les dejo con el video (en inglés, pero las imágenes hablan por si solas) sobre esta curiosa, bonita y tierna historia.


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