Hace 9 años

El pasado 11 de Marzo se cumplieron 9 años de mi llegada profesional a Burgos. Este “storytelling” de hace casi una década ha transcurrido a mucha velocidad. Vine procedente de Palma de Mallorca tras un largo proceso de concurso-oposición del ya antiguo INSALUD ahora extinguido. Llegué cargada de ilusiones, con una niña pequeña de casi dos años bajo el brazo y con la intención de comenzar una nueva etapa de mi vida.
El Servicio de Oncología Radioterápica ubicado en el Hospital Divino Vallés contaba por aquel entonces con una única Unidad de Cobalto, un destartalado simulador, un buen planificador y un puñado de buena gente. Costó trabajo hacerse al gélido clima de estas tierras, pues soy una mediterránea nata. La gente aquí es recia, pero de una nobleza admirable. Tuve que tejer nuevas amistades y compañeros, en definitiva, recomenzar. Contaba con el atractivo de un proyecto próximo de un nuevo acelerador lineal en el Hospital Divino Vallés. En un futuro más lejano se dejaba ver la intención de construir un nuevo hospital. 
El acelerador lineal del Hospital Divino Vallés se puso en marcha en Junio de 2006, año en que además nació mi segunda hija. En todos estos años hemos trabajado duro por sacar adelante a muchos pacientes oncológicos que antes se tenían que derivar a San Sebastán. Hemos también padecido los estragos de la crisis económica y hemos tenido muchas incertidumbres en este caminar hasta conseguir el 20 de Septiembre de 2013 integrarnos por fin en el nuevo Hospital Universitario de Burgos. Fuimos los últimos en trasladarnos año y pico después de su puesta en marcha.

Han pasado 6 meses ya desde que nos trasladamos. Estamos como niños con zapatos nuevos. Estrenamos un servicio con dos nuevos aceleradores que nos van a permitir mejorar mucho la calidad de vida de los pacientes. Andamos poco a poco, pero con paso seguro. Toca desaprender y aprender de nuevo muchas cosas. Es tiempo de comenzar otra etapa, otros retos, otras ilusiones. Tiempo de comenzar de cero.

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¡Adiós Divino! ¡Hola Universitario!

Como ya anuncié en anteriores entradas a este blog me encuentro en estado de mudanza hospitalaria. Hoy 20 de Septiembre de 2013 abandonamos nuestro Servicio ubicado en el Hospital Divino Vallés para estrenar uno nuevo en el Hospital Universitario de Burgos.

Abandono “El Divino” ya con cierto sentimiento de nostalgia, pues ha sido mi hogar profesional durante algo más de ocho años. En los últimos tiempos nos ha tocado despedirnos de mis compañeros de Laboratorio, Radiología, Medicina Nuclear, Rehabilitación, Hospitalización e incluso de Cafetería dejándonos en un cierto estado de aislamiento. Ahora sólo habitan en él Salud Mental, Consultas de Urología, la Unidad de Investigación, Medicina Forense y un TAC y RMN de “Q Diagnóstica”. Es curioso, pero las personas que han habitado en él le han dotado de alma y verle ahora así despojado me produce un cierto sentimiento de melancolía.

Me gustan los hospitales con nombre. Me refiero a nombre de algún personaje eminente. Considero que le da cierto empaque y personalidad al centro. El Hospital “Divino Vallés” se llama así en referencia a un ilustre médico natural de Covarrubias (Burgos), llamado Francisco Vallés apodado “El Divino”, pues sus dotes le hicieron merecedor de ser el médico personal de la corte de Felipe II. Bonito apodo ¿no les parece? Para mi es un hospital “divino” tanto en lo personal como en lo profesional. Dejo muchos buenos recuerdos que intentaré mantener vivos en mi memoria.

Me encamino hacia el Hospital Universitario de Burgos. También llamado “El Nuevo” o por sus siglas “El HUBU”.  Ubicación: Bloques H-I, planta -2. A diferencia del anterior se ha decidido que sea un hospital “sin nombre”, impersonal, de corte concesional, dividido en bloques casi estancos con nombre de abecedario. Dentro de él largos y laberínticos pasillos que confunden al “usuario” que precisa ya de un mapa para orientarse y no perderse, optando muchas veces en preguntar al primero que pasa de blanco. Un hospital moderno, con jardines tipo zen, de apariencia fría, con un hall inmenso y lleno en sus sótanos de pequeños comercios, una oficina bancaria, una sala de exposiciones, etc que me recuerdan al “duty free” de cualquier aeropuerto. Hormigón, mucho hormigón, incluso ornamental con vigas vistas que lo atraviesan, emulando a los campos arados de Castilla, según palabras del propio arquitecto. La entrada no es apta para las personas de movilidad reducida que tienen que esperar pacientemente a un único ascensor. Sus habitantes profesionales comentan que se sienten distintos y distantes con respecto a su anterior ubicación bien en “El Divino”, “El Yagüe” o en “El Militar”. Ellos que ya llevan poco más de un año en sus nuevos puestos me han descrito ese sentimiento general. Sin embargo creo que, a pesar de todos los pesares, estamos condenados a adaptarnos a este nuevo entorno y son las personas las que deben dotarle del “alma” que otros han querido robarle. Probablemente hablo desde una perspectiva diferente, pues nuestro Servicio siempre ha estado apartado y ahora estamos por fin integrados. Vamos sin duda a mejor y quiero mirar al futuro con optimismo.

El Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Burgos cuenta con dos aceleradores lineales de electrones de última generación, permitiendo realizar nuevas técnicas de tratamiento que se irán implementando poco a poco: IMRT, IGRT, Radiocirugía, etc. Echaré de menos al “Divino”, pero se abren nuevos tiempos, nuevos retos y nuevas esperanzas. Comienzo hoy una nueva andadura.

Les dejo con el video del Hospital Universitario de Burgos.

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Muchas lágrimas y…alguna sonrisa

Me permitirán los lectores que haga un inciso en esto de explicar las bondades de mi especialidad. Hoy 30 de Noviembre de 2012 ha sido un día de muchas lágrimas, que no mías, porque se ha cerrado la hospitalización del Hospital Divino Valles. Esta mañana me acercaba a la planta. Todo eran cajas, recogidas, idas y venidas y caras largas. Muchas de las enfermeras y compañeras de fatigas (algunas también de “barrigas”) en estos casi ocho años que llevo trabajando en este hospital, se despedían entre lágrimas y con la pena de abandonar un hospital en el que nos sentíamos como una gran familia. Ellas se van al nuevo Hospital Universitario de Burgos a continuar con su incansable labor que yo también admiro, pero en un clima de mucha incertidumbre. Quiero rendir mi particular homenaje a todas las enfermeras que tanto en la 7ª planta derecha, como en otras plantas del hospital que siempre han estado a la altura de las circunstancias con nuestros enfermos oncológicos, cuidándoles, dándoles cariño, afecto, comprensión y mucha, pero que mucha profesionalidad, sin abandonar jamás la sonrisa que hoy tanto costaba de esbozar. Para muchas son muchos años de trabajo y entrega y es lógico que esta despedida sea triste. Pero desde este blog quiero darles las GRACIAS y desearles la mejor de las suertes en su nueva andadura. Ya sabéis que para mi siempre seréis “divinas”. 
También se marcha el Servicio de Radiología a quien quiero agradecer desde aquí su colaboración para y con mi Servicio. Para ellos también les mando un abrazo de gratitud.
Finalmente, hasta la cafetería y el quiosco cierran y cada día nos quedamos los de Oncología Radioterápica un poquito más solos. Dicen que para el verano ya nos reuniremos con todos vosotros en el Hospital Universitario. Espero reencontrarme con vosotros. Aunque estéis cerca en la distancia, este hospital no va a ser el mismo sin ellos. Me temo que el invierno va a ser duro.
 ¡¡ SUERTE!!
  
Ambas fotos han sido tomadas por la autora. La de arriba, tomada hoy mismo al salir del trabajo. La de abajo hace unos días desde la 8ª planta viéndose la primera nevada y al fondo el nuevo Hospital Universitario de Burgos.

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