La radioterapia en el cáncer de recto 5/5 (5)

El cáncer colorrectal es cada vez más frecuente en los países occidentales, ocupando el segundo lugar en incidencia del total de tumores, representando un 10-15% de ellos. Al colon o intestino grueso lo dividimos anatómicamente en: colon ascendente, colon trasverso, colon descendente, sigma y recto. En esta parte final del intestino grueso actúa como reservorio del material fecal y gran parte de los tumores se originan en esta zona. La radioterapia junto a la cirugía juega un papel importante en los tumores de recto pues evita el riesgo de recaída o recidiva local. 

Los pacientes suelen presentar como síntomas más comunes: cambios en el ritmo deposicional (estreñimiento o diarrea no explicable por otras causas), sangre roja con las heces o dolor a la defecación y estrechez de las heces. El diagnóstico se obtiene mediante una colonoscopia y toma de biopsias. Una vez el paciente ha sido diagnosticado de un cáncer de recto caben básicamente dos estrategias de tratamiento:

  • Cirugía radical, mediante lo que se conoce como una resección anterior baja (extirpación de la porción de recto afectada junto a ganglios) o una amputación abdómino-perineal que conlleva a portar una bolsa de colostomía en los casos de tumores cercanos al ano. En función de una serie de factores de riesgo que serán analizados una vez extraído el tumor se valorará la necesidad o no de aplicar una radioterapia adyuvante o complementaria, de forma concomitante (a la vez) generalmente a quimioterapia.
  • Radioterapia preoperatoria. Esta estrategia se puede realizar en tumores no estenosantes, es decir, que no estrechen en demasía el recto y pueda en consecuencia, obstruirse en el transcurso del tratamiento. La radio-quimioterapia concomitante preoperatoria debe plantearse con la intención de reducir el tumor y posteriormente operar al paciente con más garantías, en cuanto se espera una menor tasa de recaídas con esta estrategia de tratamiento.

Voy a explicar ahora paso a paso cómo se aplica la radioterapia en el cáncer de recto.

La primera visita: 

En ella el radioncólogo le explicará en primer lugar si existe en función del tipo de cirugía aplicada y factores de riesgo o en el caso de los tratamientos preoperatorios, el estado del paciente; la indicación o no de hacer radioterapia. Normalmente nos guiamos por protocolos médicos bien establecidos, pero siempre pueden existir algunas circunstancias que contraindiquen la radioterapia.

Habitualmente en el cáncer de recto la radioterapia se administra como tratamiento adyuvante o complementario a la cirugía y puede hacerse antes o después de ésta (pre o post-operatoria). En ambos casos suele utilizarse de forma combinada y a la vez la quimioterapia.

La simulación: 

Si en el paso anterior se ha indicado la radioterapia, el especialista le emplazará a hacerse una simulación. La simulación consiste en hacerse una TAC-simulación que reproduzca lo más fielmente posible las condiciones en las que se va a tratar luego en la mesa de tratamiento. Para ello nos serviremos de algún sistema de inmovilización, en este caso un “belly-board” o cajón donde se deja caer la tripa en posición de prono (boca abajo). Para tener una referencia del ano o de la cicatriz perineal se colocará una marca radiopaca de referencia antes de hacer la TAC. Es posible que se le administre contraste por vía oral para visualizar mejor el intestino delgado.

“Belly-board”

 

Se procederá colocar al paciente de forma alineada y lo más estable posible y se procederá a hacer la exploración. Por fuera, la TAC dispone de unos láseres externos que se utilizan para marcar unas coordenadas sobre la piel que una vez finalizada la exploración le pintarán sobre él o se tatuarán en forma de pequeños puntos casi imperceptibles. Es importante que el paciente esté tranquilo y relajado durante este proceso que en total puede durar entre 15-20 minutos. Para agilizar el proceso es conveniente que lleve ropa cómoda y fácil de quitar. Es posible que al finalizar la exploración le tomen unas fotografías que también nos servirán de referencia.

Belly board

La Planificación:

Con las imágenes obtenidas en la simulación, su médico hará una prescripción de dosis en un volumen concreto. Este es un proceso personalizado de diseño de su tratamiento. Aquí el radioncólogo procederá a contornear en un planificador (ordenador específico para diseñar los haces de tratamiento y hacer los pertinentes cálculos de dosis de radiación) tanto los llamados órganos críticos (órganos sanos que nos interesa reciban no más de una determinada dosis para no dañarlos: intestino delgado, la vejiga, las cabezas femorales, etc) como los tejidos u órganos diana de cada caso (donde si nos interesa que se reciba una dosis tumoricida según cada caso: el tumor o el lecho tumoral y los ganglios vecinos y de la pelvis). A partir de aquí los encargados de hacer la mejor planificación posible serán los técnicos dosimetristas y los radiofísicos. Ellos deberán velar por que nuestra prescripción de dosis se ajuste de la mejor manera posible. Luego el radioncólogo debe supervisar junto con el radiofísico de que todo esté en orden y dará su visto bueno, o no, al tratamiento. Una vez acordado el plan, se validará y ya estará listo para comenzar el tratamiento.

El Tratamiento:

El primer día de tratamiento será un poco más largo que el resto de sesiones, pues estará presente el médico junto con los técnicos para ratificar que lo planificado se ajusta a la realidad. Se realizarán pruebas de imagen para verificarlo. Si hay alguna pequeña variación se ajustará ese día y se irá comprobando su estabilidad a lo largo de todo el tratamiento. Es también importante para facilitar el trabajo a todos que venga con ropa cómoda y fácil de quitar. En la mesa de tratamiento debe estar quieto y relajado como en la simulación. Notará como los técnicos de radioterapia le movilizan y hacen pequeños desplazamientos con la mesa. Ayudados por láseres y por los puntos de tatuaje conseguirán reproducir la postura es la que se encontraba cuando le simularon. Es importante que el paciente se deje hacer y no se mueva, pues así facilita el trabajo a los técnicos y encontrarán en menos tiempo la postura adecuada. Si todo lo verificado está bien seguirá con sus sesiones programadas y prosequirá su tratamiento normalmente. Generalmente se aplican sesiones diarias de lunes a viernes con una duración aproximada de 15 minutos. El número de sesiones a aplicar dependerá del fraccionamiento que elija el médico.

Visitas durante el tratamiento:

Durante el tratamiento su radioncólogo le visitará semanalmente para ver su tolerancia. En esta visita deberá indicar cuanquier síntoma especialmente si es relacionado con su piel, cansancio, dolor abdominal, diarreas o molestias al orinar. Si aparece algún problema de toxicidad derivada de la radioterapia, el médico valorará si es necesario o no recibir algún consejo dietético o tratamiento médico. La piel debe mantenerse limpia e hidratada, pero no debe aplicarse ninguna crema antes de las dos horas previas a la radioterapia. No dude en preguntar ante cualquier síntoma relevante.

Fin de tratamiento:

 

Su médico valorará su tolerancia al tratamiento y le dirá la conducta a seguir en relación a consejos médicos y prescripciones médicas. Le proporcionará un informe con todos los datos del tratamiento aplicado y le emplazará a un seguimiento médico con los análisis o pruebas complementarias que considere oportunas. Este seguimiento puede ir alternado con el de otros especialistas.

Seguimiento: 

Durante las visitas sucesivas su radioncólogo valorará tanto el estado de la enfermedad como la toxicidad a medio y largo plazo de la radioterapia. Las complicaciones aunque son infrecuentes pueden surgir. Las más importantes son la enteritis rádica y la cistitis rádicaSi surge alguna de estas complicaciones tardías buscará un tratamiento adecuado. Si surgiera una recaída de su enfermedad, el radioncólogo es posible que le haga un seguimiento más estrecho y le indique la conducta a seguir.

Les dejo con un video del oncólogo radioterápico el Dr. Javier Aristu de la Clínica Universitaria de Navarra, en el que explica el tratamiento del cáncer de recto.

https://www.youtube.com/watch?v=JQeuirtbLnE&feature=youtu.be

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La disfunción eréctil. Vida sexual tras salvar la vida.

En la entrada del pasado 1 de febrero sobre “Sexualidad y Cáncer” ya comenté las dificultades ante las que se enfrentan nuestros pacientes en la esfera de la sexualidad. En este “post” voy a intentar explicar qué es la disfunción eréctil, cuál es la implicación de nuestros tratamientos para que ésta aparezca y tratar de dar luz en las sombras que existen alrededor de este problema sin caer en la broma fácil o el chascarrillo.

La ERECCIÓN desde un punto de vista fisiológico es un fenómeno neurovascular en el que se inicia con una activación cerebral a través de estímulos psicógenos (deseo), sensoriales (audiovisuales) o sensitivos (tacto). Ello produce a su vez una activación de los nervios espinales que se encuentran en la parte final del sacro (S2-S4) y a los nervios peneanos. Se produce a su vez una activación parasimpática que finalmente produce una dilatación de las arterias cavernosas (localizadas en los cuerpos cavernosos del pene) y una relajación de la musculatura lisa trabecular, con expansión de los espacios lacunares y atrapamiento de sangre por compresión venosa.

Se define como DISFUNCIÓN ERÉCTIL a la incapacidad para adquirir o mantener una erección de consistencia suficiente para mantener una relación sexual. Cabría distinguirla de la IMPOTENCIA SEXUAL  ya que esta se define como un fallo en la erección durante el intento de relación sexual más del 75% de las veces.

La disfunción eréctil producida por los diferentes tratamientos oncológicos puede deberse a diferentes mecanismos:

-MECANISMO NEUROLÓGICO:  La lesión de las bandeletas neurovasculares durante una prostatectomía o cistoprostatectomía radical o de los nervios pudendos durante una intervención por un cáncer de recto o la fibrosis de fibras nerviosas secundaria a la radioterapia.
-MECANISMO VASCULAR: Fibrosis de las arterias pudendas y peneanas
-MECANISMO CELULAR: Disfunción del endotelio o del músculo liso.
-MECANISMO HORMONAL: Déficit de testosterona secundario a los tratamientos hormonales administrados.
-MECANISMO MOLECULAR: Déficit de óxido nítrico por déficit de testosterona.
-MECANISMO PSICÓGENO: Astenia, depresión y ansiedad

Influyen asimismo otros factores que pueden estar previamente a estos tratamientos:
– La edad avanzada
– El tabaquismo
– La obesidad
– La arterioesclerosis
– La hipertensión arterial
– La Diabetes Mellitus
– La hiperlipemia (Aumento de colesterol o triglicéridos)
– Los fármacos asociados:  Por ejemplo: betabloqueantes, antidepresivos

Y ¿cómo debe tratarse la Disfunción Eréctil en estos pacientes?:

– Se deben identificar aquellos pacientes que tengan causas “curables”
– Ayudar al paciente a modificar sus hábitos de vida y eliminar los factores de riesgo
– Educar y asesorar al paciente y su pareja
– Identificar las necesidades y expectativas del paciente
– Tomar decisiones de forma compartida
– Evaluar el resultado terapéutico
– Reevaluar en caso de resultado terapéutico insastisfactorio

En el momento actual disponemos de diferentes tratamientos para intentar rehabilitar este aspecto no poco importante de la vida tras haber superado un cáncer. Los dividiremos en diferentes escalones en función de su complejidad:

1.- Los inhibidores de la fosfodiesterasa-5 conocidos como:

  • Sildafenil o Viagra
  • Tadalafil o Cialis
  • Vardenafil o Levitra
–  Están contraindicados en los pacientes que estén en tratamiento con nitritos (parches de nitroglicerina) o alfabloqueantes (excepto tamsulosina con tadalafi)
– Se debe disminur dosis en ancianos (excepto tadalafil), si existe una insuficiencia renal (excepto vardenafil) o una insuficiencia hepática (excepto tadalafil)
– Es importante vigilar las interacciones con otros medicamentos (ketoconazol, fenobarbital, carbamacepina)
– Se debe tener consideraciones previas en los pacientes cardiópatas (consultar con cardiólogo su utilización en función del riesgo coronario)
-Todos los inhibidores de la fosfodiesterasa-PDE 5 tienen una similar eficacia y tolerabilidad pero diferente farmacocinética. 
-Las principales causa de fracaso son la ausencia de estímulo sexual, una dosis insuficiente y un intervalo de tiempo inadecuado entre la toma y el intento de relación sexual.
-Recomendar la toma una hora antes, sin comida ni alcohol y realizar como mínimo cuatro intentos.
-El uso diario puede mejorar los resultados y facilitar la rehabilitación del pene.

2.- Alprostadil intracavernoso: (Caverject)
 – Mecanismo de acción: Inhibición del sistema simpático lo que determina la relajación del músculo liso via adenilato ciclasa.
– Inicio de acción: 10 minutos
– Duración de acción: 20-60 minutos
– Dosis: Requiere una adecuada titulación de dosis y aprendizaje. Debe ser monitorizado por un especialista para su correcta utilización (Urólogo-Andrólogo)
– Efectos secundarios: Dolor local. Fibrosis. Priapismo.
– Contraindicaciones: Priapismo. Enfermedad de Peyronie. Coagulopatía.
– Es altamente efectivo pero con una elevada tasa de abandono debido a los efectos secundarios e invasividad (debe el paciente aprender a autoinyectarse la sustancia en cuestión en el pene y es lógico que se produzca rechazo)

3.- Alprostadil intrauretral: (MUSE)
– Mecanismo de acción: Inhibición del sistema simpático lo que determina la relajación del músculo liso via adenilato ciclasa
– Inicio de acción: 10 minutos
– Duración de acción: 20-60 minutos
– Dosis: Requiere una adecuada titulación de dosis y aprendizaje. Debe ser monitorizado por un especialista para su correcta utilización (Urólogo-Andrólogo)
– Efectos secundarios: Dolor local. Sangrado uretral. Hipotensión.
– Contraindicaciones: Pareja embarazada. Priapismo.
– Es menos efectivo que el anterior pero con mayor aceptación.

4.-Dispositivos de vacío:
– Mecanismo de acción: Llenado del pene de sangre mediante la presión negativa producida por un mecanismo de vacio.
– Técnica: Requiere una instrucción básica .
– Efectos secundarios: Equimosis. Sensación de frío.
– Contraindicaciones: Ninguna.
– Es efectivo y seguro. Su uso precoz facilita las relaciones sexuales tempranas y potencialmente la recuperación de la función eréctil.

5.- Prótesis peneanas implantables:
– Mecanismo de acción: Prótesis maleables o semirígidas (no precisan manipulación) o prótesis inflables (presentan una bomba de llenado y vaciado).
– Técnica: Requiere una intervención quirúrgica por urólogo experimentado.
– Efectos secundarios: Malfuncionamiento. Infección.
– Contraindicaciones:  Las contraindicaciones de cualquier cirugía.
– Su papel se limita a los pacientes que no responde a ninguna otra terapia sistémica y los que no están interesados en usar los tratamientos convencionales.

Es importante que el paciente afecto de un cáncer de próstata, vejiga o recto (y también otros tumores menos frecuentes) que presente este problema y quiera recuperar su función sexual consulte con su médico o con el especialista en Uro-andrología para buscar la mejor solución. 

Para acabar les dejo con un video “muy sugerente” utilizado en una campaña de EEUU para la lucha contra el cáncer de testículo que creo no dejará indiferente a nadie.

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