Hoy 5 de Febrero, es SANTA ÁGUEDA y esta es su leyenda (o historia):
Nació posiblemente en Palermo o Catania (Italia) alrededor del año 230 DC. Recibió la Palma del Martirio por defender su ideal cristiano, su honor y su pureza. Sus padres, que eran nobles e ilustres, la consagraron a Dios en sus primeros años, pero el Gobernador Romano de Sicilia, Quiciano, atraído por su singular belleza física le asediaba constantemente para satisfacer a sus bajos instintos. Dice la historia que la recluyó en casa de una mujer llamada Afrodisia, la cual tenía 5 hijas de conducta algo lasciva, con el firme propósito de que Águeda renegara de su decisión de guardar la virginidad.
Al no lograr su objetivo quiso que abandonara su fe y ordenó que la torturasen con el máximo rigor, a lo cual Águeda respondía con firmeza y alegría. Quiciano enfurecido mandó que se le oprimieran los pechos brutalmente, para luego cortárselos (una mastectomía bilateral en toda regla, pobrecilla), enviándola nuevamente a prisión privada de alimentos y atención médica.
Ella confortada por el auxilio de Dios y curada milagrosamente, se dice que por San Pedro, fue conducida una vez más ante el cruel Gobernador quien determinó que desnuda fuera arrojada a las brasas ardientes, para posteriormente recluirla en un lóbrego calabozo donde tras un ferviente rezo, murió.
Según cuenta la leyenda, en ese mismo instante cesó la erupción del volcán Etna y cesaron los terremotos que venían azotando la isla de Sicilia.
Por todo ello es la imagen que se identifica como
PROTECTORA DE LA MUJER y de las enfermedades mamarias y de las nodrizas. Se identifica como la
Santa Protectora del Cáncer de Mama. Se le invoca también contra catástrofes naturales como los incendios y los terremotos.
En Zamarramala (Segovia) se celebra su festividad desde 1227, cuando las mujeres del lugar intervinieron decisivamente en la reconquista del Alcázar de Segovia entreteniendo a las tropas musulmanas que defendían el Alcázar de Segovia mientras los segovianos recuperaban la fortaleza. Ello supuso una serie de privilegios para este pueblo y sus mujeres, a las que se concedió el privilegio de MANDAR UNA VEZ AL AÑO. Debe de entenderse que cuando nuestras antepasadas participaban en la fiesta su situación era diferente y por tanto, para ellas, esta era además de un momento de diversión, un acto lúdico, era la ocasión de reunirse, de liberarse del papel que ejercían cotidianamente como mujer casada y madre de familia, dependiendo en mayor o menor medida de la autoridad masculina y de las normas sociales vigentes. Mandar las mujeres durante dos días debía de suponer algo distinto y diferente hace muchos años.
En Zaragoza el día de Santa Águeda se prepara este dulce típico “Pastel de Teta”. El postre consiste en una masa de bollo que la empapamos en almíbar de Cointreau y la rellenamos de nata y trufa y la acabamos de bañar en chocolate negro y terminamos con una cereza.
Foto: Dulce de la “Teta de Santa Águeda”