¿Cómo interpretar un informe de radioterapia?

El lenguaje médico, tan lleno ya de abreviaturas y tecnicismos supone muy a menudo una importante barrera de comunicación con los pacientes. Un informe médico bien hecho, al igual que una buena historia clínica sigue siendo una importante herramienta de trabajo, pues ayuda a una mejor interpretación de lo que le sucede al enfermo por parte de otro médico. Muchas veces me vienen pacientes con informes pidiéndome que les “traduzca” su contenido. Hablaremos en este post de cómo interpretar un informe de radioterapia.

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Radioterapia tiene nombre de mujer

No pretendo bajo este título entrar en ninguna guerra intencionada de sexos. Trato simplemente de hacer un guiño y manifestar la importancia que tuvo y tiene en la Historia de las radiaciones la figura de una mujer con mayúsculas: Marja Skłodowska, más conocida como Marie Curie. Con ella la Radioterapia tiene nombre de mujer.

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El paciente-pintor que ilustró un búnker

José Dámaso Trujillo, más conocido como Pepe Dámaso es un reconocido artista y pintor gran canario. El pasado 25 de agosto saltaba la noticia en La Provincia- Diario de Las Palmasde que una obra suya ilustraba el techo de uno de los búnkeres de un acelerador lineal del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Dr Negrín de Las Palmas de Gran Canaria. Todo un ejemplo de como la fusión Arte-Medicina es posible. También nos sirve para reconocer que la idea de un paciente creativo tumbado en una camilla de tratamiento le puede empoderar y por ende ayudar, cómo no, a otros pacientes a sobrellevar mejor su dolencia. Les dejo con la transcripción de la noticia. Creo que a muchos pacientes les va a encantar esta iniciativa.

Una obra de Pepe Dámaso ilustra el techo de un acelerador en el Negrín – La Provincia – Diario de Las Palmas

El Hospital Negrín, además de tener uno de los mejores equipos humanos de Oncología Radioterápica, puede presumir de acercar el arte a sus pacientes, gracias a la donación de cuatro cuadros que hizo Pepe Dámaso al citado servicio médico, tras recibir tratamiento después de que le fuera diagnosticado un cáncer.

La intención del artista fue la de contribuir a hacer el espacio hospitalario más amable a los pacientes que deben someterse a tratamientos de radioterapia. Así, en 2005 donó cuatro obras que se exhiben en las instalaciones de Oncología Radioterápica, que integran la serie Flores. De una de ellas se realizó una reproducción en vinilo, que está colocada en el techo de uno de los aceleradores lineales, de manera que puede ser contemplada por el paciente durante la sesión de radioterapia. Como agradecimiento por la donación, dicho espacio pasó a denominarse Sala Pepe Dámaso.

“La idea surgió cuando me dieron la terrible noticia de que tenía cáncer y debía someterme a un tratamiento de radioterapia”, confesó el artista plástico. “Mientras estaba tendido dentro del aparato, con la angustia de si me iba a curar o no, en ese vacío del dolor, me planteé hacer algo, desde el punto de vista estético, que sirviera de distracción a todos los pacientes que pasaran por allí. Entonces propuse introducir una réplica de un cuadro en el techo e iluminarla, y lo maravilloso es que me hicieron caso”, indicó.

Para Dámaso, esta iniciativa “que ha trascendido internacionalmente porque no hay en el mundo algo similar”, ha sido muy gratificante, sobre todo por los mensajes de agradecimiento que le siguen llegando tantos años después. “Lo más hermoso es cuando personas que se están tratando me paran por la calle y me dicen: Pepe, agradezco tanto poder mirar esas flores. Esa es la parte más rica de esta experiencia“.

Por parte del servicio, cuya actividad está orientada hacia el paciente como centro del proceso asistencial, la donación del artista de Agaete fue un estímulo importante, según destacó el jefe de Oncología Radioterápica Pedro Lara .

“Muchos de nuestros pacientes nos hacen partícipes de sus miedos, esperanzas e ilusiones. Todos tienen una condición especial, humana, personal, profesional que les define de forma particular. Pepe Dámaso ha sido uno de ellos. Desde el principio, resolvió implicarse de la forma pasional que le conocemos, no solo en su tratamiento, sino de forma especial en los sentimientos que su proceso le generaba a él mismo, pero también a sus ´compañeros de travesía”, el resto de los pacientes”, señaló el especialista.

Lara apuntó que durante el proceso terapéutico Dámaso les hizo ver la necesidad de mejorar el entorno en que se desenvolvía el día del tratamiento, especialmente en el momento mas solitario, cuando la persona queda en la unidad de tratamiento, observando como un imponente aparato se mueve robóticamente a su alrededor.

Nos dio lo que tenía, que no es poco, su pintura. Un oasis de colores verdes y florales, que se despliegan vitales, cuando se abren los ojos desde la mesa de tratamiento. Cuatro cuadros cuelgan de las paredes que separan la sala de espera de los imponentes búnkers donde se recibe el tratamiento. Justo en la dirección que siempre miran los ojos de enfermos y seres queridos que acompañan en este particular trance. Justo en el mejor sitio para hacer crecer la esperanza, la determinación y las ganas de vivir“, afirmó el doctor Lara.

Les dejo ahora con otro video de un famoso paciente-artista que ha empoderado y de que manera al paciente oncológico con su visión positiva sobre esta enfermedad. Es Albert Espinosa, escritor, guionista y paciente en el I Congreso Escuela de Pacientes. Escúchenlo, pues nos da buenas pistas a los profesionales sobre cómo debería mejorar nuestra atención humana, especialmente en el ámbito de la Oncología.

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Relato de verano. La consulta (I)

Ella se levantaba muy temprano. Le gustaba el silencio del amanecer. Tan sólo apreciaba ligeramente el murmullo de la respiración durmiente del resto de los habitantes de su casa. Desayunaba tranquila, pausadamente. Después se preparaba para el día y dejaba todo dispuesto para los que aún dormían apacibles. Se aseaba, se arreglaba, se vestía y repasaba mentalmente las tareas que le aguardaban. Se dirigía al garaje y conducía hacia el hospital escuchando música. Ésta le animaba a empezar el día. Veía asomar el sol. Al salir del coche sentía brevemente el frío de esas horas tempranas en el rostro.

Se ponía su bata blanca, el fonendo y se encaminaba hacia la consulta. Le esperaba una primera visita y 15 sucesivas. Encendía el ordenador y construía la historia clínica del primer paciente. ¡Listo!,  se decía. Mientras el paciente charlaba con la enfermera a modo de introducción, ella repasaba los nombres y las historias de los otros 15 pacientes.
Entró en la consulta el primer paciente. Estaba nervioso. Siempre vienen nerviosos. Muchos no saben bien a qué vienen. Algunos conocen su enfermedad oncológica. Otros vienen con una somera explicación de otro médico que no saben o no se atreven a saber si han entendido bien.
La doctora se presenta cordialmente y con una sonrisa. Le tantea. Le pregunta qué conoce de su enfermedad y de la Radioterapia. A él le han dicho que tiene un cáncer de próstata, pero reconoce no saber casi nada del tratamiento recomendado. Cree que le van a poner unas “corrientes” que le curarán. Eso es todo. La doctora le explica entonces por qué se le ha recomendado ese tratamiento, cómo le van a preparar y en qué consiste. Le explica los efectos secundarios esperables. Le explora con cuidado. Después le hace firmar un papel y le cita para la simulación. Se saludan, se despiden y él parece aliviado.
Ella prosigue con la consulta. Le aguardan 15 pacientes más.

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¿Qué es un Radiofísico y cuál es su papel en Radioterapia? 5/5 (4)

El Radiofísico Hospitalario es uno de los licenciados especialistas no médicos con los que hemos de trabajar codo con codo a diario y que, gracias a sus inestimables conocimientos en Fisica, podemos aplicar las radiaciones a la Medicina de una manera segura y eficaz. Son otro de esos actores “mudos” de nuestra especialidad. El gran público y sobretodo los pacientes, desconocen su existencia y su papel en el complejo entramado de la Oncología Radioterápica. Su papel histórico se forjó en la dosimetría clínica en Radioterapia, es decir, se encargaban básicamente de calcular las dosis de radiación que cada paciente debía recibir, previamente prescrito por el Radioncólogo.

La especialidad sanitaria de Radiofísica Hospitalaria fue creada por Real Decreto 220/1997 de 14 de Febrero. Este Real Decreto supuso el reconocimiento de una profesión que viene desarrollándose en España desde los años sesenta. Tras la antigua licenciatura o el actual grado en Física deben realizar un examen tipo MIR: el RFIR, que les guiará hacia un programa docente al igual que al médico residente, y que es de tres años.

El especialista en Radiofísica Hospitalaria tiene a su cargo la dosimetría de pacientes de Radioterapia, la dosimetría y control de calidad de unidades de tratamiento y fuentes de Radioterapia, el control de calidad en Diagnóstico por Imagen (Radiodiagnóstico y Medicina Nuclear), el control de dosis de pacientes sometidos a pruebas diagnósticas con radiaciones ionizantes y la Protección Radiológica en general dentro del ámbito hospitalario.

El Radiofísico realiza en Radioterapia tareas muy ligadas al tratamiento de los pacientes oncológicos. El cálculo de tiempos de tratamiento, el diseño de las técnicas de tratamiento, la determinación de la distribución de la energía impartida en el interior del paciente están bajo su responsabilidad. Debido a ello hay una implicación notable en la calidad y el éxito del tratamiento. Estas determinaciones de la dosis se basan en un conocimiento muy detallado de las características de la radiación que se utilizan, que se obtienen de un trabajo experimental importante sobre los equipos (principalmente aceleradores, pero también equipos de cobalto-60) y sobre las fuentes radiactivas (cesio-137, iridio-192, yodo-125 en diversas formas). Estas características deben además ser sometidas a verificaciones constantes para garantizar el estado óptimo de los equipos y fuentes. Todo esto cae bajo la responsabilidad del Radiofísico. Se puede decir que en tanto el oncólogo radioterápico toma la decisión sobre la prescripción del tratamiento, es el radiofísico el que tiene a su cargo la forma de su realización.

En Diagnóstico por Imagen, que incluye Radiodiagnóstico y Medicina Nuclear, se precisa de una verificación de parámetros físicos que afectan a la calidad de la imagen; con esta finalidad la labor del Radiofísico está relacionada con el control de calidad de todo el equipamiento y análisis de la calidad técnica de imágenes, de los datos numéricos y de las exploraciones.

El Radiofísico es también el responsable de la Protección Radiológica en el hospital, tanto de público como de personal, y se ocupa de estimar y, en la medida de lo posible reducir, la dosis de radiación que se imparte a la población como consecuencia de pruebas diagnósticas. Esto implica el diseño de los blindajes estructurales de las salas donde se instalan equipos emisores de radiación, la gestión de residuos radiactivos y el control de su evacuación, la medida de dosis en diferentes lugares y bajo distintas circunstancias, el control de las dosis personales de los profesionales expuestos y la estimación mediante medidas sobre los propios pacientes, de la dosis asociada a los diferentes procedimientos diagnósticos y de terapia metabólica.

El hospital es un medio interesante para un físico: hay como hemos visto una serie de cometidos para los que se le necesita, hay muchos otros donde puede desarrollar líneas propias de investigación y, en todos ellos, tiene la oportunidad de trabajar con profesionales de formación muy diferente a la suya. Por otro lado, el trabajo del Radiofísico tiene justificación inmediata en la calidad de la atención a los pacientes, dentro del ámbito de su competencia.

El mundo de la Física resulta muy complicado para el común de los mortales. Nosotros los radioncólogos estamos ya familiarizados con esta disciplina y su aplicación en la clínica a través de la Radiobiología. Puedo decir que cuento en mi haber profesional con magníficos Radiofísicos, sin los cuales ejercer nuestra profesión sería casi imposible. He aprendido mucho de ellos. Con la avanzada tecnología actual se han convertido en verdaderos “escultores” de la radiación. Algunos de ellos son grandes amigos y compañeros. Debatimos mucho entre su visión físico-matemática y la nuestra más biológica y a veces impredecible sobre cuestiones de materia clínica. De ese debate o visión dual siempre se sale enriquecido. Desde aquí quiero también darles las GRACIAS por su trabajo y ponerlo en reconocimiento.

Para finalizar y acercar un poco la Física al gran público me permito “colgar” este didáctico video sobre Física Cuántica donde podremos entender un poco la dualidad onda-partícula que tanto utilizamos en nuestra práctica clínica habitual

Sonia Fernández-Vidal es una Física Teórica especialista en Óptica Cuántica que ha conseguido de forma didáctica acercarnos a los conceptos básicos de la Física Cuántica. Consigue hacerla asequible y digerible a niños y mayores. Les dejo con este video-entrevista. Para que vean que la Física no es tan árida como a simple vista nos pueda parecer.

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