Arranca un nuevo año y con él multitud de buenas intenciones, que si se se quedan sólo en eso apenas son nada. Lo importante en realidad es materializarlas en todo lo posible, pasar a la acción. Así que conviene reflexionar con suficiente calma y ponerse manos a la obra. Recapitulemos.
Propósitos renovados
Toca cambiar de calendario e iniciar la andadura de un nuevo año, dejando atrás el anterior y con la esperanza de que este 2016 (que seguro se me resistirá cambiar cada vez que tenga que escribir la fecha en algún papel), cumpla con esos buenos propósitos que medité al acabar el 2015.
Reconozco que este final de 2015 me ha dejado “vacía” y con mis neuronas algo saturadas, por lo que he tratado de descansar, pensar en cosas más prosaicas y buscar fuerzas renovadas para afrontar el año con la garra y el entusiasmo que mis lectores se merecen. Sin duda para mi, leer a otros compañeros bloggeros me ha ayudado a arrancar. Como leer a la Dra Mª José Mas en su post “El tiempo es una medida humana” en el que me descubre que justamente este año, en el que cambio de década, todas las neuronas de mi hipocampo (lugar donde guardo los recuerdos) serán completamente nuevas (neurogénesis) y diferentes con las que nací. Una buena noticia pensé, pues eso de estrenar neuronas en plena madurez es algo que reconozco “me mola mogollón”. Todos los deseos y consejos para una buena neurogénesis que ella apunta me vienen como anillo al dedo.
El 2015 ha sido un año frenético, intenso, lleno de algunas cosas buenas y otras quizás no tanto. Me he dado cuenta que soy de esas personas a las que les gusta hacer cosas y en ese quehacer surgen otras cosas y luego otras, haciéndose una especie de pelota de nieve sin fin. Empieza a ser hora de ser asertiva y decir no a alguna de ellas. El mantenimiento del equilibrio de los diferentes aspectos de la propia vida lo exige, me lo pide a gritos.
Leer los dos últimos posts del blog “Salud con cosas” de Miguel Ángel Máñez me han resituado en cierto modo y he comprendido que no buscamos cosas tan diferentes. Ambos navegamos hacia la corriente del “co”: conocer, comprender, conversar, construir, completar, contribuir, colaborar, compartir, cooperar y comunicar. Un punto de partida ideal para andar con paso firme en este ya 2016.
Así entre mis propósitos está no sólo cuidarme y hacer ejercicio cundiendo con el ejemplo, sino también dar forma definitiva a un libro para pacientes y familiares que lleva meses en barbecho, seguir conociendo y aprendiendo de aquellas personas valiosas que se han cruzado en mi camino, buscar la forma de mantener la ilusión por el trabajo bien hecho en el hospital y fuera de él y encontrar, por qué no, más espacios para el ocio personal. Ahí lo dejo.
Para acabar y gracias a Miguel Ángel Máñez inicio el año con un sorprendente “hit parade“. Ha sido el single más vendido en Navidad. Titulado “A bridge over you” y cantado por el NHS Choir, un coro del Sistema Nacional de Salud británico, demuestra que el trabajo silencioso de los profesionales sanitarios es el motor que mantiene en gran medida este complejo sistema y que los pacientes valoran por encima de las desacertadas políticas institucionales. A mi al menos me ha llenado de orgullo y optimismo.
Relato de verano: Llega Septiembre.
Nos encontramos ante un verano que ya agoniza y ya estamos pensando en el nuevo curso. La sensación es similar a la del año nuevo que comienza. En Septiembre también hacemos buenos propósitos: ir al gimnasio, hacer algo de dieta para bajar quilos, apuntarse a una academia para perfeccionar inglés, etc. Por mi parte, y como cada año, me enfrento a la ardua tarea de forrar libros, ordenarlos, ponerles el nombre, revisar la ropa del año anterior para ver qué aprovecho y qué desecho y pensar en las actividades extraescolares. También en esta época emergen cursos y congresos. Es una época frenética de formación. Los días ya se acortan, el rocío inunda las mañanas y empiezo a notar ese característico olor a otoño en el ambiente. Vuelvo de vacaciones con fuerzas renovadas y ganas de rellenar muchos folios en blanco. No sólo los de mi blog que estoy escribiendo ahora, sino también los que escribiré en el relato de mi propia vida.
Seguiré estando ahí intentando que los pacientes sean tratados como merecen, que no me abrume el exceso de trabajo, la burocracia o la cantidad ingente de sinsentidos que se abren a mi paso y en el de mis compañeros. En algún momento seré humana y me sentiré cansada, con ganas de que el día acabe y de tomar algo de aire. Los días, los meses y los años me pasan cada vez más deprisa. Siento la necesidad de frenarlos un poco, saborearlos, hacerlos un poco míos. A veces tengo la sensación de que el tiempo pasa por encima mío y no yo por encima del tiempo. Éste parece azotarme y no me deja ir a una marcha menor. Trato de no agobiarme por ello, a pesar de todo.
Tareas pendientes y nuevos propósitos. Septiembre.
Video de Glen Keane: The Duet.