El paciente-pintor que ilustró un búnker

José Dámaso Trujillo, más conocido como Pepe Dámaso es un reconocido artista y pintor gran canario. El pasado 25 de agosto saltaba la noticia en La Provincia- Diario de Las Palmasde que una obra suya ilustraba el techo de uno de los búnkeres de un acelerador lineal del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Dr Negrín de Las Palmas de Gran Canaria. Todo un ejemplo de como la fusión Arte-Medicina es posible. También nos sirve para reconocer que la idea de un paciente creativo tumbado en una camilla de tratamiento le puede empoderar y por ende ayudar, cómo no, a otros pacientes a sobrellevar mejor su dolencia. Les dejo con la transcripción de la noticia. Creo que a muchos pacientes les va a encantar esta iniciativa.

Una obra de Pepe Dámaso ilustra el techo de un acelerador en el Negrín – La Provincia – Diario de Las Palmas

El Hospital Negrín, además de tener uno de los mejores equipos humanos de Oncología Radioterápica, puede presumir de acercar el arte a sus pacientes, gracias a la donación de cuatro cuadros que hizo Pepe Dámaso al citado servicio médico, tras recibir tratamiento después de que le fuera diagnosticado un cáncer.

La intención del artista fue la de contribuir a hacer el espacio hospitalario más amable a los pacientes que deben someterse a tratamientos de radioterapia. Así, en 2005 donó cuatro obras que se exhiben en las instalaciones de Oncología Radioterápica, que integran la serie Flores. De una de ellas se realizó una reproducción en vinilo, que está colocada en el techo de uno de los aceleradores lineales, de manera que puede ser contemplada por el paciente durante la sesión de radioterapia. Como agradecimiento por la donación, dicho espacio pasó a denominarse Sala Pepe Dámaso.

“La idea surgió cuando me dieron la terrible noticia de que tenía cáncer y debía someterme a un tratamiento de radioterapia”, confesó el artista plástico. “Mientras estaba tendido dentro del aparato, con la angustia de si me iba a curar o no, en ese vacío del dolor, me planteé hacer algo, desde el punto de vista estético, que sirviera de distracción a todos los pacientes que pasaran por allí. Entonces propuse introducir una réplica de un cuadro en el techo e iluminarla, y lo maravilloso es que me hicieron caso”, indicó.

Para Dámaso, esta iniciativa “que ha trascendido internacionalmente porque no hay en el mundo algo similar”, ha sido muy gratificante, sobre todo por los mensajes de agradecimiento que le siguen llegando tantos años después. “Lo más hermoso es cuando personas que se están tratando me paran por la calle y me dicen: Pepe, agradezco tanto poder mirar esas flores. Esa es la parte más rica de esta experiencia“.

Por parte del servicio, cuya actividad está orientada hacia el paciente como centro del proceso asistencial, la donación del artista de Agaete fue un estímulo importante, según destacó el jefe de Oncología Radioterápica Pedro Lara .

“Muchos de nuestros pacientes nos hacen partícipes de sus miedos, esperanzas e ilusiones. Todos tienen una condición especial, humana, personal, profesional que les define de forma particular. Pepe Dámaso ha sido uno de ellos. Desde el principio, resolvió implicarse de la forma pasional que le conocemos, no solo en su tratamiento, sino de forma especial en los sentimientos que su proceso le generaba a él mismo, pero también a sus ´compañeros de travesía”, el resto de los pacientes”, señaló el especialista.

Lara apuntó que durante el proceso terapéutico Dámaso les hizo ver la necesidad de mejorar el entorno en que se desenvolvía el día del tratamiento, especialmente en el momento mas solitario, cuando la persona queda en la unidad de tratamiento, observando como un imponente aparato se mueve robóticamente a su alrededor.

Nos dio lo que tenía, que no es poco, su pintura. Un oasis de colores verdes y florales, que se despliegan vitales, cuando se abren los ojos desde la mesa de tratamiento. Cuatro cuadros cuelgan de las paredes que separan la sala de espera de los imponentes búnkers donde se recibe el tratamiento. Justo en la dirección que siempre miran los ojos de enfermos y seres queridos que acompañan en este particular trance. Justo en el mejor sitio para hacer crecer la esperanza, la determinación y las ganas de vivir“, afirmó el doctor Lara.

Les dejo ahora con otro video de un famoso paciente-artista que ha empoderado y de que manera al paciente oncológico con su visión positiva sobre esta enfermedad. Es Albert Espinosa, escritor, guionista y paciente en el I Congreso Escuela de Pacientes. Escúchenlo, pues nos da buenas pistas a los profesionales sobre cómo debería mejorar nuestra atención humana, especialmente en el ámbito de la Oncología.

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Cineterapia oncológica: Planta 4ª. Antonio Mercero (España 2003)

“Planta 4ª” es una película de Antonio Mercero, datada en 2003 (¡cómo pasa el tiempo, hace ya 10 años de esta película!) que recuerda a la serie de TV “Pulseras Rojas”en muchas de sus escenas pues está extraída de la vida de Albert Espinosa. La diferencia con ésta es que en lugar de narrar la vida de unos adolescentes en un hospital con diferentes dolencias, narra la vida en la planta de Traumatología de un hospital de 4 niños-adolescentes afectados por cáncer, en concreto por la misma enfermedad que padeció Albert: el osteosarcoma.

No esperen ver un peliculón a nivel interpretativo porque no lo es. Hay escenas bastante “surrealistas” o poco creíbles, pero lo verdaderamente importante que creo sí transmite y con esos ojos pretendo que la miren, es sobre la temática del cáncer y todas sus connotaciones. Se reflejan muy bien las distintas fases por las que se enfrenta un paciente oncológico: la negación, la ira, la tristeza o el dolor y la aceptación. También hay una visión muy específica sobre el cáncer infanto-juvenil y todo lo que la enfermedad conlleva a nivel personal y familiar. Y algo que me parece fundamental y del que extraigo mi propia autocrítica: la comunicación de malas noticias por parte de los profesionales (hagan clic aquí los profesionales para aprender cómo debe hacerse correctamente), el profesionalismo en el mundo oncológico, las relaciones interpersonales médico-paciente, entre pacientes, entre pacientes y familiares, etc.y las repercusiones tanto físicas como psicológicas de los tratamientos.

Aunque sólo sea por la vertiente humana y psicológica, merece que esta película sea vista por ustedes.

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Cineterapia oncológica: Pulseras Rojas-Polseres Vermelles (Albert Espinosa)

Hace algo más de una semana que ha arrancado la segunda temporada de la serie televisiva (hagan clic aquí para verla en versión original) “Polseres Vermelles” (Pulseras Rojas en el territorio español y Braceletes Rouges en Francia) en la televisión autonómica catalana, con un éxito de audiencia sin precedentes, como lo tuvo también la primera temporada tanto a nivel autonómico como nacional. ALBERT ESPINOSA tiene la habilidad de explicar a través de un medio audiovisual, como ya hizo con la película “Planta Cuarta”,  una enfermedad, el osteosarcoma, del que le tocó vivir en primera persona desde los 14 a los 24 años y a la que contra todo pronóstico consiguió superar. En el camino cuenta que se dejó una pierna, un pulmón y un trozo de hígado; pero él le da la vuelta y reconoce a esas PÉRDIDAS COMO GANANCIAS. Es toda una lección de vida. Consigue ofrecer desde el punto de vista de un NIÑO la visión de una enfermedad le ha “robado” su adolescencia y que le convierte en un espacio muy corto de tiempo en un ADULTO. En este camino se entrelazan muchas emociones, historias, desencuentros. Pero siempre nos abre una puerta al OPTIMISMO, ESPERANZA Y ALEGRÍA DE VIVIR, sea cual sea el desenlace. Con esta serie autobiográfica novelada, Albert está consiguiendo que podamos ver TODOS LOS PÚBLICOS al CÁNCER de una forma más natural, más de frente y más consciente, sin caer en un falso sentimentalismo o en una tristeza desmesurada. Nos acerca de esta forma al cáncer y a su REALIDAD. Nos hace ver lo que es verdaderamente importante. Y eso por si solo me parece fantástico, incluso diría que terapéutico. No dejen de verla. Merece la pena hasta su banda sonora. En concreto esta, “Caic”, me encanta.
Caic (Caigo) de Gerard Quintana
 Caic, a poc a poc me´n vaig,
la física em captiva i la gravetat m´inclina als teus peus..
caic, al mateix temps desfaig,
els nussos que regiren aquest fràgil equilibri, meu..
res no dura gaire..
em moc, no sóc d´en lloc,
d´aquest país d´aire..
mai, tornaré a viure mai
amb el pes que arrossega la mentida, la rutina, el trist engany,
sense final jo caic,
el món sencer s´estimba contra els vidres dels meus dies,
caic,
m´enfonso dins l´aigua,
la corrent em porta a prop,
del meu país d´aire,
l´impuls d´un instant,
dibuixa el meu salt,
travessa els espais en blanc,
arribes te´n vas,
la vida es desfà,
invisible en el mar dels anys,
canto sense xarxa,
salto i sempre caic,
res no dura gaire..
em moc, no sóc d´en lloc
del vell país d´aire,
l´impuls d´un instant,
dibuixa el meu salt,
travessa els espais en blanc,
arribes te´n vas,
la vida es desfà,
invisible en el mar dels anys…
l´impuls d´un instant,
dibuixa el meu cant,
travesso els espais en blanc,
arribes te´n vas,
la vida es desfà,
invisible en el mar dels anys…

TRADUCCIÓN 
Caigo, poco a poco me voy,
la física me cautiva y la gravedad me inclina a tus pies ..
caigo, al mismo tiempo deshago,
los nudos que rigieron este frágil equilibrio, mi ..
nada dura mucho ..
me muevo, no soy de ningún lugar,
de este país de aire ..
nunca, volveré a vivir nunca
con el peso que arrastra la mentira, la rutina, el triste engaño,
sin final yo caigo,
el mundo entero se despeña contra los cristales de mis días,
caigo,
me hundo en el agua,
la corriente me lleva cerca,
de mi país de aire,
el impulso de un instante,
dibuja mi salto,
atraviesa los espacios en blanco,
llegas te vas,
la vida se deshace,
invisible en el mar de los años,
canto sin red,
salto y siempre caigo,
nada dura mucho ..
me muevo, no soy de ningún lugar
del viejo país de aire,
el impulso de un instante,
dibuja mi salto,
atraviesa los espacios en blanco,
llegas te vas,
la vida se deshace,
invisible en el mar de los años …
el impulso de un instante,
dibuja mi canto,
atravieso los espacios en blanco,
llegas te vas,
la vida se deshace,
invisible en el mar de los años …

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El Mundo Amarillo

 
Hace cosa de un año, cayó en mis manos este libro de Albert Espinosa que seguramente es conocido por todos ustedes ya que se ha convertido en uno de lo más leídos. Leerlo supuso para mí una grata transformación en mi forma de ver y acercarme al paciente. Consigue dar una visión realista y optimista a la vez, de lo que es el cáncer. Y no, no se trata de un libro de autoayuda. Se trata de un canto a la vida, a la ilusión, a la esperanza y a la felicidad, expuesto de tal modo que no resulta difícil empatizar con él. Habla con mucha claridad de su enfermedad, de sus vivencias y de lo que suponen para él los “amarillos” o personas anónimas que pasaron en un momento determinado de su vida y que le ayudaron a salir adelante casi sin pretenderlo. Su lectura es recomendable para todos. Desde entonces me he convertido en una “follower” tanto en las redes sociales, blogs, películas, periódicos, radio, series e intervenciones televisivas. A los médicos que nos dedicamos al campo de la Oncología nos viene muy bien tener esta perspectiva, pues es fácil olvidarla desde el estrado en que creemos estar. Podría ser un buen comienzo para pensar en cambiar el paradigma de la Medicina, aplicarla desde un punto de vista más humano en el que el paciente sea el verdadero protagonista y sea él el que partícipe de sus decisiones.
Os dejo con una canción que a mi me encanta de “Teràpia de shock”, titulada: Sense tú (Sin ti) y que habréis oído en la conocida serie Pulseras Rojas.
Esta información es dada sin ánimo de lucro.

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