Me hubiera gustado no tener que escribir nunca esta carta de despedida, pero las circunstancias mandan y hoy me ha sobrecogido la noticia de que ayer a media mañana te marchaste para no volver. No he podido despedirme, así que espero me permitas que lo haga por este medio que la tecnología actual me concede.
Desde que llegaste a mi consulta como paciente en Septiembre de 2011, me contagiaste tu optimismo, tus ganas de vivir y tus ganas de ir a por todas. Recuerdo que tú me decías que te hacías valer de un mensaje para tí misma y que utilizabas para tus pacientes de la UCI como un particular “mantra”: Tenemos, supongamos, un 20% de posibilidades de que sobreviva, pues ¡vamos a ir a por ese 20%! Y lo decías convencida, sonriendo, acostumbrada a este tipo de retos, que en esta ocasión te tocaba vivir en primera persona.
Luego nos vimos durante el proceso de tratamiento y posteriormente en la consulta. Recuerdo que cuando las cosas se empezaron a torcer yo te preguntaba cómo estabas y aún eras capaz de decirme: “¡vaya!”, con una leve contrariedad, y sin perder nunca la sonrisa. ¡Admirable!
Mi último recuerdo de ti fue estas Navidades en el Colegio de Médicos de Burgos, cuando llevé a mis hijas a un espectáculo de magia que se celebraba para niños y no tan niños. Estabas contenta sin dolores, sin muletas y diciéndome toda orgullosa que te habías incorporado a trabajar. Guardo en mi corazón ese último recuerdo, los dos besos que me regalaste y tu alegría que me resultó conmovedora. Evocar ese último recuerdo tuyo me resulta entrañable y me alegro inmensamente de haberte visto.
Siento de verdad que la Medicina no te haya dado una justa prórroga. Siento que personas tan queridas como tú os vayáis demasiado pronto, porque por mucho que esté hecha a la idea de la levedad de la vida, siempre me sorprende, me azota, me duele.
Quiero desde aquí mandar un abrazo muy fuerte a tus seres queridos, pues ellos son los que más van a notar tu ausencia.
Y no, no quiero olvidarte. Quiero que tu ejemplo me sirva para seguir trabajando, para seguir estudiando, para conseguir que pacientes como tú tengan la oportunidad de seguir adelante. Lo pienso hacer en tu honor y en memoria tuya.
Un beso muy fuerte
A partir de hoy sé que en el cielo hay una estrella que brilla más y es la tuya.
PD: Me quedo con la frase que he leído en el periódico de hoy sobre ti y no he podido evitar
emocionarme:
“Si tu luz te la has llevado toda ¿cómo voy a esperar nada del alba?”
“El mundo y yo te queremos mucho, pero yo siempre un poquito más que el mundo”
Me permitirán una canción en catalán (teníamos esa tierra en común) “Fil de llum” (Hilo de Luz) de Andreu Rifé como homenaje. Espero que les guste. Y a ella también.
Quan sento que tot s’ha acabat
que no sé aixecar el cap
que no tinc forces per continuar cap endavant
Quan sento que m’he fet petit
que ja no crec en mi
que el món continuaria igual si jo no fos aquí
Llavors m’esforço a recordar
la teva cara al meu davant
la meva orella escoltant
la teva veu baixet parlant
Dient que guanyar-me el destí
només dependria de mi
i vaig prometre prendre el repte
a partir d’aquell instant
Respira, espera
aixeca’t sense pressa
Inspira, refes-te
la vida, el món t’espera
Quan sento que res té sentit
que el món està girat
que no sé com posar un peu a terra i recomençar
Quan sento que no queda res
pel que sempre he lluitat
i cau cada desig que m’ajudava a avançar
Torno altre cop a recordar
la teva cara el meu davant
la meva orella escoltant
la teva veu baixet parlant
Dient que guanyar-me el destí
només dependria de mi
i vaig prometre prendre el repte
a partir d’aquell instant
Respira, espera
aixeca’t sense pressa
Inspira, refes-te
la vida, el món t’espera
Traducción en castellano:
Cuando siento que todo se ha acabado
que no sé levantar cabeza
que no tengo fuerzas para seguir hacia adelanteCuando siento que me he hecho pequeño
que ya no creo en mí
que el mundo continuaría igual si yo no estuviera aquí
Entonces me esfuerzo en recordar
tu cara delante de mí
mi oreja escuchando
tu voz bajita hablando
Diciendo que ganarme el destino
sólo dependería de mí
y prometí tomar el reto
a partir de ese instante
Respira, espera
levántate sin prisa
Inspira, rehazte
la vida, el mundo, te espera
Cuando siento que nada tiene sentido
que el mundo está del revés
que no sé cómo poner un pie en el suelo y recomenzar
Cuando siento que no queda nada
por lo que siempre he luchado
y cae cada deseo que me ayudaba a avanzar
Vuelvo otra vez a recordar
tu cara frente a mi
mi oreja escuchando
tu voz bajita hablando
Diciendo que ganarme el destino
sólo dependería de mí
y prometí tomar el reto
a partir de ese instante
Respira, espera
levántate sin prisa
Inspira, rehazte
la vida, el mundo te espera