Bienvenid@ a "Un Rayo de Esperanza". Soy Virginia Ruiz, una radiooncóloga que se define como médico en el sentido amplio de la palabra, con un interés especial por todo lo que rodea al enfermo oncológico. Creo firmemente en la Medicina Basada en la Evidencia, pero también en la Medicina Basada en la Diferencia y en la Experiencia. Estoy en la senda hacia una Medicina Humanista, porque si lo pensamos bien no existen enfermedades, sino enfermos…
Hace ya algún tiempo, hablé de dos tests genómicos en cáncer de mama Mammaprint y Oncotype que se están poco a poco implementando en la práctica oncológica habitual y que representan un cambio de paradigma en el tratamiento de cáncer de mama, ya que son tests predictivos que nos ayudan a tomar decisiones sobre la conveniencia o no de dar un tratamiento adyuvante como la quimioterapia. De hecho una institución del prestigio de NICE (National Institute for Health and Care Excellence) del Reino Unido admite la recomendación de realizar un Oncotype DX antes de tomar la decisión terapéutica de dar quimioterapia en sus guías de tratamiento del cáncer de mama infiltrante con receptores hormonales positivos.
Hasta ahora nos servíamos de la información obtenida por la anatomía patológica de la pieza del tumor y sus ganglios para obtener una serie de parámetros que se denominan factores de riesgo. Estos factores de riesgo se recogen de estudios realizados sobre pacientes de similares características y ver su evolución clínica. Además el patólogo nos da también otra información pronóstica a través de estudios denominados inmunohistoquímicos que determinan si un tumor sobrexpresa receptores hormonales de estrógenos y progesterona y el antígeno HER2 que nos permite aún más clasificar a las pacientes en subgrupos pronósticos y que en consecuencia derivarán a diferentes tipos de abordaje terapéutico personalizado.
La información obtenida por el patólogo es muy importante, incluso clave para las decisiones terapéuticas del clínico. Sin embargo en su visión bajo el microscopio lo que observa es un “fotograma” de la evolución tumor, no ve la “película” entera. Es decir, el patólogo sólo nos puede dar indicios de cómo acabará la película, pero con algunas incertidumbres en su desenlace. Los tests genómicos, estudian el genoma del tumor, donde se contiene toda la información del relato evolutivo del tumor y es por ello que reciben el nombre de tests predictivos. De este modo, con estos tests conseguimos una información de la que no podíamos disponer hasta ahora, cambiando completamente el modo de tratar a nuestros pacientes. Así, si el test nos dice que el riesgo de ese tumor concreto para desarrollar metástasis es bajo no administraremos quimioterapia.
Tanto Mammaprint como Oncotype DX son tests validados de primera generación y que deberían utilizarse por lo menos en los casos de riesgo intermedio donde existen incertidumbres acerca de la convenencia o no de dar quimioterapia a una paciente.
Pues bien, ahora se está desarrollando EndoPredict® como un test genómico de segunda generación para las pacientes con cáncer de mama con fenotipo luminal A, es decir con receptores hormonales positivos y HER2 negativo (el grueso heterogéneo de pacientes con cáncer de mama)
Usando un procedimiento especialmente desarrollado, EndoPredict proporciona a los médicos información para idear planes de tratamiento personalizados para sus pacientes con cáncer de mama. El formato de kit de prueba EndoPredict es una plataforma ideal para su uso por los patólogos clínicos que deseen realizar pruebas en sus propios laboratorios. (No hay que enviar las pruebas a un laboratorio extranjero externo). El método se basa en el análisis de los genes tumorales en combinación con los factores pronósticos clásicos del estado ganglionar y el tamaño tumor. En contraste con los tests de primera generación, EndoPredict detecta la probabilidad de metástasis tardías (es decir, la formación de metástasis después de más de cinco años) y por lo tanto puede guiar las decisiones de tratamiento para la quimioterapia, así como la terapia hormonal extendida. En consecuencia, las decisiones de terapia respaldados por EndoPredict confieren un alto nivel de confianza en el diagnóstico. EndoPredict ha mostrado valor para predecir con precisión la progresión de la enfermedad específica del cáncer y la metástasis en varios estudios de resultados clínicos con más de 2.200 pacientes. Endopredict es una apuesta de futuro para el tratamiento del cáncer de mama. Deberemos estar atentos a sus avances para ver la viabilidad de su implantación en la práctica clínica, pues se atisban algunas ventajas relevantes respecto a sus predecesores.
Para el cáncer de próstata se ha desarrollado el test denominado Prolaris®, una prueba genómica desarrollada para ayudar a los profesionales sanitarios en la predicción de la agresividad del cáncer de próstata, en conjunción con los parámetros clínicos como la puntuación de Gleason y el PSA .
Prolaris® es el primer test pronóstico que ofrece una medida directa de la biología molecular del cáncer de próstata de un paciente individual. Mediante la medición de los niveles de expresión de genes involucrados en la proliferación de células de cáncer, Prolaris® es capaz de predecir con mayor precisión agresividad de la enfermedad .
Prolaris® ha demostrado ser el único parámetro pronóstico más clínicamente significativo de los resultados en el momento del diagnóstico. La prueba proporciona información adicional única que se puede combinar con factores clínicos estándar para que una predicción más precisa sobre la agresividad del cáncer de próstata de un paciente. Prolaris ha sido ampliamente validado a través de múltiples cohortes de pacientes en ambos escenarios pre y post-tratamiento .
Prolaris® es una herramienta de estratificación de riesgo, diseñada para medir la agresividad del cáncer de un paciente, para predecir mejor el riesgo de ese individuo de progresión de la enfermedad dentro de los diez años tras el diagnóstico. Puede permitir a los profesionales de la salud definir mejor una estrategia de tratamiento-monitoreo de sus pacientes.
En el tratamiento del cáncer de próstata, Prolaris® actúa como test pronóstico en el momento del diagnóstico y en el entorno posterior a la cirugía :
En el momento del diagnóstico, Prolaris® puede ayudar a identificar a los pacientes con cáncer menos agresivo que pueden ser candidatos para la vigilancia activa. Además, Prolaris® puede identificar pacientes que parecen ser clínicamente bajo riesgo, pero que tienen una enfermedad más agresiva que requiere un tratamiento más extenso .
En el ajuste posterior a la cirugía, Prolaris® es muy adecuado para su uso en pacientes post-prostatectomía que tienen características de mayor riesgo después de la cirugía para estimar mejor el riesgo de recurrencia de la enfermedad (recidiva bioquímica) y, por tanto, ajustar el nivel de monitoreo o añadir terapia adicional.
Si usted es paciente y tiene dudas acerca de la conveniencia en su caso de estos tests pregunte a su médico.
Si usted es médico y desea ampliar información acerca de estos tests, pueden consultar la plataforma en español my Health desk o en inglés Myriad.
No quiero despedirme sin agradecer la información y la atención recibida tanto por David Aceituno (creador de my Health desk) como por la Dra Cristina Pérez de Myriad Genetics España.
Información facilitada por la autora de este blog sin ánimo de lucro, sólo con fines puramente divulgativos.
Les dejo con un interesante y didáctico video explicativo sobre el test Prolaris.
El cáncer masculino posiblemente vive más en la sombra que el femenino. Casi todo el mundo sabe que Octubre es el mes de concienciación del cáncer de mama y se conoce el significado del lazo rosa. Sin embargo pocos conocen que Noviembre es el mes de concienciación del cáncer masculino y el significado del mostacho como símbolo de sensibilización frente al cáncer en clave masculina: el cáncer testicular y el creciente cáncer de próstata.
Las razones de la falta de presencia en los medios del cáncer masculino y en general del mal estado de salud de los hombres son numerosas y complejas, e incluyen:
Falta de concienciación y entendimiento sobre los problemas de salud a los que se enfrentan los hombres
Los hombres no hablan tan abiertamente de su salud o de cómo se sienten. Apenas consultan a un psicooncólogo cuando conocen su diagnóstico y se sienten avergonzados de pedir ayuda.
Los hombres en general tienen reticencias a actuar cuando no se sienten bien física o mentalmente
Algunos hombres mantienen actividades de riesgo que amenazan su salud sin ser muy conscientes de ello
La Fundación Movember quiere cambiar este modo de pensar aportándole un punto divertido a este asunto tan serio. Usando el bigote como un catalizador, se obtiene la posibilidad del cambio de tendencia, dando a los hombres la oportunidad y la confianza para aprender a hablar sobre su salud más abiertamente, y comenzar a actuar en consecuencia.
Como este movimiento por la salud masculina, la Fundación Movember tiene la ambición de contribuir a mejorar la calidad de vida de los hombres de todo el mundo. La iniciativa desafía a los hombres a dejarse bigote durande el mes de “Movember” (palabra que procede de la unión de “mostacho” y noviembre) para generar temas de conversación y recaudar fondos para el cáncer de próstata, de testiculo y los otros problemas de salud masculinos.
Para tener éxito en esta empresa se pretende llegar a los siguientes objetivos:
Reducir la mortalidad en el cáncer de próstata y el cáncer testicular
Obtener una mejora tanto a nivel físico como mental de los hombres con cáncer de próstata o testicular
Conseguir que los hombres comprendan los riesgos de salud a los que se enfrentan y que actúen para estar bien
Invito a conocer esta iniciativa. Estas son las reglas del movimiento “Movember”
Las cifras del cáncer de próstata
Las cifras del cáncer de testículo
Movember lo forman grupos de Mo Bros y Mo Sistas cuya iniciativa pretende cambiar la cara de la salud de los hombres. Este movimiento se compromete a apoyar el crecimiento personal y también se utiliza simbólicamente el bigote para recaudar fondos y crear conciencia sobre la salud de los hombres.
La película Presidente Miterrand (Le Prometeur du Champs de Mars, en francés) narra la historia del fin de un mandato y del final de la vida cuenta del Presidente de Francia François Mitterrandque entregó sus últimos años de vida a la República francesa. El socialista ejerció de presidente entre 1981 y 1995 (murió en 1996), una época en la que se derribó el muro de Berlín y los países comunistas y el comunismo entraban en la más absoluta decadencia. El presidente (interpretado de forma magnífica por el veterano Michel Bouquet) estaba librando sus últimos combates contra un cáncer de próstata, enfermedad que al parecer ya padecía en fase inicial antes de su mandato y que evolucionó de forma prolongada con metástasis óseas. En el filme vemos aun joven y apasionado periodista (interpretado por Jalil Lespert) que intenta arrancarle unas lecciones universales acerca de la política y la historia, acerca del amor y la literatura…, certezas acerca de la vida. Pero el anciano apenas logra brindárselas porque para él ya había llegado el momento en que pasado, presente y futuro se confunden en uno solo, el tiempo en el que sólo perviven las dudas, el tiempo en el que todos los hombres son iguales: el tiempo de la proximidad de la muerte. El director francés Robert Guédiguian dirige este homenaje a François Mitterrand, en el que se destaca la personalidad ambiciosa del ex-presidente a la vez que se intentan despejar algunos interrogantes de la época. Está basado en el libro Memorias interrumpidas, a partir de unas conversaciones con Georges-Marc Benamou. Guédiguian deja por una vez Marsella y su clase trabajadora para ofrecer un retrato sobre los últimos días del presidente Mitterrand y su relación con su biógrafo. “Anote, anótelo todo y dígales que no soy el diablo”, le dice el mandatario socialista, a quien está a cargo de publicar sus memorias. Si Mitterrand como socialista paradójicamente nunca dejó de defender y perpetuar el orden burgués, Guédiguian elige sacar a la luz el contexto de su pretérita resistencia al régimen de Vichy durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Lo que queda claro en Presidente Mitterrand es el retrato intelectual del personaje, cuya erudición está al servicio de una particular concepción estética de la intimidad. Finalmente, Guédiguian repite la sabiduría de “Ciudadano Kane” a la hora de develar el secreto de una vida: aquí está prohibido pasar; la belleza del último plano de la película bien remite en su espíritu al inicio de la opera prima de Orson Welles.
Venus, es una película que relata la vida de tres jubilados de avanzada edad: Maurice (Peter O’Toole), Ian (Leslie Phillips) y Donald (Richard Griffiths) que se reúnen todos los días en su bar preferido para tomar una copa, hablar de sus recuerdos, compadecerse de la situación mundial e intentar dar algo de sentido a su vida antes de morir. La edad ha pasado factura en sus ya débiles cuerpos y Maurice padece un cáncer de próstata, sin embargo siguen estando muy ágiles mentalmente.
Ian, un hombre con incontables manías, está demasiado ansioso por la llegada de la hija adolescente de su sobrina, que viene a prestarle los cuidados propios de su edad. Cuando ésta llega, se da cuenta de que la atrevida Jessie (Jodie Whittaker) es justo lo contrario de lo que esperaba de ella, además es una amante de la comida basura.
Maurice e Ian son viejos amigos y actores semijubilados de segunda fila. A pesar de haber llegado a los “años dorados”, siguen trabajando. Por ejemplo, Maurice encarna a un paciente hospitalizado en una telenovela. Pero su cómoda rutina y sus charlas matutinas en un café se ven interrumpidas por la llegada de Jessie, la bisnieta de Ian. Jessie no tarda en sacar de quicio a su tío abuelo. Le había comprado un CD con las Pasiones de Bach, pero ella prefiere la MTV. Ian no tarda en hartarse del comportamiento de su sobrina nieta. La enérgica joven cae bien a Maurice, que decide enseñarle Londres. Él un actor de cierta fama, y los dos empiezan a pasar tiempo juntos. Él la lleva al teatro, ella le lleva a discotecas. Maurice descubre que la edad no ha disminuido su deseo por la belleza femenina.Y mientras intenta ayudar a Jessie, le sorprende descubrir lo poco que sabe de sí mismo cuando su vida está a punto de acabar.
La vejez introduce a la juventud en sus conocimientos y la juventud responde con alegría. Pero todo se complica y desequilibra cuando el deseo entra en la ecuación y es rechazado por uno de los componentes. El director Roger Michell consigue el equilibrio perfecto entre dos deseos opuestos. Peter O’Toole, uno de los grandes del cine, ofrece una interpretación magníficamente comedida de Maurice, pues resulta divertida, encantadora, insólita, irónica y dolorosa. Jodie Whittaker es perfecta para el papel de Jessie y no se amedrenta ante la presencia de un gran icono de la gran pantalla. La incomparable Vanessa Redgrave, en el papel de la ex mujer de Maurice, añade otra dimensión a la historia. El guión es ágil y sofisticado. Un análisis de dos personas en diferentes puntos de su vida que aún pueden aprender la una de la otra. En definitiva, el filme trata de ofrecernos una reflexión sobre cómo afrontar la madurez con dignidad e irreverencia.
La hormonoterapia es uno de los tratamientos indicados en determinados casos de cáncer de próstata. Conocemos desde hace años que la hormona responsable del crecimiento de las células neoplásicas en este cáncer es la testosterona que en el varón se encuentra fundamentalmente en el testículo y en menor cantidad en las glándulas suprarrenales. Así pues una de las armas que tenemos para frenar la proliferación neoplásica es la utilización de fármacos que supriman esta particular hormona. Explicaremos brevemente los diferentes fármacos que existen en el mercado, su mecanismo de acción y sus potenciales efectos secundarios.
Antiandrógenos:
El antiandrógeno más frecuentemente utilizado es la bicalutamida en forma de comprimidos vía oral a dosis de 50 mg/24h en combinación con análogos LHRH o a dosis de 150 mg/24h en monoterapia (tratamiento único).
La bicalutamida bloquea los receptores androgénicos, actuando de forma competitiva con los andrógenos circulantes obstruyendo así su acción.
Su principal toxicidad es hepática, por lo que es importante tener cuidado en aquellos pacientes con insuficiencia hepática moderada. También hay que tener precauciones es los pacientes con insuficiencia renal grave, en cardiópatas y diabéticos.
Los efectos secundarios más frecuentes son la ginecomastia (aumento del tamaño de las mamilas del varón) y la mastodínia (dolor en las mamilas). También son frecuentes los sofocos, las molestias óseas, articulares y la debilidad muscular. Pueden favorecer las diarreas. Asimismo este tratamiento favorece el conocido síndrome metabólico: aumento de peso, alteraciones de los lípidos y la glucosa en sangre y aumento de la presión arterial.
Dentro de este grupo también se encuentran otros fármacos que están en desuso:
Aunque puede englobarse dentro de este grupo tiene unas características particulares. Su mecanismo de acción consiste el bloqueo de una enzima llamada CYP17, una enzima clave para la producción de testosterona que tiene lugar en diferentes partes del organismo del paciente como testículos, las glándulas suprarrenales e incluso (y esto es lo novedoso) dentro de las células del tumor.
Este medicamento debe tomarse siempre con prednisona (corticoides) para evitar una serie de efectos secundarios y también debe mantenerse el tratamiento con análogos LHRH.
Por su perfil de toxicidad debe monitorizarse la función hepática y está contraindicado en aquellos pacientes con insuficiencia hepática grave. También puede producir hipertensión arterial, hipopotasemia (niveles bajos de potasio en sangre) y edemas que se minimizan con la toma simultánea de prednisona. Aún así deben monitorizarse estos parámetros, muy especialmente la función cardíaca y renal, teniendo especial cuidado en los pacientes que ya presenten antecedentes de insuficiencia renal o enfermedades cardiovasculares previas. Aunque es un fármaco habitualmente bien tolerado precisa de una estrecha supervisión médica para evitar problemas graves.
Los efectos secundarios que puede presentar el paciente son similares a otros antiandrógenos.
En desarrollo y pendiente de comercializar en España está: – Enzalutamida
Análogos de la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH):
Son análogos sintéticos de la hormona natural del mismo nombre. Dan lugar a una castración química reversible anulando así la secreción de testosterona. Puede administrarse sólo o en combinación con los antiandrógenos (llamado bloqueo androgénico completo). Su vía de administración suele ser subcutánea o intramuscular. En los casos de combinación con antiandrógenos no debe administrarse antes de 7-10 días tras la toma del antiandrógeno. Se puede administrar de forma mensual, trimestral, semestral e incluso existe una forma anual.
Su toxicidad principal reside en la disminución de la mineralización ósea (osteoporosis) por lo que deberá tenerse en cuenta en pacientes que ya la presentan o tienen factores de riesgo añadidos (tabaco, alcohol, otros fármacos como los corticoides, etc). Estos fármacos también pueden inducir el síndrome metabólico comentado arriba, por lo que deberán tenerse en cuenta los antecedentes cardiovasculares.
El efecto secundario más llamativo son los sofocos que pueden llegar a ser verdaderamente molestos para el paciente, pues van acompañados de una posterior e importante sudoración. El tratamiento con análogos LHRH produce impotencia sexual. El paciente también notará una considerable disminución del tamaño de sus genitales externos.
Los fármacos que tenemos a nuestra disposición de este grupo son:
– Goserelina
– Triptorelina
– Leuprolide
– Buserelina
– Histrelina
La hormonoterapia en el cáncer de próstata puede administrarse en los siguientes supuestos:
Como tratamiento neoadyuvante a la radioterapia, es decir, se administra antes de la radioterapia, generalmente para reducir la carga tumoral y disminuir el volumen de la próstata, ayudando así a que la radioterapia sea más eficaz.
Concomitante a la radioterapia, es decir, a la vez que la radioterapia con el mismo fin que el apuntado arriba y para aumentar la potencia terapéutica del tratamiento con radiaciones
Como tratamiento adyuvante, es decir para ayudar a retrasar la evolución natural de la enfermedad
Como tratamiento único en los casos de pacientes en los que la radioterapia o la cirugía se encuentren contraindicados.
Como tratamiento paliativo en cáncer de próstata metastásico para aliviar la sintomatología y retrasar la evolución natural de la enfermedad.