Empleabilidad y Marca Personal en Redes Sociales

Era un frío día de otoño. Esta vez no me encaminaba hacia el hospital como de costumbre, sino que me dirigía a dar una charla en el auditorio de la Casa de la Cultura de Miranda de Ebro. Durante el camino una espesa niebla me acompañó casi todo el camino, no dejándome otra posibilidad que la de estar muy atenta a la carretera y no pensar en otra cosa.
Llegué algo antes de las 10 de la mañana. Afuera se agolpaban un montón de jóvenes charlando imagino de sus cosas. Dentro una risueña joven me dió un lazo violeta y unos cartoncillos informativos. Entré en el auditorio que estaba repleto de gente formando una lógica algarabía y en el estrado se veía una gran pantalla y algunos de los antes virtuales ponentes conocidos por redes sociales, pero ahora ya reconocibles y presenciales.
Saludé a los presentes y di mi “pendrive” para volcar mi presentación en el ordenador y comprobar que todo estaba en orden. Charlé un rato con Christian Delgado von Eitzen cuya sonrisa me resultó acogedora y amigable, con Javier Cámara un mirandés cuya altura, no solo de miras, me impresionó, al mismísimo Alfredo Vela una incansable figura en Twitter, hecho carne y hueso y a un sonriente Roberto Martínez de Salinas ataviado con una camisa con Marca Personal. Por supuesto hablé con la directora del Centro de Formación Profesional “Río Ebro” Natividad Esteban y otros docentes del centro.
El auditorio estaba casi completo y lleno de caras muy jóvenes, ávidas por conocer nuevas formas de empleabilidad y de futuro profesional. Christian Delgado inició la ronda con una excelente introducción y presentación, poniendo el listón alto y eligiendo ejemplos de Marca Personal sorprendentes como el caso de @taxioviedo  y haciendo un guiño al sector sanitario con Pedro Soriano, Charo Boscà, Teresa Pérez o una servidora. Después vino en turno de Alfredo Vela Zancada, autor de #ElLibrodeTwitter y “Cómo buscar trabajo con Redes Sociales (y sin ellas)” cuyos vastos conocimientos en Social Media y su particular y trabajada visión nos dejaron boquiabiertos. Javier Cámara habló como creador de beBee, una red social de dos años de andadura que alinea el perfil profesional con las aficiones personales, generando así un rico panel de colmenas que como fruto dan rica miel en forma de posts. Esa miel es el rey: el contenido.
Tocó tras Javier Cámara el turno de mi presentación. Antes de hacerlo y tras escuchar a los anteriores ponentes me preguntaba ¿Qué hace una “chica” como yo en un sitio como este? ¿Por qué precisamente yo, estatutaria con plaza fija en el Hospital Universitario de Burgos, podía hablar con propiedad de Branding sanitario? ¿Qué mensaje debía transmitir a una audiencia con un futuro tan cambiante e incierto? ¿Qué me movía enredarme en la aventura de escribir un blog y trabajar en redes sociales cuando tenía la vida aparentemente resuelta?
Iré contestando por partes. Cierto es que chocaba verme entre emprendedores, empresarios y estudiantes de Formación Profesional, muchos de ellos del sector sanitario, pero no desentonaba tanto como en un principio podía parecer. Me unía un mismo espíritu o una “misma fe” como me indicaba Christian y que no es otro que el de tener amplitud de miras y entender que internet, las herramientas 2.0 y las redes sociales son herramientas que potencian nuestra inteligencia colectiva. Internet no es un mundo meramente virtual, es una realidad como lo fueron en su día los libros, la prensa, la radio o la televisión y ha revolucionado nuestra forma de ver y entender el mundo.
Trabajar en una institución pública puede dar una seguridad laboral, no lo niego, pero también es posible y fácil caer en el ostracismo, en la rutina, en la desmotivación y en la despersonalización más absoluta del trabajo. Soy una enamorada de mi profesión médica y por ello necesito que ésta traspase las paredes del sótano y se expanda mi pequeño saber por el ciberespacio. Con ello no sólo consigo tener ese plus de satisfacción personal que todos necesitamos y que es un bien intangible, sino que además puedo llegar a mucha más gente, ayudar a iluminar el camino a muchos pacientes y familiares. Nada me alegra más el corazón en estos momentos que el hecho que alguien me diga que mi blog le ha servido de ayuda.
Hablar de Branding Sanitario, médico en mi caso concreto tampoco ha sido difícil. Al empezar a trabajar en este mundo no fui muy consciente de que estaba labrando una Marca Personal y fue mi buen amigo José Antonio Trujillo, gran experto en la materia desde hace años, quien siempre me ofreció ayuda y consejo sobre el tema. Gracias a los contactos adquiridos en las redes sociales he podido aprender mucho y poder hablar de ello con conocimiento de causa a día de hoy.
Mi mensaje para los estudiantes fue que era necesario labrarse una Marca Personal para hacer justicia visible el prestigio profesional de cada uno. La clave está en diferenciarse, en buscar un área en la que convertirse en un experto, buscar un logo y tratar de resultar atractivo a nuestros potenciales empleadores. Para ello puse de ejemplo mi propio blog, lo que me empujó a escribir y cómo me abrí a través de él en las redes sociales como medio para difundir y divulgar el conocimiento. Por último les conté los logros obtenidos con este trabajo y los proyectos en los que estoy todavía en marcha.
Me fui de Miranda de Ebro con buenas vibraciones, con ganas de volver pronto al mundo docente dando a conocer el trabajo que hacemos en nuestro día a día y el valor que aportamos a los pacientes. Entiendo que hay mucho que sembrar entre los jóvenes. El futuro está en sus manos y nosotros tenemos la obligación de ayudarles a construirlo.
Les dejo con mi presentación: “Empleabilidad y Marca Personal en Redes Sociales”.

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Médico o persona ¿qué prefieres?

Bajo la dualidad médico-persona navego constantemente en mi quehacer profesional. Me parece difícil separar mi “yo persona” de mi “yo médico”. Pienso en el momento que me enfundo en la bata blanca y el fonendo. Parece lógico entonces establecer el rol de médico y dejar de lado mi rol personal. 
Puedo convertir mi bata en una coraza y la mesa del despacho en un espacio insalvable entre el médico y el paciente. Dicen que así soy más “profesional”, más objetiva y me impregno menos de sentimentalismo. Una forma de no llevarme los problemas de los pacientes a casa. Dicen que así es más fácil obtener el respeto. Así seré un buen médico y me tratarán todos de usted, rindiéndome pleitesía.
Sin embargo la experiencia me ha demostrado el error que eso significa. Porque antes de ser médico, soy mujer, soy madre y soy persona. Mis cualidades humanas, mis valores, mi maternidad, mis heridas, mi experiencia vital tanto personal como profesional, mis fortalezas y mis debilidades son parte indisoluble de mi misma. Están ahí para darle un valor añadido a mi profesión, son herramientas que me ayudan a ponerme en los zapatos del paciente. La relación médico-paciente es más fluida, más simétrica, más humana y más personal. El paciente lo agradece. El respeto y la confianza surgen de forma natural, casi sin querer. Para ser un buen médico hay que ser un médico bueno ¿o no?
El motivo de este “post” es la cuestión planteada por #CarnavalSalud de Septiembre bajo el título de “Marca personal-marca profesional, ¿juntas y revueltas?” Mi opinión es que si. El sello o marca personal ha de ir de la mano de la marca profesional. Es posible elegir separarlas. Es posible que sea lo recomendable por los expertos en la materia. Pero me pregunto que si se objetiva como positivo el concepto holístico del paciente, teniendo en cuenta además de su enfermedad todo su entorno personal, ¿por qué no se puede ser positivo el mismo concepto sobre el profesional sanitario? Creo sinceramente que hacerlo nos confiere un perfil más transparente, más auténtico.
De cualquier forma, mezclar ciertos rasgos personales a mi perfil profesional no significa que yo tenga que renunciar a mi intimidad. Eso es algo sobre lo que yo decido y sobre la que soy yo responsable. Yo también me debo al secreto profesional y a la confidencialidad de los datos más personales de un paciente. Soy consciente de que así corro el peligro de que me asalten en el supermercado haciéndome una consulta médica inoportuna mientras estoy mirando la lista de la compra. Pero siempre puedo contestar con una sonrisa y emplazarle a que venga a verme al hospital.
Les dejo con el conocido video TED del Dr Abraham Verghese: El toque de un doctor.

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