Cancer performance 5/5 (1)

Paul Van Haver es un cantante, compositor y productor belga conocido bajo el nombre artístico de Stromae. Saltó a la fama en 2009 en el mundo de la música electrónica gracias a su trabajo Alors on danse”A partir de ahí ha sacado diversos trabajos, muchos de ellos con importante reconocimiento internacional. 
Stromae busca siempre en sus canciones una provocación mental, una composición musical propia e inédita. En sus videoclips trasciende un sentido estético muy poco convencional sorprendiendo al espectador, al que no deja nunca indiferente. 
En el presente trabajo que es el octavo “single” sacado de su álbum “Racine carrée” Stromae aborda el tema del cáncer desde una perspectiva diferente, rompedora y polémica. Haciendo un juego de palabras, Stromae escoge este tema titulado “Quand c’est?” (¿Cuándo?) que es homófono a “cancer” en francés. Así el artista inicia un diálogo con la enfermedad recriminándole que empezó con el pecho de su madre, el pulmón de su padre y acaba reprochándole el hecho de que no tiene piedad ni siquiera con los niños pequeños. 
El formato estético escogido en un teatro antiguo y con imágenes en blanco y negro resulta claramente sobrecogedor. La esbelta y elegante silueta del artista belga esculpe una coreografía ciertamente siniestra explorando el lado más oscuro y doloroso de la enfermedad que se representa como un monstruo con forma de araña con enormes patas que atacan a su cuerpo, tratando de resistir como puede sus embates. Una puesta en escena transgresora que juega a la par con las animaciones en 3D y diversas tecnologías aplicadas a la imagen. El resultado es francamente conmovedor y artísticamente formidable. 
Stromae nos tiene acostumbrados en sus obras a un estilo escandalosamente crítico, mordaz, libre de prejuicios y con amplitud de miras. Mentalmente nos gusta más hablar del cáncer desde una óptica “feliz” y optimista, sin dar cabida a otros sentimientos perfectamente válidos y comprensibles al atravesar un proceso oncológico. 
En el cáncer no todo es de color de rosa, el miedo, la tristeza y la pesadumbre son también sentimientos absolutamente normales que conviene expresar, dar cabida, sacarlos a la luz en su justa medida. Banalizar o infantilizar el comportamiento humano frente a la enfermedad puede resultar francamente cruel. Incluso hay voces que indican que es contraproducente “obligar” a los enfermos a que se sientan optimistas porque se provoca un sentimiento de culpa. Eso transmite la sensación de que los pacientes no ponen todo de su parte para estar bien y luchar por su enfermedad. 
Cualquier enfermedad grave tiene su proceso individual de duelo con sus diferentes fases de negación, ira, tristeza, negociación y aceptación. Llegar a la aceptación y vivirlo lo mejor posible es lo deseable para sobrellevar la enfermedad, pero hemos de respetar ese proceso único e individual que cada enfermo tiene, acompañarle, apoyarle y entenderle. A partir de la expresión lícita de los sentimientos seremos capaces de crear los cimientos para seguir adelante y encontrar los momentos buenos y felices. 
Les dejo con el video performance sobre el cáncer de Stromae: Quand c’est?

https://www.youtube.com/watch?v=8aJw4chksqM

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Y ya van 500.000

Hace ya unos cuantos días superé la barrera psicológica de las quinientas mil visitas. Ese número se ha conseguido en algo menos de tres años sobre una temática básica, el cáncer, en torno a la cual siempre busco un lugar para la necesaria esperanza. Lo de menos es pensar que son muchas (para mi lo son), porque lo verdaderamente importante de todo esto es poder establecer un puente sólido entre el médico y el enfermo. Creo haber conseguido gran parte de ese objetivo.
No es fácil mantener un blog, lo puedo asegurar. Requiere de constancia, paciencia y determinación, amén de alguna dosis de “inspiración”. Compaginarlo además con otras obligaciones diarias se hace, a veces, tremendamente difícil y cuesta arriba. Hay que recoger una idea o un mensaje, pensarlo bien, madurarlo y finalmente escribirlo. No quiero “postear” cualquier cosa, prefiero apostar por la calidad de las entradas al blog. Una tarea que requiere tiempo y sosiego. Como los buenos caldos hay que dejarlos hacer a fuego lento, catarlos y rectificarles el sabor si es necesario. Y así una y otra vez con cada post, con cada imagen y con cada video escogido. Repaso varias veces todo hasta darle al emocionante botón de “publicar”. 
Cuando las musas se han “olvidao” de mi porque andan de vacaciones, como diría el gran Serrat, echo mano de mis borradores en barbecho. Investigo, leo sobre el tema o simplemente trato de poner y seleccionar palabras concatenadas a mis pensamientos o a los pequeños relatos inspirados en historias reales cotidianas. Las musas andan por doquier, a veces, donde menos te lo esperas y conviene estar al acecho.
Espero seguir escribiendo. Escribir es un ejercicio mental que me mantiene despierta, me ayuda a canalizar la ciencia con conciencia y me da, por qué no, una cierta satisfacción personal. Cuando echo la vista atrás y me releo, soy consciente de lo mucho que he aprendido en este camino. He aprendido de leer a otros muchos bloggers, de inspirarme en ellos, de compartir ideas, buscando eso sí un estilo propio y personal. 
Gracias a todos los seguidores que día a día visitan, leen este blog, me animan a continuar y no desfallecer. Para celebrarlo les dejo con esta magnífica y nueva canción de Adele: “Hello”.

  

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Vida, relatos y sueños

Tras unos días de sequía escritora en el blog e intenso trabajo asistencial, toca sentarse, reflexionar y tomar aire. Se me antoja ahora necesario. Sobre todo para oxigenar la mente y contar historias sosegadas y con una cierta perspectiva.

El pasado lunes 19 de Octubre tuve la oportunidad de participar de en un foro distinto al del Hospital, concretamente en el Centro Cívico Raimundo Porres de Miranda de Ebro con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama. Fui invitada por el Grupo de Investigación para la Actividad Física y la Salud (GIAFyS). Se trataba de intervenir en tono divulgativo sobre la visión multidisciplinar del Cáncer de Mama.

Me había preparado la charla y me fui de Burgos a Miranda de Ebro tranquila y con tiempo. Llovía. Mejor dicho, jarreaba. Introduje la dirección en el GPS que me indicaba Google Maps, pero sorprendentemente me llevó a un lugar equivocado, pues no contaba con que había una calle y una avenida con el mismo nombre: “República Argentina”. Tuve que echar mano de los lugareños para encontrar el lugar, por lo que al final llegué ajustada de tiempo e inquieta por el imprevisto.

Me esperaba la fundadora de GIAFyS Koro Quevedo, que me tranquilizó al verme apresurada. El acto se inició con la entrega de Premios del IV Certamen de Relatos “Cáncer y Calidad de Vida” y el libro “Vida”, compendio de relatos del anterior certamen. 

José Ángel García de Miranda FM fue el periodista encargado de nombrar a los premiados e invitarles a leer un esbozo de sus relatos que serán publicados en un próximo cuarto libro. Escuchar esos relatos en boca de sus autores fue un auténtico regalo para los oídos, pues esas historias describen experiencias que ocurren en el proceso de la enfermedad oncológica, tanto para el que la padece como para el que les acompaña. Relatos que nos transportan al mundo de las sensaciones, de los sentimientos, de la realidad cotidiana, de las vivencias. Emotivo y revelador. No pude por menos pedir un ejemplar de los libros anteriores para leer con calma.

Miranda de Ebro estaba vestida de rosa. Mejor dicho, tejida de rosa, pues dias antes se había propuesto desde GIAFyS la iniciativa de tejer pequeños cuadrados a ganchillo de tonalidades rosa para engalanar toda la ciudad de un modo original y sencillo con la participación de un gran número de personas. Hasta las estatuas de la ciudad portaban coloridas bufandas. Todo un gesto de solidaridad y cariño de los mirandeses.

Tras la intervención de las autoridades locales, nos tocó el turno a los ponentes para hablar del enfoque multidisciplinar del tratamiento del cáncer de mama. A mi me tocó abrir la charla y expuse el camino que recorren las pacientes en el proceso diagnóstico y terapéutico. Posteriormente intervinieron una nutricionista, la propia Koro Quevedo en calidad de enfermera y psicooncóloga y finalmente el médico deportivo Fernando Herrero co-fundador de GIAFyS y con amplia experiencia en los beneficios del deporte y la actividad física en la prevención, durante el tratamiento del cáncer y en la etapa de supervivencia. El Dr Herrero cuenta con una dilatada experiencia e investigación sobre el tema y ha publicado en revistas de prestigio internacional diferentes estudios. Estos estudios ponen de manifiesto una vez más, la importancia de cuidar este aspecto en los pacientes con cáncer para mantener una buena calidad de vida.

Tras acabar las ponencias, tocó el turno de preguntas del público. Me encanta que la gente pregunte, pues denota interés e inquietud y es tremendamente positivo para todos. Siempre aprendo con estas experiencias, pues una nunca sabe hasta qué punto se entiende y llega el mensaje.

Quiero agradecer a todos la acogida y ha sido un gusto tener la oportunidad de acercarme en un escenario diferente a los pacientes y sus familiares. Gracias Koro, Fernando y José Ángel por hacerlo posible, sois verdaderamente grandes aunque estéis en un lugar pequeño como Miranda de Ebro.

Les dejo con mi presentación.  Hasta pronto.

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Cultura digital sanitaria ¿espejismo o realidad? #CarnavalSalud

Este mes de Octubre en Wikisanidad se ha propuesto un #CarnavalSalud para debatir el tema “El paciente como fuente de información y conocimiento en salud”

Para conformar un estado de opinión se plantean las siguientes preguntas:

¿Qué opinas del paciente como creador de información y conocimiento?

Opino que el paciente es el que vive el proceso de enfermar en primera persona y tiene en consecuencia un recorrido de síntomas y unas experiencias particulares. Por tanto, desde esa óptica del que “padece” se encuentra capacitado para hablar de su experiencia y compartirla. Las TIC lo que permiten es dar voz a los pacientes a que cuenten su “storytelling”, su historia. De hecho, los médicos lo primero que siempre hemos hecho y hacemos en la consulta médica es precisamente eso, una anamnesis o relato de los síntomas, hechos o experiencias vividas por el paciente para poder extraer una hipótesis dignóstica.
Cada enfermo es un mundo y todas las historias, incluso de una misma patología, no tienen por qué coincidir. Habrá por supuesto unos rasgos comunes que nos sirven a los médicos para “clasificar” dentro de una categoría u otra. Es una forma de ordenar y adquirir rigor científico para luego poder comparar entre similares y conocer mejor cómo se comporta una determinada enfermedad. 
Se habla mucho del paciente “empoderado”, del paciente “experto”, del paciente activo o incluso del paciente inteligente o “smart” patient. Son términos que aún siendo sinónimos tienen algunos matices diferentes:
Empoderado: Término traducido del inglés “empowered” y que significa hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido, en este caso el paciente.

Experto: Práctico, hábil, experimentado en una determinada actividad.

Activo: Que obra o tiene virtud de obrar. Diligente y eficaz. Que obra prontamente o sin dilación su efecto.

Smart”: La traducción sería inteligente, ingenioso, efectivo.

A mi particularmente me gusta más la acepción de paciente activo o de “smart-patient”, ya que denota una actitud más proactiva. El paciente es el que toma la iniciativa para informarse acerca de su enfermedad, se ocupa de su estado de salud, se responsabiliza de la parte que le corresponde, toma decisiones en consecuencia, compartidas con su médico y finalmente encuentra el modo de adaptarse a su nueva situación. Ser un paciente (y médico también) “experto” me parece una acepción de complicada definición, pues para estar experimentado hay que tener un largo recorrido y el tiempo de ese recorrido ¿cómo se determina y cuánto tiempo se considera aceptable para ser “experto”, en meses, años o lustros? El paciente empoderado podría ser otra buena definición, pues se le ofrecen una serie de herramientas que le dan un “poder” o protagonismo como afectado y sirve para que pueda contribuir más en su autocuidado, lo cual se alinearía con el concepto de “activo”.

Bajo mi punto de vista los pacientes pueden ser una buena fuente de información y conocimiento dentro de su contexto experiencial, pudiendo así ayudar a otros pacientes con procesos similares y generando el encuentro entre pares o iguales, un hecho que les aproxima gracias a las nuevas tecnologías. Al compartir pueden generar ideas muy positivas y en muchas ocasiones resolutivas.

Sin embargo, no todos los pacientes pueden “empoderarse”. Hay que adquirir una serie de habilidades concretas y entre ellas estaría la de adquirir una Cultura Digital Sanitaria como muy bien indica en su post Miguel Ángel De la Cámara, es decir debe adquirir ciertas competencias digitales, como conocimiento del Sistema Sanitario en el que se encuentra. El paciente necesita formarse y para ello necesita ir de la mano y ser orientado por los profesionales sanitarios.

¿Todo vale o hay que ser selectivo? 

No, no todo vale. Hay que ser selectivo. Y aquí está el quid de la cuestión. ¿Quién selecciona, quién evalúa la información, quién la filtra y la destila adecuadamente? Es una cuestión indefinida todavía.

El paciente debe hablar de lo que le pasa, de lo que siente, de lo que vive o de cómo ha superado sus dificultades. El médico es el que tiene el conocimiento científico acerca de la enfermedad y pasa gran parte de su tiempo estudiando, actualizándose y atendiendo enfermos a través de los cuales adquiere experiencia y evalúa resultados. De la enfermedad pueden (y deben) hablar el que lo padece (el paciente) y el que tiene el conocimiento (el médico o profesional sanitario), cada cual en su contexto y con la posibilidad de encontrar puntos de encuentro.

¿Qué papel juegan las asociaciones de pacientes?

Las asociaciones de pacientes son un buen lugar de encuentro, de puesta en común de sus problemas cotidianos, de ayuda y apoyo mútuo, de recogida de información y también para alzar su voz ante las administraciones e instituciones públicas. Sus iniciativas y su participación en campañas de concienciación les “empodera” y hace visible toda su problemática tanto en el ámbito sanitario, como social o incluso laboral. 


¿Quién revisa y valida la información generada por pacientes y población general en la Red?
Esa es la gran pregunta. Los pacientes activos son sin duda un buen revulsivo para el médico, nos activan las neuronas como dice la Dra. Amalia Arce en su post, nos promueven a que investiguemos más y mejor, nos “empodera” también a nosotros. A mi también me gustan los pacientes que preguntan y se interesan por su enfermedad, pero en ocasiones toman caminos equivocados que nosotros debemos reorientar y asesorar. Decirles “no mire en internet” es como poner puertas al campo, pues si ellos no miran, mirarán sus familiares o cuidadores porque la curiosidad por saber y encontrar un remedio a su mal es algo que considero normal, especialmente cuando se habla de cáncer que es mi especialidad médica.  
En realidad lo que ocurre es que se ha generado un nuevo escenario. Hace no tantos años los médicos hablábamos en nuestro argot entre nosotros y nuestro lenguaje era ininteligible para todo aquel que no estuviera familiarizado o trabajara en el gremio. Los médicos prescribían y los pacientes obedecían (o no) sus indicaciones sin más misterio. La nueva era de la comunicación ha democratizado la información y los pacientes empiezan a saber más acerca de su enfermedad. El paciente empieza a adaptarse a este nuevo entorno, algunos de ellos ya tienen un buen nivel de alfabetización digital, pero hay todavía una escasez de cultura sanitaria. Los profesionales sanitarios se encuentran en muchos casos en el camino contrario, tienen cultura sanitaria, pero la brecha digital les ha dejado en la cuneta a muchos de ellos. No saben cómo adaptarse a este nuevo entorno y rechazan de entrada cualquier búsqueda que el paciente realice a través de la red o incluso se enfadan con él por acudir a esas fuentes. A muchos de mis colegas esta situación les incomoda profundamente.

Para desbloquear la incomodidad no hay más remedio que adaptarse, conocer y entender ambas partes implicadas el entorno en el que estamos. Cabe pues establecer líneas de diálogo abiertas, horizontales entre médicos y pacientes, en las que ambos podemos aprender juntos y encontrar soluciones satisfactorias. Todos saldremos ganando.

Les dejo con un interesante debate sobre el papel del paciente y el médico en la red de internet.

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Distanasia no, Cuidados Paliativos sí 5/5 (2)

Estos días ha habido un cierto revuelo mediático, e incluso de oportunismo político, acerca de un tema siempre polémico y que despierta sentimientos encontrados en la opinión pública: la muerte digna. Alrededor de ella revolotean muchos vocablos, algunos de ellos mal empleados o mal definidos en el subconsciente colectivo, pues llevan implícitos pensamientos de carácter bioético que pueden dar lugar a confusión.
En primer lugar está la eutanasia cuyo verdadero significado etimológico significa “Buena Muerte”, una situación que llegada la hora imagino queremos y deseamos todos, aunque sólo sea por sentido común. Sin embargo, el empleo de la palabra tiene un marcado carácter negativo pues conlleva una intencionalidad clara de muerte sobre otra persona y claro está, ser verdugo humano no es algo que nos guste o sea éticamente aceptable aunque sea por “piedad”, ya que se genera un intenso conflicto moral. 
En segundo lugar estaría el suicidio asistido, es decir, la facilitación de instrumentos o medicamentos para que el propio interesado pueda dar por si mismo conclusión a su existencia. Aquí la intencionalidad es indirecta, pero el hecho en sí es muy similar a la eutanasia.
En tercer lugar estaría la ortotanasia, situación en la que a un enfermo en estado de enfermedad terminal se le ofrecen todas aquellas medidas de confort disponibles que alivien los síntomas de la agonía, aunque éstas puedan acortar la vida. 
Por último estaría el concepto contrapuesto de distanasia, llamado también encarnizamiento, ensañamiento u obstinación terapéutica en la que se emplean todos los medios posibles para prolongar artificialmente la vida a sabiendas de que no hay esperanza de curación o de mejora de la enfermedad de base. Un hecho que desgraciadamente se produce con demasiada frecuencia en los hospitales. Esta situación debería evitarse a toda costa, pues produce mucho dolor y sufrimiento tanto al que lo padece como a todo el entorno socio-familiar. 
La distanasia pues, no debería ser admisible, pero existe una clara falta de cultura en Cuidados Paliativos. La mayoría entiende que se “tira la toalla”. Y no, no es así. Hemos sido educados, adoctrinados y entrenados como sanitarios para hacer todo lo posible por salvar la vida de nuestros congéneres. Hacer lo contrario es como ir a contrapelo. Nos duele, nos resulta molesto. Sin embargo, hemos de ser conscientes de nuestra finitud, de que hay un momento en el proceso de la enfermedad terminal en la que debe limitarse el esfuerzo terapéutico y toca ofrecer medidas de confort físico, psíquico, social y espiritual del paciente. Recordemos el axioma de “Curar a veces, aliviar a menudo y consolar siempre“. Así, cuando no podamos curar, aliviemos y cuando ya no podamos si quiera aliviar, consolemos sin abandonar nunca al paciente. La atención en Cuidados Paliativos debe ser un derecho alienable en cualquier paciente, en cualquier lugar y a cualquier edad. 
Los Cuidados Paliativos también evolucionan y han mejorado de una forma espectacular y admirable. Su concepto no sólo debe conformarse a enfermos terminales, con importantes enfermedades degenerativas o enfermos crónicos, pues puede incluso tener su papel en la atención aguda de muchas patologías. Su integración en los hospitales debería ser un hecho tan natural como la atención en centros socio-sanitarios o en domicilios, pues todos los enfermos merecen ser cuidados. La compasión es una virtud importante y una habilidad muy necesaria porque representa una actitud que ayuda a mitigar el sufrimiento del otro. Los profesionales que se dedican a Cuidados Paliativos tienen bien desarrolladas estas habilidades. 
Hoy en el  Día Mundial de los Cuidados Paliativos y que se divulga bajo el lema “Vidas ocultas, pacientes ocultos”, me uno al compromiso para mejorar la atención de las personas en el final de la vida al que se han adherido 70 entidades, entre ellas la AECC y también la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR). Pensemos que la Oncología Radioterápica tiene un papel relevante en la paliación de síntomas de muchos pacientes oncológicos, por lo que su integración con las unidades de Cuidados Paliativos es absolutamente necesaria. Espero así concienciar de la necesidad de olvidarnos de discusiones absurdas, oportunistas y partidistas, para apostar de una forma firme, clara y contundente por un acceso a los Cuidados Paliativos de calidad para todos los ciudadanos.

He aquí la campaña de la World Hospice and Palliative Care Day:

MENSAJES CLAVE:
  • Todos importan: Por un mundo con acceso universal a los Cuidados Paliativos para adultos y niños:
    • Un 42% de la población mundial no tiene acceso a Cuidados Paliativos y en un 32% llega a un pequeño segmento de la población
    • Los Cuidados Paliativos están integrados en 20 de los 234 países en el mundo (8,5%). Al 80% de la población mundial le falta un adecuado acceso a medicación paliativa. 
    • En 2010 la OMS constató que un 66% de la población paliativa no consumía opiáceos.
  • En Cuidados Paliativos nadie debería ser invisible:
    • Hay pacientes ocultos con vidas ocultas a los que el acceso a Cuidados Paliativos no se les está reconocido.
    • Cada año, alrededor de 20 millones de niños en el mundo se beneficiarían de Cuidados Paliativos.
    • Los niños son los grandes olvidados y ocultados.
  • Cuidados Paliativos para todos:
    • Los Cuidados Paliativos deberían estar al alcance de todas aquellas enfermedades limitantes, sin importar la raza, edad, género, enfermedad, orientación sexual o lugar de residencia.
    • Se calcula que un 6% de la población que precisaría Cuidados Paliativos son niños. 

Les dejo con el video: Los Cuidados Paliativos en el Cáncer

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