Cineterapia oncológica: La teta que os falta (España, César Ríos Aguilar 2012)

Carla es una joven mujer que ha superado una mastectomía por un cáncer de mama. Durante una cena especial de despedida con un grupo de amigos, los comensales se separan por sexos siendo inevitables las conversaciones paralelas de hombres y mujeres. Surgen espontáneamente temas de conversación cotidianos que ahora le afectan a Carla de una forma distinta por las circunstancias que les ha tocado vivir.

Carla prefiere sobrellevar sus cambios psíquicos y físicos con bastante discreción e intenta comportarse de igual forma a como era antes de la operación. En el cortometraje pueden verse muchos mitos y realidades, tabúes escondidos, grandezas y miserias humanas. Al final hay un pequeño show-espectáculo en el que ocurre algo inesperado. A partir de ese momento Carla renace, saca su yo más auténtico y femenino. Cogerá las riendas tomando cartas en el asunto. El título muy sugerente: La teta que os falta, nos invita a reflexionar sobre si la feminidad reside o no en ese lugar de la anatomía de la mujer.

Este cortometraje pretende ser un humilde homenaje a todos las mujeres que un día recibieron, por sorpresa, sumidas en una fuerte conmoción, el diagnóstico de un cáncer de mama y han tenido que ser sometidas a una mastectomía. Va dirigido a todas las mujeres que han sufrido y han tenido que superar las barreras físicas y psicológicas que conlleva esta enfermedad.

Por favor, valora el artículo

¿Qué te parece si bailamos?

Albert Espinosa nos explica en su libro “El Mundo Amarillo” y en la Serie “Pulseras Rojas” cómo el hacer una fiesta de despedida de la pierna que le amputaron siendo adolescente por un osteosarcoma, le ayudó a superar el trauma de la pérdida y no sufrir el “síndrome del miembro fantasma” posterior. Tal y como lo cuenta fue una conmovedora historia llena de anécdotas y que supuso el inicio de la aceptación de su situación a partir de entonces. En la fiesta invitó a todo tipo de personas relacionadas con su pierna: un portero de fútbol al que le había metido muchos goles, una chica con la que había estado haciendo “piececitos”, etc. También cuenta que antes de entrar en quirófano se marcó su último baile a dos piernas con una enfermera. 

Estos días está corriendo por las redes sociales de forma viral un video de 6 minutos, fantástico y sorprendente. El lugar donde se grabó el video es el UCSF Medical Center en el Monte Sión, en San Francisco. La protagonista es Deborah Cohan, una ginecóloga de ese mismo hospital, que se marca un estupendo baile con enfermeras y médicos en el quirófano como fiesta de despedida de sus dos apreciadas glándulas mamarias con una canción de Beyoncé: Get Me Bodied. Tenía un cáncer de mama e iba a someterse a una doble mastectomía.

La idea de la doctora Cohan era tener una especie fiesta con todo el mundo, un baile virtual con su familia y amigos en los minutos antes de la cirugía. Ella decía: ” Mi fantasía es pasármelo bien con la canción y con la danza … donde quiera que sea … lo ideal a las 7:30, pero en realidad en cualquier momento. Nada me da más alegría que catalizar mis sentimientos con los otros para bailar, moverme y estar en sintonía con otros cuerpos. ¿Está conmigo  la gente? “

La alegría y la energía de la doctora Cohan en el vídeo ha levantado el ánimo de la gente en todo el mundo, incluyendo lectores del USA-TODAY digital como Chris Harmon , quien envió a  Facebook el mensaje: “Mi familia está atravesando por un cáncer en la familia en estos momentos también … este video me hizo llorar de emoción”.

 
Bailar en los tiempos difíciles parece ser una cosa de familia. En un mensaje del 29 de octubre de la doctora Cohan escribió en a sus hijos, Dalia y Ben, acerca de su cáncer de mama. Los chicos hicieron algunas preguntas y se habló de la cirugía de su madre. Entonces, de manera espontánea, como si fuera una señal, Ben se puso de pie y comenzó a cantar el 90 canción pop Everybody Dance Now. Tanto él como Dalia comenzaron a bailar en la alfombra del salón ( llamado apropiadamente la pista de baile en la casa ). La doctora Cohan escribió: “Está bien, entonces. Todos vamos a estar bien”  

A mi que soy una aficionada de la danza en cualquiera de sus estilos y que me encanta bailar me ha parecido absolutamente genial. Otra herramienta más para ser felices y estar mejor: ¿Bailamos? 

Por favor, valora el artículo

Trucos para mejorar la sexualidad femenina tras superar un cáncer

Hay algunos puntos clave que hay que tener en cuenta a medida que continúa la vida sexual de la mujer durante o después de haber recibido un tratamiento oncológico.


Es importante informarse tanto como sea posible sobre cómo su tratamiento puede afectar sobre su sexualidad. Hable con su médico, enfermera, psiconcólogo o psicólogo clínico. Cuando sabe lo que puede esperar, puede plantear cómo podría manejar dichas situaciones.


Tenga en cuenta que, sin importar el tipo de tratamiento para cáncer que esté recibiendo, aún conservará su capacidad para sentir placer al contacto físico. Pocos tratamientos para el cáncer (que no sean aquellos que afectan las regiones del cerebro y la médula espinal) dañan las terminales nerviosas y los músculos involucrados en la sensación de placer al contacto físico. Por ejemplo, las mujeres cuya vagina sea lo suficientemente estrecha o reseca como para causar dolor (dispareunia), a menudo pueden lograr placer a través de carícias en las mamas o en las partes externas de sus órganos genitales. Para las personas con cáncer, el contacto físico sexual es a menudo gratificante. El placer y la satisfacción son posibles incluso si algunos aspectos de la sexualidad han cambiado.


Procure mantener una mente abierta sobre las formas en que siente placer sexual. Algunas parejas tienen una visión limitada de lo que es normal en el sexo. No hay que pensar sólo en la genitalidad pues si centran la sexualidad sólo en ello puede que ambos se sientan defraudados. Para las personas tratadas contra el cáncer, puede que haya ocasiones en que las relaciones sexuales completas (me refiero a las coitales) no sean posibles. Estos momentos pueden ser la oportunidad de aprender nuevas formas de dar y recibir placer sexual.


Usted y su pareja pueden ayudarse mutuamente a lograr placer a través del tacto y de las caricias. A veces, tan sólo acurrucarse y abrazarse puede resultar placentero. También puede dar continuidad al placer cuidando su autoconocimiento y dándose espacio para la autoexploración. No se niegue la oportunidad de sentir placer sólo por que su rutina habitual ha cambiado.


Trate de tener conversaciones claras y recíprocassobre el sexo y la sexualidad con su pareja, al igual que con su médico. Si le avergüenza mucho preguntarle a su médico si puede o no ser sexualmente activa, puede que nunca lo vaya a saber. Hable con su médico sobre el tema, y cuéntele a su pareja lo que le haya dicho. De otro modo, puede que su pareja tenga temor de que pudiera hacerle daño. Una comunicación adecuada es clave para adaptarse a su rutina sexual cuando se experimenten los cambios en su cuerpo debido al cáncer. Si siente cansancio o debilidad y quiere que su pareja tenga una participación más activa al tocarle, dígaselo. Si alguna parte de su cuerpo está muy sensible o dolorida, puede guiar la forma en que su pareja pueda generar mayor placer y evitar dolor.


Refuerce su autoestima. Recuérdese sus virtudes. Si su pelo empieza a caer, puede que opte por usar una peluca, un sombrero o un pañuelo si esto le hace sentirse más cómoda. Algunas mujeres prefieren no usar nada en la cabeza. Puede que use una prótesis en caso de una mastectomía. No deje de cuidarse y arreglarse en la medida que sea posible. Haga lo que le haga sentirse mejor sobre sí misma.


Comer bien y hacer ejercicio también puede ayudar a mantener su cuerpo fuerte y con energía. Practique técnicas de relajación y busque ayuda profesional si piensa que está deprimida. 

En los casos en que se lleve a cabo una radioterapia en la región pélvica a menudo puede verse afectada la vida sexual de la mujer. Además en mujeres en edad fértil puede que los ovarios dejen de funcionar a partir de una determinada dosis de radiación, lo cual a veces es un daño temporal, pero a menudo es permanente. Si la mujer ya ha pasado por la menopausia, puede que note poco o nada de cambio  porque sus ovarios ya han dejado de producir hormonas. Pero si no ha pasado por la menopausia, puede que la radiación le cause un “cambio de vida” repentino muy acusado en el que experimentará sofocos y sequedad vaginal.


Las mujeres jóvenes que reciben dosis menores de radiación pélvica, como podría ser durante el tratamiento contra la enfermedad de Hodgkin, puede que su menstruación regrese una vez que sus ovarios hayan recuperado su función. Sin embargo, con las dosis mayores de radioterapia, como las utilizadas para el tratamiento contra el cáncer de cuello uterino, el daño es permanente. Durante la radiación, los tejidos del área tratada adquieren tono rosado (eritema) y se inflaman. Puede que la vagina sea hipersensible durante el tratamiento con radicación y que así continúe algunas semanas después de las radiaciones. A medida que se resuelva dicha irritación, puede que haya cicatrización. Puede que las paredes vaginales se hagan fibrosas y se endurezcan. Esto puede implicar que no sean las paredes de la vagina tan elásticas como antaño, tanto durante la fase de excitación sexual como en el momento de las relaciones sexuales plenas. La cicatrización que normalmente ocurre tras la radiación pélvica puede acortar o estrechar la vagina. La mujer puede evitar la formación de tejido cicatricial tensoal estirar las paredes vaginales mediante la actividad sexual completa tres o cuatro veces por semana, o bien se recomienda la utilización de un dilatador vaginal siempre con un lubricante de manera profiláctica. 


Un dilatador vaginal es un tubo de plástico, silicona o goma que se usa para estirar las paredes de la vagina. La mujer sentirá como si se pusiera un tampón de gran tamaño durante unos minutos.Aunque una mujer no esté interesada en permanecer sexualmente activa, el mantenimiento del tamaño normal de su vagina permite que los exámenes ginecológicos resulten menos incómodos, ya que de otro modo la vagina puede cerrarse y formarse sinequias (adherencias). Las sesiones con el ginecólogo forman una parte importante en el seguimiento tras el tratamiento. El daño causado a la vagina (vaginitis) por la radiación también puede causar que su recubrimiento se adelgace y se haga frágil. Muchas mujeres observan algo de sangrado ligero tras las relaciones sexuales aunque no hayan sentido dolor durante el acto. En pocas ocasiones las mujeres tienen úlceras o llagas abiertas en el área vaginal, las cuales puede que precisen un tratamiento específico hasta curarse después de que la radioterapia haya concluido.

Mientras la mujer no esté sangrando en exceso debido a un tumor de vejiga, recto,  útero, cuello uterino o vagina, generalmente puede tener relaciones sexuales durante el transcurso de la radioterapia pélvica. Los genitales externos y la vagina conservan la misma sensibilidad de antes. Salvo que la relación sexual resulte dolorosa, la mujer podrá lograr placer también. La mujer deberá seguir las indicaciones de su médico sobre la actividad sexual durante la radioterapia. Es importante saber que la radioterapia que se administra con un  equipo externo al cuerpo no deja ninguna radiación en el cuerpo, por lo que la pareja no tendrá ningún contacto con la radiación. Algunas mujeres son tratadas con braquiterapia, el cual consiste de una fuente de radiación dentro de la vagina o el útero. Las mujeres tratadas con este tipo de radiación no transmiten tampoco radiación después de que el implante de braquiterapia es retirado. 

En resumen, es importante que cada mujer que haya pasado por un cáncer, aprenda a conocerse y a adecuarse lo antes posible a su nueva situación, disipar sus miedos en cuanto a la sexualidad se refiere, respetando los tiempos de cada una necesite, pero sin demorarlo en demasía. Así podrá aceptar y asumir mucho mejor todos los avatares de esta enfermedad y en definitiva seguir siendo FELIZ.

Les dejo con un video sobre cómo recuperar la sexualidad tras vencer un cáncer de mama. Y si alguien desea más información sobre este tema pueden hacer “click” aquí. 

 
 

Por favor, valora el artículo

Santa Águeda y el Cáncer de Mama

Hoy 5 de Febrero, es SANTA ÁGUEDA y esta es su leyenda (o historia): 
Nació posiblemente en Palermo o Catania (Italia) alrededor del año 230 DC. Recibió la Palma del Martirio por defender su ideal cristiano, su honor y su pureza. Sus padres, que eran nobles e ilustres, la consagraron a Dios en sus primeros años, pero el Gobernador Romano de Sicilia, Quiciano, atraído por su singular belleza física le asediaba constantemente para satisfacer a sus bajos instintos. Dice la historia que la recluyó  en casa de una mujer llamada Afrodisia, la cual tenía 5 hijas de conducta algo lasciva, con el firme propósito de que Águeda renegara de su decisión de guardar la virginidad.
Al no lograr su objetivo quiso que abandonara su fe y ordenó que la torturasen con el máximo rigor, a lo cual Águeda respondía con firmeza y alegría. Quiciano enfurecido mandó que se le oprimieran los pechos brutalmente, para luego cortárselos (una mastectomía bilateral en toda regla, pobrecilla), enviándola nuevamente a prisión privada de alimentos y atención médica.
Ella confortada por el auxilio de Dios y curada milagrosamente, se dice que por San Pedro, fue conducida una vez más ante el cruel Gobernador quien determinó que desnuda fuera arrojada a las brasas ardientes, para posteriormente recluirla en un lóbrego calabozo donde tras un ferviente rezo, murió.
Según cuenta la leyenda, en ese mismo instante cesó la erupción del volcán Etna y cesaron los terremotos que venían azotando la isla de Sicilia.
Por todo ello es la imagen que se identifica como PROTECTORA DE LA MUJER y de las enfermedades mamarias y de las nodrizas. Se identifica como la Santa Protectora del Cáncer de Mama. Se le invoca también contra catástrofes naturales como los incendios y los terremotos.

En Zamarramala (Segovia) se celebra su festividad desde 1227, cuando las mujeres del lugar intervinieron decisivamente en la reconquista del Alcázar de Segovia entreteniendo a las tropas musulmanas que defendían el Alcázar de Segovia mientras los segovianos recuperaban la fortaleza. Ello supuso una serie de privilegios para este pueblo y sus mujeres, a las que se concedió el privilegio de MANDAR UNA VEZ AL AÑO. Debe de entenderse que cuando nuestras antepasadas participaban en la fiesta su situación era diferente y por tanto, para ellas, esta era además de un momento de diversión, un acto lúdico, era la ocasión de reunirse, de liberarse del papel que ejercían cotidianamente como mujer casada y madre de familia, dependiendo en mayor o menor medida de la autoridad masculina y de las normas sociales vigentes. Mandar las mujeres durante dos días debía de suponer algo distinto y diferente hace muchos años.

En Zaragoza el día de Santa Águeda se prepara este dulce típico “Pastel de Teta”. El postre consiste en una masa de bollo que la empapamos en almíbar de Cointreau y la rellenamos de nata y trufa y la acabamos de bañar en chocolate negro y terminamos con una cereza.
 Foto: Dulce de la “Teta de Santa Águeda”

Por favor, valora el artículo