“Hay cosas que te escribo para no decirlas, hay cosas que que escribo en canciones para no repetirlas, hay cosas que están en mi alma y quedarán contigo cuando me haya ido. En todas acabo diciendo cuanto te he querido”
Radioterapia en Durango (I)
“El nacimiento de la Radioterapia se inició con el descubrimiento de los Rayos X, pero es muy posible que existan datos indirectos más antiguos de su presencia en tierras mexicanas. Ya en la época moderna el pionero de la Oncología Radioterápica en México fue el Dr Rodolfo Díaz Perches en el Hospital General de México DF hace unos 70 años. Desde entonces la Oncología Radioterápica ha evolucionado mucho en nuestro país, al igual que en todo el mundo. Algo más lento, pero seguro, los avances se hacen notar y van caminando aquí en Durango, donde existió un Centro de Cobaltoterapia hace unos 30 años. Era una unidad Picker que funcionaba por medio de poleas y con un sistema muy rudimentario, pero dió lugar al alumbramiento de la Oncología Radioterápica en Durango. Posteriormente, ya en el año 2000 se adquirió una nueva Unidad de Cobaltoterapia, un Theratron 1000, que han sido hasta prácticamente ahora equipos de gran fiabilidad y excelente mantenimiento.
Yo me inicié como radiographer o Técnico de Radiología e Imagenología en el año 2004, cuando aún se trataban las mamas con un campo paraesternal y dos tangenciales. Contábamos con un simulador Huestis Medical con un funcionamiento por aquel entonces muy limitado, pero que supuso el inicio de mi carrera profesional.
El trato con los pacientes ha sido siempre y es cordial, amable y sobre todo enfocado a la orientación al paciente sobre su tratamiento. Hay un dicho por aquí que dice: “Si le dedicas una hora al paciente tendrás todo el transcurso del tratamiento, libre”. En lo personal me gusta brindar confianza al paciente, empleando un tono de voz tranquilizante. Funciona en ocasiones el hecho de “bromear” o hacerles reír. Actualmente todavía hay pacientes que vienen a visitarme y a traernos algún pequeño obsequio, siendo muy frecuente en vísperas de Navidad. Hay una paciente que viene tiempo haciéndolo y me platica (me habla) de sus viajes épicos al extranjero. Creo que ya conoce muchos países europeos. La relación con el paciente por lo general es muy buena, salvo algún caso de pacientes altamente demandantes. En estos casos me acuerdo que van a acudir a nosotros durante 15-25 días o más y les damos sus “cinco minutos”.
En lo que respecta a los tratamientos, todavía disponemos de una Unidad de Cobaltoterapia donde trabajamos a una distancia fija de 80 cm y se trabaja sobre cobaltografías, pero sobre todo con pericia y con fe, así como el tino del médico tratante. Lo fundamental en este tipo de tratamientos es una correcta alineación del paciente. Si no se empieza por ahí ya nada funciona, aunque sea en una unidad de Cobalto 60, donde debido al tiempo de desintegración de la fuente los tiempos de tratamiento se han alargado bastante con lo que eso implica.
No disponemos en la actualidad una Escuela de Formación Continuada para Técnicos. Actualmente hemos adquirido un equipo de TomoTherapy. Para instalar una Unidad de estas características implica autoformación ante el CNSN (Consejo Nacional de Seguridad Nuclear) que nos ha solicitado nuestro curriculum vitae para obtener una nueva licencia. Para su obtención debemos hacernos análisis, chequeos médicos, etc cosa que no hace fácil acceder a un área de estas características. Aquí en México el empleo es muy escaso en estas áreas, por lo cual nuestro vecino pais Canadá se está convirtiendo en una opción de trabajo para nosotros”.
Relato de primavera: Los diálogos del silencio.
Enciende el ordenador y el silencio se quiebra con el teclear de un historial electrónico. Lee, escribe y relee. El formato digital hace que se lea al bies y obliga a releer con calma, en silencio y sin interrupciones. Toda vez el historial médico está prácticamente listo, lo completa con la entrevista que mantiene con el paciente. Es importante transcribir lo que él relata, pero ella trata también de leer lo que el paciente calla entre líneas.
Hay un diálogo de silencios. Los silencios en ocasiones son más elocuentes de lo que uno piensa en un principio. Los silencios tienen su propio código no escrito. Así cuando reina el silencio, el lenguaje corporal nos delata. La mirada, la postura de las manos y el gesto de la cara tienen su propio lenguaje. Tanto el del enfermo, como el del familiar o el del propio médico. Es un lenguaje silencioso pero que habla a gritos. Hay que estar atentos, porque nos dice mucho de quien tenemos enfrente. Es un lenguaje deliciosamente sutil, sencillo y hasta quizá algo primario. Un lenguaje no encriptado que habla por si solo.
Hay conspiración del silencio. Los familiares y amigos evitan hablar del cáncer para proteger. Es una huida consciente y premeditada con la intención de no añadir dolor y que deja muchas veces solo al enfermo que no sabe a qué se va a enfrentar. El enfermo sospecha, pero no sabe cómo o teme preguntar. Es un silencio que puede resultar cruel y engañoso para quien lo padece.
El enfermo guarda su silencio también cuando sabe y conoce su enfermedad. No quiere añadir más sufrimiento a sus seres queridos a los que ve sin querer, llorar a escondidas. El dolor se expande en la soledad y recogimiento del paciente. Un dolor que se podría aliviar hablando. Pero no puede. No quiere. Prefiere comérselo él solo antes que transmitírselo a los que más quiere. Hablar con un desconocido o con otro enfermo similar a él es una posible salida válida.
El médico o el sanitario guarda también sus silencios. En ocasiones simplemente no hay palabras para el consuelo y un silencio con un abrazo sincero, sentido, transmite más cercanía y compañía que la consabida palabrería vacua, aligerando de algún modo el pesar. Un silencio que lo dice todo, un silencio que se agradece y se respira. Es el sonido agradable y acogedor del silencio.
En ese diálogo de los silencios, la doctora anota en el historial sus impresiones y la exploración física. Concluye la entrevista con una mirada cómplice de ánimo y un educado pero sincero apretón de manos hacia su paciente. Tras su marcha ella se queda pensativa en silencio. Le gusta reflexionar y meditar, aunque sea sólo por unos instantes. Coge así fuerzas para avanzar el día. ¡Cuánto hay detras de tantos y tantos silencios!
Nosotras lo valemos
Alopecia
- Usar un champú suave, para bebés por ejemplo.
- No lavar el cabello todos los días ni frotar enérgicamente.
- Sé que el cabello con pequeños toques para impedir que se dañe
- Utilice un peine suave y péinese con delicadeza
- Proteja el cuero cabelludo del sol cuando está el aire libre con protector solar, sombrero o pañuelo.
- Cúbrase la cabeza en los meses de invierno para el cuerpo no pierda calor
- Evite usar secador de pelo con aire muy caliente.
- Evite realizarse guarecerse el cabello con productos químicos
- Evite el uso de tintes permanentes o semipermanentes
- Hable con su equipo de atención médica antes de utilizar cualquier crema, loción para el crecimiento del pelo o tomar vitamina B o biotina.