Me había preparado la charla y me fui de Burgos a Miranda de Ebro tranquila y con tiempo. Llovía. Mejor dicho, jarreaba. Introduje la dirección en el GPS que me indicaba Google Maps, pero sorprendentemente me llevó a un lugar equivocado, pues no contaba con que había una calle y una avenida con el mismo nombre: “República Argentina”. Tuve que echar mano de los lugareños para encontrar el lugar, por lo que al final llegué ajustada de tiempo e inquieta por el imprevisto.
Me esperaba la fundadora de GIAFyS Koro Quevedo, que me tranquilizó al verme apresurada. El acto se inició con la entrega de Premios del IV Certamen de Relatos “Cáncer y Calidad de Vida” y el libro “Vida”, compendio de relatos del anterior certamen.
Tras la intervención de las autoridades locales, nos tocó el turno a los ponentes para hablar del enfoque multidisciplinar del tratamiento del cáncer de mama. A mi me tocó abrir la charla y expuse el camino que recorren las pacientes en el proceso diagnóstico y terapéutico. Posteriormente intervinieron una nutricionista, la propia Koro Quevedo en calidad de enfermera y psicooncóloga y finalmente el médico deportivo Fernando Herrero co-fundador de GIAFyS y con amplia experiencia en los beneficios del deporte y la actividad física en la prevención, durante el tratamiento del cáncer y en la etapa de supervivencia. El Dr Herrero cuenta con una dilatada experiencia e investigación sobre el tema y ha publicado en revistas de prestigio internacional diferentes estudios. Estos estudios ponen de manifiesto una vez más, la importancia de cuidar este aspecto en los pacientes con cáncer para mantener una buena calidad de vida.
Tras acabar las ponencias, tocó el turno de preguntas del público. Me encanta que la gente pregunte, pues denota interés e inquietud y es tremendamente positivo para todos. Siempre aprendo con estas experiencias, pues una nunca sabe hasta qué punto se entiende y llega el mensaje.
Quiero agradecer a todos la acogida y ha sido un gusto tener la oportunidad de acercarme en un escenario diferente a los pacientes y sus familiares. Gracias Koro, Fernando y José Ángel por hacerlo posible, sois verdaderamente grandes aunque estéis en un lugar pequeño como Miranda de Ebro.