¿Qué es la Hipertermia Oncológica? 5/5 (1)


En Medicina, como en otras disciplinas, exiten técnicas que por diversas razones entran en desuso y de repente, como si de un “déjà vu” se tratara, vuelve reforzado. El caso de la Hipertermia Oncológica es una de ellas. La Hipertermia Oncológica es una técnica de tratamiento para el cáncer que se ha venido utilizando desde hace bastante años junto a radioterapia y/o quimioterapia, quizá sin demasiada protocolización o tratamientos homogéneos, motivo por el que su uso no ha llegado a tener mayor peso y presencia dentro de la Oncología. Sin embargo recientemente se han desarrollado (y comercializado) sistemas tecnológicos de aplicación de tratamientos más precisos que están haciendo que su uso esté cada vez más extendido para el tratamiento del cáncer (fundamentalmente en Oncología Radioterápica) en Alemania, Italia, Holanda, EEUU, Japón entre otros países.

La Hipertermia Oncológica es una terapia adyuvante que potencia la acción de la quimio y/o radioterapia, que consiste en la elevación de la temperatura de una porción anatómica donde tiene alojado su tumor, del paciente. La tecnología médica aplicada en el momento actual nos permite contar con dispositivos que elevan artificialmente la temperatura local. Esta técnica resulta de gran eficacia frente al cáncer, ya que la elevación de la temperatura de forma local y controlada en el interior del tumor actúa de potente radiosensibilizador, reduciéndose así la fracción superviviente de células malignas. 

Se ha observado que la hipertermia puede reducir la natural hipoxia tumoral (baja concentración de oxígeno en las células tumorales) a 41ºC como resultado de cambios en el flujo sanguíneo tumoral y/o saturación de la oxihemoglobina.

A esa temperatura, la mejora de la oxigenación parece jugar un papel importante en la mejora de la eficacia de la radioterapia. El efecto de la radioterapia se basa en el daño al ADN celular tumoral a través de mecanismos directos e indirectos, por medio de la creación de radicales libres de oxígeno. EL calor actúa mejorando ambos mecanismos. Por un lado se obstaculiza la reparación del ADN y por otro se aumenta la perfusión, aumentando la presencia de oxígeno para la creación de radicales libres. Dado que la investigación en biología molecular está en contínuo crecimiento, se reconoce que en un número de procesos intracelulares existe un comportamiento específico dependiente de la temperatura. Se han encontrado en laboratorio varias interacciones posibles que tienen un gran potencial en el tratamiento del cáncer.

Entre estos mecanismos hay evidencia de:

  • Mejora de los efectos antitumorales de diversos medicamentos (también los citostáticos o quimioterapia) y de la radiación (por lo general en el rango de 40 a 43 ° C)
  • La inducción de procesos inmunológicos (39-41 ° C, rango de fiebre)
  • Inducción de la expresión génica y la síntesis de proteínas (40 – 42 ° C)
  • Influencia en el microambiente tumoral de una manera que hace mejor el tumor accesible para algunas terapias

Por supuesto, siempre hay un efecto citotóxico de calor por sí mismo, típicamente a temperaturas más altas (por encima de 43 ° C). Este efecto es explotado principalmente en intervenciones termoablativas.

Sin embargo, la contribución más beneficioso de la hipertermia para tratamientos oncológicos se basa en la mejora de la eficacia de otras modalidades de tratamiento (radioterapia, quimioterapia, radio-quimioterapia, terapia génica, la terapia inmune, etc.). El uso de la hipertermia como un agente modificador de respuesta a la dosis de radiación es, en particular, el aumento de la relación terapéutica, es decir, una mayor eficacia sin toxicidad adicional.

A la misma temperatura, parece ocurrir el daño de los vasos sanguíneos. La hipertermia, de hecho, puede inhibir la angiogénesis (formación de pequeños vasos sanguíneos que alimentan el tumor) in vitro e in vivo.  Por otra parte, podemos evaluar que también otros efectos inducidos por el calor contribuyen a la inhibición de la replicación del ADN in vivo, tal como puede ser la acumulación de proteínas de matriz nuclear y otras alteraciones de la estructura de la cromatina.

El uso combinado de hipertermia y radioterapia tiene ventajas importantes. El control del tumor se determina por la dosis de radioterapia. Cuando se combina radioterapia con hipertermia, se ha observado un cambio en el control del tumor con una dosis de radioterapia reducida. Esto permite un mayor control del tumor a igual dosis de radioterapia, en el tratamiento de un tumor primario, y un control del tumor similar en dosis más bajas de radioterapia, que es un aspecto clave en la re-irradiación del tumor recurrente en el que la dosis de radioterapia tiene que ser tan mínima como sea posible.

En estos momentos existen grupos de trabajo internacionales para el estudio de la Hipertermia dentro de ESTRO (Sociedad Europea de Oncología Radioterápica), ASTRO (Sociedad Americana de Oncología Radioterápica), así como sociedades científicas afines a nivel europeo (por ejemplo la ESHO con más de 30 años de existencia).

En EEUU se han publicado recientemente (Octubre del 2014) unas guías para la implantación de Hipertermia en los Servicios de Oncología Radioterápica avaladas por múltiples Universidades estatales americanas.

Destacar que el uso de la hipertermia está dentro del plan de formación de nuestra especialidad de Oncología Radioterápica.

El Dr. Jorge Contreras del Hospital Carlos Haya de Málaga está impulsando un grupo de trabajo en este campo en España que espero y deseo dé sus frutos. 

Les dejo con este video (en inglés) en el que se explican los beneficios de la hipertermia por diferentes expertos mundiales.


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El final de la vida desde el prisma infantil 5/5 (1)

En ocasiones nos topamos con testimonios tan claros y firmes que te dejan sin palabras. Vivimos en una sociedad en la que no se habla abiertamente de la etapa del final de la vida, una sociedad tanatofóbica y que trata tozudamente de dar la espalda a esta realidad irrefutable con argumentos de lo más variopintos y esquivos.
El Dr Rogério Brandão explica en el blog brasileño “Pensador” su experiencia con una niña que le cuenta a este oncólogo pediátrico cómo ve ella su propio final. Los argumentos de la paciente son estremecedores, cristalinos y contundentes. Les dejo con sus propias palabras:

“Como médico oncólogo, ya endurecido con largos 29 años de actuación profesional, puedo afirmar que he crecido y he cambiado con los dramas vividos por mis pacientes. No conocemos nuestra verdadera dimensión hasta que, golpeados por la adversidad, descubriendo que somos capaces de ir mucho más allá. Me acuerdo con emoción del Hospital del Cáncer de Pernambuco, donde di mis primeros pasos como profesional. Empecé a frecuentar la enfermería infantil y me apasioné por la Oncopediatría. 

Viví los dramas de mis pacientes, niños víctimas inocentes del cáncer. Con el nacimiento de mi primera hija, comencé a asustarme al ver el sufrimiento de estos niños. 

¡Hasta el día en que un ángel pasó a por mí! Mi ángel vino en forma de una niña de 11 años de edad, ya sacudida por dos largos años de tratamientos diversos, manipulaciones, inyecciones y toda tipo de incomodidades provocadas por la quimio y la radioterapia.  

Pero nunca vi a este pequeño ángel flaquear. La vi llorar muchas veces; también vi el miedo en sus pequeños ojos; al fin y al cabo, ¡era humana! 

Un día llegué al hospital muy temprano y encontré a mi pequeño ángel sola en la habitación. Pregunté por su madre. La respuesta que recibí, aún hoy, no consigo contarla sin experimentar una profunda emoción. 

— Tío, me dijo ella — a veces mi madre sale del cuarto para llorar a escondidas en el pasillo. Cuando yo muera, creo que ella va a sentir mucha nostalgia. Pero, yo no tengo miedo a morir. ¡Yo no nací para esta vida! 

Le pregunté: — ¿Y qué es la muerte para ti, querida mía? 

– Escucha, cuando la gente es pequeña, a veces, nos vamos dormir a la cama de nuestros padres y al día siguiente nos despertamos en nuestra propia cama. ¿A que sí? (Recordé a mis hijas, en la época en que eran niñas de 6 y 2 años, con ellas yo hacía exactamente igual). Esto mismo es. 

– Un día yo me dormiré y mi padre vendrá a buscarme. Me despertaré en la casa de él, ¡en mi verdadera vida! 

Me quedé estupefacto, no sabía qué decir. Me impactó la madurez con que el sufrimiento había acelerado la visión y la espiritualidad de aquella niña. 

– Y mi madre me recordará con nostalgia – añadió ella. 

Emocionado, conteniendo una lágrima y un sollozo, le pregunté: 

– ¿Y qué significa la nostalgia para ti, querida mía? 

– ¡La nostalgia es el amor que permanece! 

Hoy, a los 53 años de edad, desafío a quien quiera a dar una definición mejor, más directa y simple de la palabra nostalgia: ¡es el amor que permanece! 

Mi angelito ya se fue hace muchos años. Pero me dejó una gran lección que ayudó a mejorar mi vida, a intentar ser más humano y cariñoso con mis pacientes, a revisar mis valores. Cuando la noche llega, si el cielo está limpio y veo una estrella, para mí es “mi ángel “, que brilla y resplandece en el cielo. 

Imagino que ella es una estrella fulgurante en su nueva y eterna casa. 

Gracias angelito, por la vida bonita que tuve, por las lecciones que me enseñaste, por la ayuda que me diste. ¡Qué bueno que existe la nostalgia! El cariño que queda es eterno”.

Les dejo con el video de otra niña, Iraila que falleció hace un año víctima de un neuroblastoma y que recordarán por su actuación en el programa de la Voz Kids, en donde cumplió su sueño de cantarle a la vida. Cuánto nos enseñan a los mayores estos pequeños.

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¿Qué le pasa a Benjamín?

Hace unos días, una paciente de la consulta me habló de una autora llamada Laura Terradillos y de su libro-cuento titulado ¿Qué le pasa a Benjamín? Se da la circunstancia, que yo misma desconocía, de que Laura Terradillos Bilbao, es Psicóloga y Terapeuta Familiar y trabaja en un centro educativo de formación profesional. Aunque ella estudió en Salamanca y en Madrid, su vida profesional siempre ha estado ligada a su tierra, Burgos, curiosamente la misma ciudad donde yo resido y trabajo como radioncóloga. Laura ama su ciudad y la admira por su sencillez y monumentalidad, queriéndola incluir en este proyecto literario con pequeños comentarios sobre ella. Una casualidad que he de confesarles, me emocionó. Laura, pretendía con este cuento encender la curiosidad de los lectores y animarles a tomarse un respiro por Burgos, una ciudad llena de Historia, buen vino y buen lechazo (aunque parezca que sólo se nos conoce por el frío, la morcilla y el queso fresco).
Laura Terradillos se define a sí misma como “escritora” por necesidad e “ilustradora” desde que pudo coger un lápiz. Ella dice humildemente que nunca ha destacado en ninguna de estas dos facetas, pero eso no ha mermado la enorme ilusión por intentar plasmar en un papel lo que siente y lo que piensa. Bello ¿verdad?

En este tiempo que le ha tocado vivir y tras superar un cáncer, no ha encontrado mejores herramientas que éstas para lanzar un granito de esperanza a todas aquellas personas que estén pasando por un proceso parecido. Sobretodo se siente animada al ver que a ella le ha servido para hacerse entender con su hijo y para llenar de creatividad las horas largas de tratamiento oncológico.

¡Todos somos tripulantes del mismo barco, y qué bonito es compartir esfuerzos para llegar a buen puerto!

El cuento nace de la necesidad de Laura de explicar a su hijo la enfermedad por la que ella atravesó, un cáncer de mama. Ella no conocía hasta la fecha ningún material al respecto, por lo que se le ocurrió dibujar las distintas fases del tratamiento: el hospital, la quimioterapia con su consecuente caída del pelo. Cada noche Laura le mostraba a su hijo, lo que le iba a suceder. Él lo aceptaba con naturalidad, hacía alguna pregunta y se dormía tranquilo.


La capacidad de anticipar y visualizar la realidad a través de los dibujos, sirvió para que toda la familia asimilara lo que estaba pasando y prepararse para cada etapa. Laura, al darse cuenta de lo bien que su familia estaba aceptando el proceso no dudó en compartir la idea en un pequeño proyecto literario que a su vez ayudara a otras personas. Fue entonces cuando se atrevió a plasmar más situaciones cotidianas que a través de sus ojos de psicóloga le había tocado trabajar con otras familias.

En este libro se cuentan cuatro sencillos relatos que ilustran el proceso de adaptación de una familia con un hijo entre 4-6 años y que se titula “Mi mamá está malita”, donde se cuenta las diferentes fases del cáncer de mama. El segundo relato se titula “Papá busca trabajo”donde se intenta explicar qué es estar en paro y por qué es un motivo de preocupación familiar. El tercero es “¿Dónde está el abuelo?” donde se trata el tema de la muerte de un ser querido y del duelo. El cuarto y último es “Voy a tener un hermanito” que anticipa la noticia de la llegada de un nuevo miembro en la familia que es un hermano.  

Laura cree que en muchas ocasiones los padres se complican la vida, escondiendo o incluso no diciendo la verdad a los hijos, creyendo así que se les protege. Este tipo de comportamientos muestran sin embargo inseguridades y miedos que son transmitidas de forma inconsciente a nuestros hijos. Por ello este libro-cuento trata de servir como vehículo que simplifica y acerca a los niños a las preocupaciones de los adultos. 

Les dejo con este extracto del libro que espero sea de utilidad a muchas familias.

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Digitalízame otra vez

El pasado 2 de Marzo arrancó el I Curso on line de Investigación en Radiodiagnóstico para TER (Técnicos Especialistas en Radiodiagnóstico) y TSID (Técnico Superior en Imagen para el Diagnóstico), organizado por el Centro de Estudios Sanitarios del Mediterráneo (CESM) de la mano de José Luis Gil González de AULACEM  (como administrador y responsable del aula virtual) y Miguel Ángel De la Cámara Egea como tutor. Podéis seguir su actividad en Twitter a través del hashtag #CIRTER15
Miguel Ángel De la Cámara es un Técnico Especialista en Radiodiagnóstico con un ADN que denomino triple i: intrépido, inconformista e innovador. Él tuvo a bien invitarme a participar en el Curso de Aprendizaje: “El Alumno Digital”. El aprendizaje 2.0, un curso on line y gratuito incluido como complemento al curso anteriormente mencionado. Con Miguel Ángel De la Cámara comparto el gusto común de pasar tiempo entre fotones, aunque los suyos son más de kilovoltaje y los míos más de megavoltaje; un paisanaje heredado común (pues él es de la misma tierra de aceituneros altivos que vió nacer a mi padre) y sobretodo compartimos un mismo sentir y empatía por lo que representa el mundo digital y la web 2.0. Con estos ingredientes no me resultó difícil aceptar el reto de participar como docente. 
Cada miércoles y durante este mes de Marzo, tendrá lugar un webinar con diferentes ponentes para tratar diferentes temas de interés relacionados con el aprendizaje 2.0. Tengo el privilegio de participar en el webinar sobre la presencia digital en la web 2.0 que tendrá lugar del próximo miércoles día 11 de Marzo. Compartiré espacio virtual con un plantel de invitados de lujo como son Lourdes Ferrando Rodríguez, pedagoga y experta en formación de formadores y amplios conocimientos en e-learning, Javier J.Díaz periodista, blogger de La e-Salud que queremos y dedicado actualmente a la estrategia e implantación de Social Media, Comunicación y marketing on line en stat-ups y el Dr. José Antonio Trujillo Ruiz, Médico de Familia, profesor, escritor, columnista y experto en Gestión Sanitaria y Branding Médico. 
La verdad es que yo me siento un poco como este niño de la bañera, es decir, como un aprendiz eterno con hambre de conocer y compartir conocimiento digital. Procuraremos crear un escenario para aprender, desaprender y reaprender como introducía la pasada semana Lourdes Ferrando. Gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) el autoaprendizaje, la creatividad y también el juego o la diversión (conocido con el término de gamificación) se encuentran en alza, siendo el potencial de estas herramientas enorme. Esperamos contagiar de este entusiasmo a todos los que quieran sumarse a esta experiencia digital. Animo desde aquí a participar a los asistentes con preguntas, sugerencias o comentarios a través de las redes sociales o del chat del curso, pues sin duda lo hará francamente enriquecedor. ¿Te apuntas a aprender a ser un alumno digital?
Os dejo con este video de Miguel Ángel sobre las oportunidades laborales que puede tener hoy en día un Técnico, en este caso de Radiodiagnóstico, pero que por supuesto el ejemplo sería aplicable a Técnicos de Radioterapia o Medicina Nuclear. 

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¿Qué es la inmunooncología? 5/5 (3)

La respuesta de nuestro sistema inmune es una herramienta potente y eficaz en la lucha contra las infecciones que también podría ser capaz de destruir células tumorales. El estudio de la biología del cáncer nos conduce en paralelo al desarrollo de agentes moleculares dirigidos, que se han convertido en uno de los avances más importantes en el tratamiento del cáncer. Recientemente, las nuevas mejoras en la investigación del sistema inmunitario han llevado al descubrimiento y desarrollo de la inmunooncología.

La inmunooncología se basa en crear una respuesta inmunitaria dirigida y eficaz contra un tipo específico de tumor que podría ayudar a lograr importantes beneficios clínicos para los pacientes. La inmunooncología supone una nueva era en el tratamiento del cáncer, ya que aprovecha el propio sistema inmunitario del organismo para atacar a las células cancerosas. Es probable que muchos de los futuros avances terapéuticos contra el cáncer surjan de esta área de investigación.

El estudio de la biología del cáncer, gracias a la secuenciación del genoma humano en 2003 y a los progresos científicos en investigación fisiológica, ha llevado a la identificación de genes, proteínas y procesos que están implicados en el crecimiento la supervivencia y las metástasis de las células cancerosas. Esto ha conllevado el desarrollo de fármacos moleculares dirigidos a dianas específicas como lo son algunos receptores y proteínas localizados en la superficie y en el interior de las células tumorales. La era de los tratamientos dirigidos, en la década de 1990, ha traído consigo el descubrimiento de muchos fármacos que han mejorado significativamente la supervivencia del cáncer y la toxicidad. Gracias a estos avances, se han podido identificar a pacientes que presentaban ciertas anomalías celulares e indicarles el tratamiento que probablemente era más eficaz para ellos. Eso ha permitido hacer una Medicina Personalizada e identificar de este modo a los pacientes que no eran idóneos y ahorrarles un tratamiento innecesario y sus efectos secundarios. Todo ello ayuda a delimitar este nueva era.

Más recientemente, se han llevado a cabo importantes avances en el desarrollo de nuevas inmunoterapias que tienen la capacidad de reforzar la respuesta del sistema inmunitario de los pacientes. Todos los pacientes, independientemente de las anomalías genéticas o de los procesos que presenten, podrían obtener un efecto terapéutico beneficioso, ya que la diana del tratamiento es la respuesta inmunitaria del propio paciente.

Pero ¿cómo destruye el sistema inmunitario las células anormales? El sistema inmunitario está formado por una gran variedad de células, cada una con funciones específicas. Estas células actúan juntas, de manera coordinada, para reconocer y eliminar del organismo las células anormales. Cuando el sistema inmunitario detecta células anormales, se activa automáticamente una respuesta inmunitaria que se dirige a las moléculas de la superficie (antígenos) de los microorganismos patógenos o células anormales. La presencia del antígeno en las células anormales estimula al sistema inmunitario corporal a producir respuestas celulares mediadas y/o anticuerpos.

Un componente importante de esta respuesta mediada por la célula es la activación y producción de linfocitos T, que son poderosos glóbulos blancos que pueden eliminar o neutralizar las células infectadas o anormales. En el sistema inmunitario hay una serie de linfocitos diferentes que tienen funciones específicas. Los linfocitos T, a su vez se dividen en linfocitos T citolíticos, T colaboradores, T de memoria y T reguladores (o supresores). Los linfocitos B son los glóbulos blancos que se encargan de fabricar anticuerpos.

¿Y entonces, qué es la inmunooncología? El estudio de la respuesta inmunitaria de los pacientes con cáncer y de cómo se puede manipular esta respuesta para reducir el crecimiento tumoral y mejorar los resultados del tratamiento es fundamental en inmunooncología. Se espera que las nuevas terapias en este campo mejoren el tratamiento del cáncer. El efecto clínico de la inmunoterapia (efecto tardío) es distinto del de otras terapias convencionales (efecto temprano), de modo que las respuestas inmunológicas pueden tardar algún tiempo en traducirse en actividad clínica. Por lo tanto, es posible que no se observe un efecto clínico beneficioso hasta algunos meses después del inicio del tratamiento.

Continuamente se están desarrollando nuevos anticuerpos que se dirijan a componentes clave del sistema inmunitario. La investigación científica ha identificado genes, proteínas y vías que están estrechamente implicadas en el crecimiento de células cancerígenas, la supervivencia y la metástasis.

¿Y cuáles son los efectos secundarios más frecuentes de los fármacos inmunooncológicos? Los anticuerpos monoclonales son los más investigados y más utilizados en inmunoterapia para tratar el cáncer. Se administran mediante inyección intravenosa. Para muchos pacientes, los efectos secundarios de los anticuerpos monoclonales son más moderados que los que se observan con la quimioterapia, presentándose frecuentemente como una reacción de tipo alérgico. La vigilancia del cumplimiento y de la seguridad son aspectos importantes del tratamiento. Los efectos secundarios relacionados con el sistema inmunitario son diferentes de los que se observan con la quimioterapia y los medicamentos dirigidos, por lo que también se tratan de forma diferente. Por ejemplo, la diarrea relacionada con la inmunoterapia se trata administrando corticosteroides, mientras que la diarrea que acompaña a la quimioterapia se trata con antidiarreicos. Algunos de los efectos secundarios más frecuentes que se presentan con la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales son: la erupción cutánea, el escozor de la piel o urticaria, síntomas pseudo-gripales como fiebre, escalofríos, dolor muscular, fatiga y cefalea, diarrea, náuseas y vómitos, hipotensión o tensión arterial baja.

Científicos de todo el mundo han estudiado durante décadas el papel que el sistema inmunológico puede jugar en la lucha contra el cáncer. Sin embargo, solo recientemente se ha descubierto que las terapias inmuno-oncológicas proporcionan beneficios antineoplásicos duraderos a pacientes que previamente tenían muy pocas opciones de tratamiento a su disposición. Estas terapias representan un “avance” en la terapia contra el cáncer y tienen el potencial para revolucionar la manera en que se tratan muchas formas de cáncer. Este folleto pretende ayudar a los pacientes a entender qué son estas nuevas terapias, en qué difieren de los tratamientos existentes y qué papel jugarán en los próximos años.

Por este motivo el Grupo Español de Pacientes con Cáncer, GEPAC, ha editado una interesante guía sobre la inmunooncología donde se explican diferentes aspectos del tratamiento:

¿Qué es la inmuno-oncología?
¿En qué se diferencian las terapias inmuno-oncológicas?
Supervivencia prolongada de calidad para los pacientes
¿Frente a qué tipo de cánceres funciona?

 

¿Qué fármacos están disponibles para los pacientes?
¿Qué significa esto para su tratamiento?

 

Les dejo con un video explicativo muy didáctico (pues el tema tiene su complejidad y puede resultar un poco árido) sobre la inmunooncología. 

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